
El líder del PP quiere dejar cerrados cuanto antes los acuerdos con Vox para centrarse en la campaña electoral
01 jul 2023 . Actualizado a las 10:09 h.«Celebramos que se vaya imponiendo la sensatez. Ya dijimos en campaña que ni regalos ni chantajes. Solo medidas para comenzar el cambio de rumbo, y presencia en los gobiernos para garantizarlo. Es un acuerdo razonable». Así reaccionó el líder de Vox, Santiago Abascal, al pacto alcanzado con el PP en Extremadura. La estrategia de Vox es mostrar su poder para condicionar los Gobiernos autonómicos del PP allí donde son necesarios para completar la mayoría para dejar claro a sus electores que, cuando se celebren las elecciones generales, en caso de que el PP y Vox alcancen la mayoría absoluta serán igual de exigentes y el propio Abascal exigirá la vicepresidencia del Gobierno en un Ejecutivo de coalición.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, evita referirse a esa posibilidad cada vez que es preguntado. Pero en la entrevista que concedió a Pablo Motos en el programa El hormiguero dejó una pista que podría ser interpretada como una negativa, cuando garantizó que tendrá una vicepresidenta del Gobierno que será una mujer. Pero nada impediría que, como Sánchez, tuviera más de una vicepresidencia.
El acuerdo alcanzando en Extremadura es fruto de las prisas de Feijoo por cerrar cuanto antes todos los acuerdos posibles para hacerse con el Gobierno de las autonomías en las que los votos del PP y de Vox son suficientes para superar a la izquierda. El jueves, Feijoo apremió directamente a María Guardiola a cerrar cuanto antes un acuerdo con Vox en Extremadura. Y 24 horas después, ese acuerdo está cerrado.
Aunque desde Génova se indicó que los líderes territoriales tendrían libertad para forjar los pactos que desearan, lo cierto es que a Feijoo no le agradaron ni las prisas del valenciano Carlos Mazón por cerrar en cuestión de horas su acuerdo con Vox, con importantes cesiones, ni el agrio discurso de Guardiola contra Vox, al que necesitaba para ser presidenta. De modo que desde Génova se le hizo saber que su actitud perjudicaba a Feijoo.
El líder del PP es consciente del coste que pueden tener esos pactos de cara al futuro, pero prefiere pasar ese capítulo cuanto antes para evitar que marquen la campaña electoral. Feijoo quiere recuperar el control del marco, como ocurrió en las autonómicas y municipales, donde la inclusión de etarras en las listas de EH Bildu monopolizó buena parte del debate.