Críticas al fiscal general por su intento de colocar a Delgado en la Sala de Memoria Democrática
ESPAÑA
La asociación mayoritaria exige la dimisión de Álvaro García Ortiz por la «burda maniobra»
07 jun 2023 . Actualizado a las 19:26 h.De nuevo Dolores Delgado en el ojo del huracán. La exministra de Justicia, que pasó directamente del Gobierno de Pedro Sánchez a convertirse en fiscal general del Estado, vuelve al centro de la polémica ahora por la determinación del actual máximo responsable del Ministerio Público, Álvaro García Ortiz, de colocarle a toda prisa y antes de las elecciones generales al frente de la nueva Fiscalía de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática.
Este jueves, el Consejo Fiscal va a debatir y, llegado el caso, a aprobar la designación de Delgado al mando de esta nueva fiscalía especial. Y ello a pesar de que siete de los nueve vocales han pedido desconvocar ese pleno que el propio García Ortiz adelantó al poco de conocerse el 29 de mayo que Sánchez convocaba elecciones el 23 de julio. De nada han servido las quejas, ni siquiera de la exfiscal general del Estado Consuelo Madrigal. La reunión se mantiene porque García Ortiz se niega a aplazarla hasta después de los comicios generales, arguyendo que en anteriores ocasiones no se pospusieron otros cónclaves para aprobar nombramientos por la convocatoria de elecciones. Eso sí, esos nombramientos no llevaban aparejada la carga política que siempre rodea a cualquier tema que se refiera a Delgado.
Las maniobras para conseguir hacer realidad nombramiento por parte del propio García Ortiz han acabado incendiando la carrera, donde solo los afines a Delgado y García Ortiz en la Unión Progresistas de Fiscales (UPF) defienden la absoluta limpieza de todo lo que está pasando y rechazan ver sombras de posible «dedazo» o de supuesto «ejercicio de amiguismo».
Reciprocidad
Los nombramientos recíprocos y a dedo se han sucedido en los últimos tres años. Delgado, como fiscal general de Estado —cargo que ocupó entre febrero del 2020 y julio del 2022— aupó al poco de llegar a García Ortiz como jefe de la secretaría técnica del ministerio después de que este pasara dos décadas en Galicia destinado a la Fiscalía de Medio Ambiente. Ambos ya eran muy amigos y había ocupado diversos cargos en la Unión Progresista de Fiscales. Pilar Fernández, durante el mandato de Delgado fue ascendida por libre designación de categoría: primero como adjunta a la Fiscalía de Género y luego como fiscal en la Unidad de Apoyo.
Cuando el pasado verano Delgado, por motivos de salud, dejó la Fiscalía General del Estado propuso para el puesto a García Ortiz, quien en septiembre, a su vez, ascendió a la exministra en el escalafón al nombrarla fiscal de sala de lo Militar en el Supremo, una designación que está recurrida ante el propio alto tribunal. Con estos antecedentes, no son pocos en la carrera fiscal los que piensan que el fiscal general del Estado debería abstenerse en el pleno de este jueves; en el debate y la votación sobre el nombramiento de Delgado visto el «interés personal» que tiene en el asunto, al tiempo que recuerdan que el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal fija la obligación de apartarse de un refrendo que pueda estar condicionado bajo pena de ser sancionado.
La nueva promoción de Delgado tiene otros puntos de controversia. Según diversas fuentes, el pasado enero, y sin concurso alguno, encomendó a Delgado, ya por entonces en la fiscalía militar, que se ocupara de asuntos de Derechos Humanos para ir engordando su currículo con vista a su nombramiento al frente de la nueva Fiscalía de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática.