Junts utiliza el regreso de Ponsatí como ariete contra el Gobierno de Aragonès

C. Reino, M. L. BARCELONA, REDACCIÓN / COLPISA, LA VOZ

ESPAÑA

La exconsejera de Educación de la Generalitat de Cataluña, Clara Ponsatí, este miércoles en el Parlamento Europeo
La exconsejera de Educación de la Generalitat de Cataluña, Clara Ponsatí, este miércoles en el Parlamento Europeo Olivier Hoslet | EFE

La exconsejera arremete contra la presidenta de la Eurocámara por no defender su inmunidad

31 mar 2023 . Actualizado a las 10:47 h.

Clara Ponsatí, que en su día admitió que el procés fue un «farol», amenaza con plantar al juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, en su vuelta a Barcelona. La exconsejera de Educación de la Generalitat regresó este miércoles a Bruselas, después de estar apenas 18 horas en la Ciudad Condal. Puso un pie en la capital catalana el martes, dio una rueda de prensa, fue detenida, estuvo cinco horas en el juzgado y hacia las once de la noche fue puesta en libertad. Siete horas después estaba viajando a la capital comunitaria. Asistió al pleno del Parlamento Europeo, donde se encaró con la presidenta de la Eurocámara, a la que reprochó que no haya defendido su inmunidad y no haya hecho nada ante su «detención ilegal». La presidenta Roberta Metsola despachó la petición remitiéndola a la comisión jurídica.

«Me parece lamentable que las autoridades del Parlamento Europeo no sean capaces de reaccionar cuando un eurodiputado es detenido ilegalmente», le afeó a Metsola. La eurodiputada del PP, Dolors Montserrat, respondió que la democracia debe defenderse «ante aquellos que la atropellan y son prófugos de la justicia».

En cualquiera de los casos, Llarena ha citado a Ponsatí para el 24 de abril. «Hay un juez en Madrid que tiene muchas ganas de hablar conmigo, yo no», aseveró. La exconsejera anuncia lío, pues no tiene intención de entregarse. No está claro si permanecerá en Bruselas o en Barcelona. Dice que van a «pasar cosas» de aquí a ese día 24. El independentismo radical vuelve a ondear la bandera de la desobediencia como vía de agitación. Un ensayo general de un posible regreso de Carles Puigdemont: este es el reclamo para movilizar a la parroquia.

El abogado del expresidente se mostró este miércoles «convencido» de que este volverá este año a Cataluña. Amenaza con precipitar la legislatura de Aragonès. Su situación procesal, en cualquier caso, es distinta a la de Clara Ponsatí, quien tras la derogación por el Gobierno de Pedro Sánchez del delito de sedición solo está acusada de desobediencia. 

El secesionismo radical

El Gobierno insiste en que la situación de Cataluña no tiene nada que ver con la del 2017 y que «teatros» como el que a su juicio protagonizó la eurodiputada son los «últimos coletazos» del procés. Pero Puigdemont aún tiene capacidad para desestabilizar la política catalana. Y, en concreto, para torpedear el giro pragmático de su partido, que vuelve a mirar hacia su pasado convergente. Junts se juega su futuro con el caso Puigdemont, pero también con el de Laura Borràs, cuya sentencia se conocerá este jueves. Está por ver cómo reacciona la presidenta del partido al fallo por presunta corrupción. Ponsatí, Puigdemont y Borràs se encuadran en el sector radical de Junts, el que acusa al Gobierno de Aragonès (ERC) de colaboracionista con el Estado. El retorno de Ponsatí ha vuelto a enfrentar a las fuerzas independentistas. El presidente de la Generalitat habló este miércoles. Mostró su alegría por el regreso a casa de la exconsejera, pero le advirtió de que su retorno se ha producido «gracias» al acuerdo de ERC con Sánchez para derogar la sedición del Código Penal.

En el regreso de Ponsatí, Puigdemont ha tratado de que se visualicen las dos estrategias, la de Junts y la de ERC. El expresidente insiste en la vía de la confrontación, en seguir poniendo obstáculos al diálogo con el Gobierno, mientras Esquerra aboga por mantener la mano tendida y tratar de resolver el conflicto en una mesa. En ERC no contaban con el efecto bumerán de la reforma penal. Ponsatí no solo se beneficia de ella, a pesar de criticarla, sino que la utiliza para desestabilizar al Ejecutivo de Aragonès.

El abogado de Puigdemont, convencido de que este año volverá a España 

El abogado de Carles Puigdemont se mostró ayer «convencido» de que el expresidente de la Generalitat regresará este año a Cataluña. Su situación procesal es, en cualquier caso, distinta de la de Clara Ponsatí. Ella está procesada por desobediencia, lo que conlleva solo condena de inhabilitación. De hecho, el juez instructor, Pablo Llarena, acordó su detención y la de Marta Rovira (ERC), huida a Suiza y quien no tenía responsabilidades en el Gobierno catalán, solo a efectos de recibirles declaración por un delito de desobediencia.

El expresidente, en cambio, podría ir a prisión. Lo está por desobediencia y malversación en su modalidad más grave: la apropiación de fondos públicos por cuantía superior a 250.000 euros. Delitos que también recaen sobre los exconsejeros Toni Comín y Lluís Puig, asimismo huidos en Bruselas. A su vez, son los mismos por los que Oriol Junqueras está condenado a 13 años de inhabilitación.

Sobre Puigdemont, Puig y Comín pesan órdenes nacionales de busca, captura e ingreso en prisión. Llarena tiene que enviar todavía nuevas órdenes de extradición adaptadas al nuevo Código Penal. Están a la espera también de que la Justicia europea resuelva sus recursos contra la decisión del Europarlamento de levantar su inmunidad.

Perlas dialécticas de una secesionista radical 

m. l.

El provocativo regreso de Clara Ponsatí a España, en el que no dejó nada al azar, es seguramente una meticulosa estrategia de márketing, coherente con su irreverencia verbal. Su vuelta no fue por sorpresa como se dijo, sino más bien todo lo contrario. Todo medido: un día próximo a las elecciones para despertar al independentismo radical, y anterior a la sesión en el Parlamento Europeo, porque si era detenida se enteraría toda Europa, pues la Eurocámara haría de altavoz. Ayer voló ya a Bruselas para asistir a un pleno. El martes cruzó la frontera con cámaras, convocó a la prensa para decir que no reconoce la autoridad del Supremo y TV3 retransmitió en directo su detención. Puso en un brete a la Generalitat por ser el organismo que manda en los Mossos y al Gobierno español, que suavizó el Código Penal. 

a raíz del covid

«De Madrid al cielo». La exconsejera de Educación de la Generalitat provocó una gran indignación por su polémico mensaje en Twitter en plena crisis del coronavirus y cuando en Madrid el covid se había llevado ya más de 200 vidas. «De Madrid al cielo» tuiteó Ponsatí. Políticos y deportistas reaccionaron con duras críticas al comentario de la independentista huida a Escocia tras la declaración de independencia de Carles Puigdemont para eludir la justicia. Antes había reclamado el cierre total de Madrid: «Madrid corre ya más riesgo que Lombardía o Hubei pero sigue sin decretar el cierre total». 

al gobierno del 1-O

«El independentismo iba de farol». Pocos meses después de su huida, para sorpresa de todos, Clara Ponsatí se sinceró diciendo que «el independentismo iba de farol». Después incluso pidió la renovación de los líderes del secesionismo. Criticó al Gobierno del 1-O de Puigdemont y la carencia de un plan para después del referendo: «[Puigdemont] Es una anguila, se escapa. Es un hombre difícil de describir. No se comunica mucho. No pregunta. Es un tío astuto. El presidente no acabó los estudios universitarios». 

la independencia por encima de la vida

«La independencia es tan importante como para valer la vida de una persona». En su libro «Molts i ningú. Embastat de memòries i altres històries» asegura que «con el planteamiento de no hacer nada si hay riesgo de muertos, no haríamos nunca nada. No es necesario que todo el mundo esté dispuesto a arriesgarse, simplemente es un riesgo que debe correrse». Y en una entrevista en TVE, al se preguntada si creía que la independencia de Cataluña es tan importante como para valer la vida de una persona, respondió en el mismo sentido: «Sí, yo creo que sí. A ver, no estoy diciendo que esté pidiendo hacer sacrificios humanos, pero que me enseñen alguna causa en la que no ha habido sacrificios importantes». 

Ponsatí ha explicado en varias ocasiones que si no se corre el riesgo de que haya muertos la independencia de Cataluña «no se hará nunca».