Pablo Iglesias augura una «tragedia electoral» si Díaz deja a Podemos fuera de Sumar

M. A. Alfonso / A. Azpiroz / P. de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Yolanda Díaz, en la presentación de Sumar en Madrid.
Yolanda Díaz, en la presentación de Sumar en Madrid. Víctor Lerena | EFE

Yolanda Díaz pide explicaciones a Podemos por no ir al acto del domingo e insiste en que intentó hasta el último momento que Montero y Belarra estuviesen en el polideportivo Magariños

04 abr 2023 . Actualizado a las 10:14 h.

La resaca del lanzamiento de la candidatura de Yolanda Díaz a la Moncloa ha sacudido a todo el espectro político del país. Todas las formaciones siguieron atentamente la evolución de su proyecto de Sumar como nuevo actor político para las próximas generales. Los puñales volaron de un lado al otro a cuenta de un conflicto entre Podemos y la vicepresidenta segunda que afecta a todos. A la izquierda, incluido el PSOE, porque una posible división reduciría a la mínima expresión las posibilidades de reeditar la coalición progresista que reivindican ya de antemano Pedro Sánchez y la propia Díaz. A la derecha, porque el PP de Alberto Núñez Feijoo y Vox saborean todos esos escaños en el Congreso que la Ley D'Hondt otorga a las fuerzas más votadas en detrimento de las menores. Y estos son, a la postre, los que abren de par en par las puertas de la Moncloa.

Desde Podemos, ausentes en la cita del Domingo de Ramos en el madrileño polideportivo Magariños, mostraron su «preocupación» y «sorpresa» por unas declaraciones de la vicepresidenta en las que sostenía que Sumar «no sería un fracaso» sin los morados. El portavoz de la formación que lidera Ione Belarra, Pablo Fernández, volvió a hacer un llamamiento a la unidad entre todas las fuerzas llamadas a componer el espacio a la izquierda de los socialista, pero al mismo tiempo lanzó una acusación directa contra el PSOE. Fernández responsabilizó a Pedro Sánchez de buscar una pinza junto a Díaz para asfixiar electoralmente a Podemos. «No nos quieren como socio de Gobierno», afirmó el portavoz morado. Podemos lanzó así un torpedo a la línea de flotación contra la buena relación entre el jefe del Ejecutivo y su vicepresidenta segunda. En la pasada moción de censura, Díaz definió al líder socialista como «el presidente de todos» y este lunes aseguró que colaborará en todo cuanto pueda para reeditar una coalición progresista. Esta cercanía la tratan ahora de explotar los morados para atraer al votante a la izquierda del PSOE, pese a que ambas fuerzas lleven más de tres años compartiendo Consejo de Ministros. Tanto la vicepresidenta como los morados se responsabilizan ahora de la ausencia de Podemos en el acto del Magariños. Los de Belarra consideran que es Díaz la que «tiene que pronunciarse» sobre la última oferta que ellos pusieron sobre la mesa: la organización de primarias abiertas. Y creen que «es la condición de posibilidad de reeditar el gobierno de coalición».

«Estar a la altura»

Un día después de darse su baño de masas, Yolanda Díaz también se refirió a Podemos sobre el que evitó alusión alguna durante la presentación de su proyecto político. Lo hizo para lamentar la ausencia de la formación morada en la puesta de largo de Sumar. Y fue clara en cuanto a la responsabilidad de cada uno. «Es Podemos quien debe explicar por qué no asistió», afirmó este lunes durante una entrevista en TVE antes de señalar que sus dirigentes no solo estaban invitadas, sino que ella misma intentó «hasta el último minuto» que acudieran.

Tras remarcar que Sumar es un proyecto autónomo de los partidos políticos, Díaz instó a Podemos a resolver su incorporación a este «movimiento ciudadano» y destacó que cualquiera es libre de presentarse a las primarias contra ella para encabezar la candidatura a las generales de diciembre. Lanzó así el guante a Irene Montero, a la que se sitúa como posible candidata de los morados en caso de que la alianza no llegue a buen puerto de aquí a diciembre. La líder gallega eludió valorar este escenario en el que la izquierda se presentaría dividida a las elecciones y llamó a todas las fuerzas a colaborar para que la próxima legislatura esté presidida por una nueva coalición progresista. También evitó responder a una pregunta concreta: si de cara a las autonómicas y municipales del 28 de mayo, a las que Sumar no concurre, hará campaña por Más Madrid o por Podemos, dos fuerzas que competirán por el mismo electorado de izquierda en la comunidad madrileña. Una pugna que se repetirá en Valencia con Compromís, en Aragón con la Chunta o en Baleares con Mes Mallorca, cuyos representantes sí estuvieron en la cita del Magariños.

Más País se suma Frente al choque de trenes entre Yolanda Díaz y Podemos

Desde Más País, la formación de Íñigo Errejón, ya se da por descontado concurrir a las próximas generales bajo la candidatura de Díaz. «En las elecciones los votantes no se van a encontrar con dos papeletas, la de Más País y la de Sumar, habrá solo una», afirmó Mónica García, líder de la formación en la Comunidad de Madrid.

En las pasadas elecciones generales Más País apenas obtuvo tres diputados. No obstante, los de Errejón fueron la segunda fuerza más votada en las autonómicas madrileñas de mayo de 2021, con sorpasso incluido al PSOE por la izquierda.

Estómago y razón

«Hoy es uno de esos días en los que el estómago no debe perturbar la razón». La frase que pronunció este lunes el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, en RAC1 ilustró el estado de ánimo con el que amaneció la dirección de Podemos. Las alusiones veladas de Yolanda Díaz a la formación morada durante el acto de Sumar del domingo y, sobre todo, su frase alegando que esta división «no sería un fracaso» para las generales, hizo mella en la cúpula del partido que dirige Ione Belarra, que ahora busca recuperar la iniciativa.

El exvicepresidente deslizó que hay «compañeros de Sumar» que no quieren primarias abiertas e insistió en «la necesidad» de que el partido y la plataforma de la líder gallega establezcan una alianza para reeditar el Gobierno de coalición.

Según Iglesias, hay que ser «inteligente» en el diagnóstico de la situación, alegando que «esto va más allá de los sentimientos personales y de las pullitas porque se trata de que en España gobierne la derecha y la ultraderecha» o de que esto no ocurra.

En su opinión, si Sumar decide no establecer una alianza con Podemos será «una tragedia electoral y política», por ello emplazó al equipo de Yolanda Díaz a explicar si la clave de su estrategia es ir por separado porque consideran que «el partido morado les resta». «Está claro que Más País y Compromís no quieren ir con Podemos», añadió el exvicepresidente, que ve un «error» que haya quien apueste por negociar con su partido cuando esté débil, algo que -vaticinó- puede llegar tras las elecciones autonómicas y locales del 28M.

El PSOE ensalza el lanzamiento de Sumar

El PSOE sigue lanzando mensajes a favor de una candidatura de unidad de todas las fuerzas que se ubican a su izquierda. Este lunes, en medio de las acusaciones vertidas desde Podemos sobre su supuesta labor obstruccionista, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, insistió en ello: «Es una muy buena noticia para España y para todos los votantes progresistas que todas esas fuerzas variadas a la izquierda del PSOE se organicen y vayan unidas a las próximas elecciones y sería mucho mejor noticia todavía que fueran unidas todas sin excepción; ese -aseguró- sería nuestro deseo».

A nadie se le oculta, sin embargo, que de adoptar una posición neutral, Pedro Sánchez ha pasado a tomar claro partido por Yolanda Díaz en su pugna con los morados. Un día después de que la vicepresidenta primera lanzara por fin Sumar, en un acto multitudinario en el polideportivo Magariños de Madrid, junto a una docena de organizaciones pero sin Podemos, Bolaños volvió a ponerlo de manifiesto con unas declaraciones elogiosas. «Este domingo fue un día para que los votantes progresistas tengan la ilusión de que va a haber una legislatura más de avances sociales en España y que la va a haber de la mano de Pedro Sánchez», llegó a decir.

Los socialistas aspiraban a que las tensiones entre Díaz y la formación que capitanea Ione Belarra (sobre la que Pablo Iglesias mantiene, aun desde fuera, una influencia determinante) se acabaran resolviendo al acercarse el momento crítico del proyecto de la vicepresidenta. Un lanzamiento que, a su juicio, ya iba tarde. Lo consideraban, a priori, lo más conveniente para poder aglutinar voto y que esa candidatura unitaria superara en las próximas generales a Vox como tercera fuerza política; factor clave para poder reeditar la coalición. Ahora, sin embargo, han empezado a asumir que el acuerdo puede no llegar nunca y preparan el terreno, y los discursos, para ese escenario.

«Creo que no van de farol -apuntaba hace unos días una de las personas del círculo de confianza del presidente que más ha tenido que lidiar con Podemos desde el Ejecutivo y desde el partido-, no es estrategia negociadora; hay tensión real». Eso explicaría, en buena medida, el protagonismo que Sánchez concedió a Díaz en la moción de censura de Vox y Tamames. Y también la decisión de restar a las ministras de Podemos espacios de promoción, como se evidenció el pasado martes, cuando no se permitió a Belarra comparecer en la Moncloa tras la aprobación de su ley de familias en el Consejo de Ministros.

Hartazgo y estrategia

Los socialistas arrastran, por un lado, un hartazgo considerable ante la actitud beligerante que ha adoptado Podemos ante la proximidad de las elecciones. Los morados han llegado a tensar mucho la cuerda con acusaciones en las que equiparaban al PSOE con un partido de derechas o incluso, como dijo Lucía Muñoz, la portavoz del partido en el debate sobre la reforma de la ley del «solo sí es sí», con «fascistas», pero en ningún momento han hecho amago de ir a abandonar el Ejecutivo. Todos tienen interiorizada la máxima de que «el que rompe, lo paga». Y esa estrategia vale también para el caso de Sumar. A los socialistas les interesa que, ocurra lo que ocurra, haya a su izquierda una opción capaz de arrastrar a las urnas a un electorado al que ellos no llegan y entienden que la posición de los morados es electoralmente más débil que la de Díaz.

«Vamos a ver los acontecimientos y si la situación de Podemos no le ahuyenta votos», advierten en el núcleo duro del partido. Algunos, como el presidente castellano-manchego Emiliano García-Page, con el que este lunes Sánchez compartió un acto político en Albacete, creen sin embargo, que fortalecer a la vicepresidenta segunda puede acabar siendo una apuesta arriesgada. «Conozco a gente que duda en votar a Sánchez o a Yolanda» dijo este domingo en una entrevista en La Razón. De momento, su temor no está extendido, en todo caso.

Feijoo: «Ya es un tripartito»

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, ha asegurado este lunes que el Gobierno de España «suma un nueva división» y que lo conforma un «tripartito», un día después de que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, anunciase su candidatura a la presidencia del Gobierno.

Además, Feijoo ha subrayado que el Gobierno de coalición «está en tiempo de descuento» y que solo se preocupa de sobrevivir «cada uno por su cuenta».