El PP rechaza la propuesta: «España no está para excentricidades», ha afirmado el portavoz de campaña Borja Sémper
20 jun 2023 . Actualizado a las 15:20 h.Pedro Sánchez se ha convencido, debate tras debate en el Senado, de que siempre sale bien parado de sus cara a cara contra Alberto Núñez Feijoo. Los socialistas sostienen que esos duelos han contribuido a evidenciar la «insolvencia» que el líder de la oposición había sido capaz de esconder del gran público durante sus años de mayoría absoluta en Galicia y quieren explotarlo en esta campaña. El jefe del Ejecutivo ha retado de hecho al líder del PP a mantener con él un debate semanal en los medios desde el próximo lunes al 23 de julio, seis en total.
El presidente del Gobierno, que ha participado en un sobre fondos europeos, ha asegurado que no pondrá condiciones (más allá de una moderación «neutral» y equilibrio de tiempos) y que está dispuesto además a participar en otros debates con otros candidatos. «Democracia es elegir, elegir con información, contrastando propuestas», ha dicho.
El órdago ha venido enmarcado además en toda una enmienda a la totalidad del discurso que él mismo pronunció ante su grupo parlamentario el pasado miércoles para explicar su decisión de convocar elecciones anticipadas tras el varapalo recibido por el PSOE en las autonómicas y municipales del domingo 28 de mayo. Esta vez, Sánchez no ha planteado los comicios como una cruzada contra una «ola reaccionaria». Al revés, se ha mostrado respetuoso con quienes optaron o se plantean optar por una papeleta de derechas y ha asegurado que su intención es plantear una campaña en positivo, explicando su gestión y sus prioridades, la justicia social y la defensa del Estado del bienestar.
En su intervención, el presidente —que ha asegurado que la elección en las generales será «Sánchez o Feijoo», sin meter en la ecuación a Vox pero tampoco a Sumar o Podemos— sí ha comparado el tipo de campaña que plantea la derecha y su planteamiento de «o Sánchez o España» con las de Trump, Orbán o Meloni. «Es peligroso, porque es tanto como acusar a los votantes socialistas de ser antiespañoles. Yo estoy seguro de que esos partidos tienen su forma de querer a España, distinta a la nuestra», ha concedido.
También ha evitado la crítica de la semana pasada a los medios de comunicación, cuya complicidad necesita ahora para poner en marcha su plan. En todo caso, él mismo ha apuntado que ya tiene cuatro peticiones de debates por parte de cuatro medios y que acepta sus propuestas.
El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, no ha revelado si Feijoo está de acuerdo con el desafío de Sánchez, pero sí ha alegado que «cuando uno está ansioso hace esas cosas, pero nosotros no tenemos que seguir ese guion. Habrá debates, pero no fruto de la ansiedad»
«Vamos a ir analizando las peticiones de debate que van llegando. Estamos convencidos de que España no está para excentricidades. Entendemos la ansiedad de Sánchez pero le pedimos calma, tranquilidad. Él está mucho más cómodo en televisión que en la calle. Nosotros en esta campaña queremos tomar el pulso de la calle, saber lo que piensan y ofrecerles lo que necesitan», ha declarado.
Yolanda Díaz, líder de Sumar, también ha respondido a la propuesta de Sánchez de un cara a cara afirmando que el bipartidismo es cosa del pasado. «Quien crea que el futuro de España se resume en una foto de Pedro Sánchez y Feijoo está fuera de la realidad de nuestro país», ha publicado la vicepresidente del Gobierno en Twitter.
El bipartidismo resucita: PP y PSOE sumaron el 28M el 60 % de los votos
Las dos formaciones obtuvieron su mejor resultado conjunto en doce años
Álvaro Soto
Desde 1982, dos grandes partidos se hacían con la mayoría de los votos y los escaños y formaciones pequeñas, pero con una importante implantación territorial, lograban representación y apoyaban la gobernabilidad si hacía falta. Pero desde el 2014, la irrupción de nuevas formaciones, primero Podemos y Ciudadanos y luego Vox, amenazó con llevarse por delante esta estructura de poder que se sustentaba en que la suma de PP y PSOE superara el 60 % de los sufragio. Tras tocar un mínimo del 35 % en las generales de abril del 2019, el bipartidismo parece recuperar el pulso. El 28M, populares y socialistas se quedaron a unas décimas del 60 %. Este es un repaso por los baremos desde el 2011:
Generales del 2011
La última mayoría absoluta. Con el 15M resonando todavía en las plazas, fue el canto del cisne del bipartidismo de toda la vida. En las elecciones en las que Mariano Rajoy consiguió la mayoría absoluta, los dos grandes partidos sumaron el 73,39 % de los sufragios: el PP alcanzó el 44,63 % y el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba, el 28,76 %, un resultado que entonces se consideró catastrófico. Pero el mejor ejemplo de la fragmentación del voto en España desde entonces es que ocho años después, en las generales del 2019, un resultado todavía peor, un 28 % justo, sirvió a Pedro Sánchez para ganar.
Europeas del 2014
Reacción a la crisis y a la corrupción. La crisis económica y la corrupción golpeaban duro al país, y en las europeas del 2014 los dos grandes partidos se marcaron como objetivo sumar más del 60 % de los votos. No lo consiguieron, entre otras cosas, por la irrupción de una formación política cuyo líder se había bregado en el 15M y en los platós de televisión. El Podemos primigenio de Pablo Iglesias logró el 7,97 % de los votos y otros partidos, como Izquierda Unida (10 %), UPyD (6,5 %) y Ciudadanos (3,17 %), que por primera vez salía de Cataluña, obtuvieron notables registros. La suma de PP (26,08 %) y PSOE (23 %), el 49,08%, se quedó por debajo del 50 %, lo que no había ocurrido nunca antes en democracia.
Municipales del 2015
Los grandes partidos no levantan cabeza. El PP (27,05 %) y el PSOE (25,02 %) apenas lograron convencer juntos a la mitad de los electores. En unos comicios en los que Podemos no participó, Ciudadanos (6,55 %) se convirtió en la tercera fuerza e Izquierda Unida (4,72 %), en la cuarta.
Generales del 2015
Voto de castigo a PP y PSOE. En las generales del 2015, el PP se quedó en el 28,72 % de los votos y el PSOE, en el 22,01 %: un paupérrimo 50,73 % entre los dos. De hecho, a los socialistas les afloró un gran rival a su izquierda, Podemos, que con el 20,66 % de los sufragios estuvo a punto de protagonizar un sorpasso histórico. Y mientras, el PP también empezó a mirar con prevención su espacio político, donde Ciudadanos había crecido hasta el 13,93 %.
Generales del 2016
Vuelta a las urnas. España entró en un primer ciclo de inestabilidad que llevó a una repetición electoral. En ella, los grandes partidos intentaron concentrar el voto y lo consiguieron mínimamente. El PP subió al 33,03 % de los votos y el PSOE, al 22,66 %. Entre ambos sumaron el 55,69 %, el mejor resultado desde el 2011, y frenaron el crecimiento que hasta entonces habían tenido Podemos y Ciudadanos.
2019: primeras generales
Cs alcanza su techo. El 2 junio del 2018, una moción de censura se llevó por delante el Gobierno de Mariano Rajoy y encumbró como presidente a Pedro Sánchez. Menos de un año después, los españoles volvieron a ser llamados a las urnas y el bipartidismo ya se resquebrajó completamente. Ganó el PSOE con el 28,68 % de los votos y el PP se hundió hasta su mínimo de la historia, con el 16,7 %. Entre ambos sumaron el 35,38 % de los sufragios, apenas uno de cada tres electores, el registro mínimo de la democracia. En estos comicios, Ciudadanos logró su mejor resultado, Podemos cayó y surgió Vox.
2019: locales y europeas
Repunte de PSOE y PP. Un mes más tarde, las urnas se abrieron doblemente para las municipales y las europeas y el bipartidismo respiró, aunque muy lejos de sus cifras históricas. En las municipales, el PSOE alcanzó el 29,26 % de los votos y el PP, el 22,23 % (51,49 % entre los dos), y aún sumaron algo más en las europeas: 32,84 % para el PSOE y 20,13 % para el PP (52,97% en total).
2019: repetición electoral
Nuevo batacazo de los grandes partidos. Sánchez, que quería mejorar los resultados del PSOE para gobernar sin ataduras, volvió a caer y se quedó en el 28 % de los votos. El PP recuperó algo de aliento y llegó al 20,82 %. Pero entre los dos partidos solo sumaron el 48,82 %.
28 de mayo del 2023
El bipartidismo resucita. En la cita del 28M, el PP logró el 31,53 % de los votos y el PSOE, el 28,12 %. La unión de ambos llega al 59,65 % de los sufragios rozando la simbólica cifra del 60 %, que en el 2014 se consideraba como un mínimo y ahora se ve como un éxito. Si a ese guarismo se le suma el 0,36 % de Unión del Pueblo Navarro (UPN), que en comicios previos había acudido junto al PP, el bipartidismo habría llegado al 60,01 % de los sufragios, un aprobado pelado que, visto lo ocurrido en los últimos doce años y atendidos los augurios que preveían un derrumbe del sistema, suena a resurgir.