Tragedia en el funicular turístico de Lisboa: al menos 16 muertos y 21 heridos

Brais Suárez
Brais Suárez LISBOA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Dos de los lesionados son españoles y ya han sido dados de alta. El accidente se produjo tras la rotura de un cable en el Elevador da Glória, que se precipitó cuesta abajo y chocó contra un inmueble

04 sep 2025 . Actualizado a las 17:30 h.

Al menos 16 personas han muerto en la tarde de este miércoles, y otras 20 han resultado heridas tras descarrilar un tranvía en el centro de Lisboa, el llamado Elevador da Glória. La cifra de fallecidos ha pasado esta mañana de 15 a 16 al fallecer uno de los lesionados trasladados al hospital. El primer ministro luso, Luís Montenegro, elevó esta mañana la cifra a 17, pero posteriormente la redujo a 16 víctimas mortales. Entre los heridos hay también un menor de 13 años, según informaciones oficiales facilitadas a última hora de la noche, cuando todas las víctimas del siniestro ya habían sido trasladadas a varios hospitales de la capital portuguesa, los de Santa María, San José y San Francisco Javier. Las autoridades no han desvelado la nacionalidad de los fallecidos pero se sabe que son siete hombres y ocho mujeres. La única víctima mortal identificada por ahora es el portugués André Marques, el guardafrenos del funicular, de 40 años. Su identidad fue revelada por SITRA, el sindicato del sector del transporte. 

Sí se conoce la nacionalidad de algunos de los heridos, entre los que había dos lesionados de origen español que ya han sido dados de alta, tal y como confirman fuentes de Exteriores. A ellos se suman cuatro portugueses, dos alemanes, un coreano, un caboverdiano, un canadiense, un italiano, un francés, un suizo y un marroquí.

La tragedia ocurrió pasada la media tarde de este miércoles, cuando el Elevador da Glória, que comunica la céntrica plaza dos Restauradores y el mirador de São Pedro de Alcântara, en el Bairro Alto lisboeta, acabó descarrilando y volcando. Se trata de uno de los principales medios de transporte turístico de la capital lusa, con capacidad para 42 pasajeros. Los bomberos recibieron la primera alerta a las 18.08 horas (a las 19.08 en la España peninsular) y articularon un dispositivo de emergencias que acumuló más de dos docenas de vehículos y alrededor de 70 efectivos de policía, bomberos y servicios sanitarios. En la zona del accidente, también se concentraron decenas de viandantes y turistas, creando un gran revuelo durante toda la tarde.

Contactado por este periódico, el Ministerio de Asuntos Exteriores español señaló que «el Consulado de España en Lisboa está en permanente contacto con las autoridades portuguesas», y, a última hora de la noche, precisó: «Las autoridades portugueses nos acaban de informar de que hay dos ciudadanos españoles entre los heridos». Entre las víctimas del suceso, el Hospital San José ha confirmado que un niño alemán ha sobrevivido al accidente, pero su madre, embarazada, está en estado crítico y su padre ha perdido la vida.

Según fuentes citadas por medios locales, las causas del accidente se atribuyen a la rotura de uno de los cables de seguridad que sujetan el vehículo, tras lo que este se precipitó cuesta abajo, hasta descarrilar en una curva del trayecto, impactar contra un edificio y volcar. El aparato quedó completamente destrozado y sus ocupantes tardaron varias horas en ser rescatados de entre la maraña de metales y escombros del edificio.

causa más probable

Un cable de seguridad roto. El funicular consta de dos cabinas —una ascendente y otra, descendente— y funciona con un sistema de tracción eléctrica, que se utiliza en el mencionado cable de seguridad para garantizar el contrapeso entre las dos cabinas. Según el diario Público, el mantenimiento del funicular fue externalizado y los trabajadores de la empresa que lo opera, Carris, protestaron por un «mantenimiento deficiente por parte de la empresa MAIN».

En un comunicado enviado a los medios portugueses, la empresa Carris aseguró que «fueron realizados y respetados todos los protocolos de mantenimiento, en concreto el mantenimiento general, que ocurre cada cuatro años y se realizó en el 2022, la reparación intercalada, que efectúa de dos en dos años» y «fueron escrupulosamente cumplidos los programas de mantenimiento mensual, semanal e inspección diaria», según señala la nota de prensa.

el vehículo

Dudas sobre el material. La antigüedad de este tipo de funiculares, que son una de las señas de identidad de la capital portuguesa, suscitó inmediatamente dudas sobre el estado del material del vehículo siniestrado. Al final de la tarde de ayer, el presidente de Carris, Pedro Bogas, aseguró que en la compañía siguen «protocolos excelentes» de seguridad y afirmó que ya se ha puesto en marcha «una investigación» interna para esclarecer lo ocurrido.

«Sobre el mantenimiento, el protocolo fue cumplido. Hace 14 años que el mantenimiento se realiza por la misma empresa. Estamos averiguando qué ha ocurrido, la investigación está en marcha y recuerdo que también hay entidades externas investigándolo» declaró Bogas.

investigación

La Fiscalía abre diligencias. De hecho, simultáneamente, también la Fiscalía portuguesa confirmaba a la agencia Efe que, «como ocurre en este tipo de situaciones y tal como determina la Ley, el Ministerio Público abrirá una investigación». Las mismas fuentes indicaron que se están llevando a cabo los procedimientos necesarios en el ámbito de sus competencias, «en concreto para efectos de preservación de las pruebas». Mientras se investiga lo sucedido el ayuntamiento de la ciudad ha decidido suspender otros asecensores y funiculares turísticos: el ascensor da Bica, el ascensor do Lavra y el funicular da Graça. Para todos ellos se han encargado de forma inmediata inspecciones técnicas, para garantizar que se cumplen todas las medidas de seguridad. 

El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, se desplazó al lugar del suceso, para interesarse por los trabajos de evacuación de los heridos y la evolución de las pesquisas. Moedas canceló su agenda del jueves y aseguró que está en contacto continuo con el Ejecutivo, que aseguró haber monitorizado la situación desde el principio. Por su parte, en un comunicado, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, dio su pésame a las víctimas y solicitó aclaraciones.

antecedentes

Otro descarrilamiento en el 2018. El funicular da Glória transporta cada año más de tres millones de pasajeros. Diseñado por el ingeniero portugués Raoul Mesnier du Ponsard, fue inaugurado en octubre de 1885 y en el 2002 fue clasificado como Monumento Nacional. El de este miércoles no fue su primer accidente, pues en mayo del 2018 también se produjo una incidencia, sin daños personales, debido a un grave error de mantenimiento, que provocó el descarrilamiento del vehículo, sin llegar a volcar. El servicio del ascensor estuvo interrumpido un mes.

El Ayuntamiento de Lisboa ha ordenado la suspensión del servicio del funicular de Bica (que conecta la Rua de São Paulo con Largo do Calhariz) y del de Lavra (entre Largo da Anunciada y Rua Câmara Pestana). También se han ordenado inspecciones para garantizar que se cumplen todas las condiciones de seguridad.

«Chocó con una fuerza brutal en un edificio y se deshizo como una caja de cartón»

Cuando una vecina de Lisboa vio el funicular desprendido y cuesta abajo, apenas tuvo pudo reaccionar. «Solo tuvimos tiempo de darnos la vuelta y empezar a correr», relató a varios medios. Se vivieron momentos de angustia en el centro de la ciudad lisboeta. Otra testigo del siniestro, según declaró a la cadena SIC, vio cómo el convoy descendió, «desenfrenado», hasta colisionar en la fachada de un hotel. «Chocó con una fuerza brutal en un edificio y se deshizo como una caja de cartón, no tenía ningún tipo de freno», destacó.

Por mero azar, dos turistas brasileños no estaban en el convoy en el peor momento posible. «Íbamos a subir al funicular, estábamos en la parte de arriba, en el mirador, decidimos dar un paseo y bajar por la calle de al lado. Cuando llegamos al lugar para subir, vimos el accidente», destacaron Anderson y Marcelo a Efe.

Jorge Dionisio, un vecino de la ciudad de 68 años, lamentaba ayer al esta desgracia desde el lugar de los hechos. Usaba con frecuencia el funicular. «No quiero ser injusto con nadie, pero las últimas veces que subí al ascensor, lo hice con inquietud», aseguró este usuario al diario Expreso. Destacó también que Sentía que los raíles estaban muy desgastados, sobre todo en las curvas que suben a Restauradores [una conocida plaza de la ciudad]».

El accidente provocó la muerte de 15 personas. Otras 18 resultaron heridas, entre ellas dos de nacionalidad española, en un siniestro que dejó el centenario Elevador da Glória, icono de Lisboa y Portugal, monumento nacional desde el 2002, hecho añicos. Todo el país luso está conmocionado. Su presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, lamentó «profundamente» el accidente, «en particular las víctimas mortales y los heridos graves, así como los numerosos heridos leves».

El sentir es extrapolable al primer ministro, Luís Montenegro, que mostró su «consternación y solidaridad con las familias afectadas por esta tragedia». El jefe del Ejecutivo portugués incluirá en el próximo Consejo de Ministros al alcalde lisboeta, Carlos Moedas, para analizar la situación.

Sánchez, «consternado»

Portugal recibió igualmente el respaldo y las condolencias de sus socios en el exterior. En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró «consternado por el terrible accidente del funicular de Glória en Lisboa». «Todo nuestro cariño y solidaridad con las familias de las víctimas y con el pueblo portugués en este difícil momento», destacó el mandatario español. «Un golpe duro para nuestros hermanos portugueses, a los que mando todo nuestro cariño y solidaridad», remarcó Alberto Núñez Feijoo, el líder del PP.

A nivel comunitario, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que se enteró con «tristeza» del suceso. «Europa se solidariza con las víctimas, sus seres queridos y toda la comunidad de Lisboa», aseguró la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.