El Parlamento catalán permite al huido Lluís Puig votar desde Bélgica pese al veto del Constitucional

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente Pere Aragonès y el líder del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, este miércoles en la Cámara catalana
El presidente Pere Aragonès y el líder del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, este miércoles en la Cámara catalana Marta Perez | EFE

ERC, Junts y CUP desoyen la sentencia y el reglamento de la Cámara

20 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El independentismo catalán vuelve a las andadas. Ayer lanzó un nuevo pulso al Tribunal Constitucional al contravenir su decisión del 26 de marzo en la que ratifica la nulidad de la delegación de voto en el Parlamento catalán a Lluís Puig y anula los acuerdos de la Mesa del 5 de julio del 2022 para mantener el voto delegado al diputado de Junts y exconsejero huido a Bélgica en el 2017 para evitar la acción de la Justicia por el 1-O.

La Mesa, integrada por cuatro independentistas (2 de ERC, 1 de Junts y otro de la CUP) frente a dos del PSC, permitió ayer a Puig votar telemáticamente, lo que constituye un nuevo desafío al tribunal de garantías que concluyó que no podía hacerlo por vía delegada. El independentismo utilizó para su órdago una propuesta de ERC de «habilitarlo» para votar durante el presente período de sesiones o hasta que se renueve el reglamento de la Cámara, con lo que los de Oriol Junqueras vuelven a jugar a aglutinar al secesionismo, sin que hayan trascendido las contrapartidas por ello. De nada sirvieron las peticiones de reconsideración presentadas por PSC, Cs y Vox. La Mesa ratificó la decisión de permitir al exconsejero de Puigdemont votar a distancia por sus «circunstancias excepcionales».

ERC justificó su propuesta de «voto telemático transitorio» mientras no cuaja su plan de reformar el reglamento del Parlamento para ampliar los supuestos de delegación de voto. La mayoría independentista vuelve a tirar de «astucia» para «saltarse las sentencias», denunció la portavoz del PSC, Alícia Romero. 

Desprestigio de la institución

El TC, en su decisión de marzo comunicada el 11 de abril al Parlamento catalán, reiteraba que la delegación de voto a Puig no se ajusta a ninguno de los supuestos contemplados en el reglamento de la Cámara: maternidad o paternidad, hospitalización, enfermedad grave o incapacidad prolongada debidamente acreditadas. Así las cosas, Puig sorteó ayer la sentencia del TC y el reglamento de la Cámara y votó un proyecto de ley de creación de una comarca. Lo hizo por correo electrónico y se verificó su identidad a través del teléfono, una forma «cutre» que desprestigia a la institución, en la palabras del PSC.

El incumplimiento del reglamento y el no acatamiento al TC es un «intento de contravenir la jurisprudencia», protestó el PSC y anunció, al igual que Cs, que estudiará recurrir ante el Constitucional de nuevo. Al comienzo de la sesión, la vicepresidenta en función de presidenta, Alba Vergès, de ERC, justificó que se habilitase a Puig para votar porque está «exiliado por culpa de la represión».