María Chivite necesitará de una segunda votación para ser presidenta de Navarra al no conseguir la mayoría absoluta

M. C. C. REDACCIÓN

ESPAÑA

Jesus Diges | EFE

La abstención de Bildu garantiza que la candidata socialista gobernará la comunidad foral

15 ago 2023 . Actualizado a las 09:20 h.

El proceso para constituir un nuevo Gobierno en Navarra evoluciona sin sorpresas. El acuerdo firmado entre los socialistas con Geroa Bai y Contigo-Zurekin y sobre todo la abstención de Bildu harán este martes presidenta a la socialista María Chivite, que repetirá en el cargo.

La primera jornada de la sesión de investidura concluyó tal y como estaba previsto. Chivite no consiguió la mayoría absoluta de 26 actas necesaria en la Cámara foral, compuesta por 50 diputados. La todavía aspirante socialista logró en esta primera votación los 21 apoyos de los tres partidos que han firmado el pacto de Gobierno: PSN (11), Geroa Bai (7) y Contigo-Zurekin (3), mientras que EH Bildu (9) se ha abstenido, tal y como había anunciado. UPN (15), PP (3) y Vox (2) han sumado 20 votos.

Este mismo resultado hará que 24 horas después de la primera votación en el Parlamento Foral, María Chivite sea proclamada presidenta del Gobierno de Navarra, cargo del que está previsto que tome posesión este jueves.

La sesión de investidura, marcada por celebrarse en el puente de agosto, con menor presencia mediática y la mitad de la grada de invitados vacía, ha comenzado en la mañana de este lunes con un discurso de la candidata socialista que ha durado 45 minutos y que ha sido replicado por todos los grupos.

Chivite ha iniciado su disertación pidiendo la confianza del Parlamento foral convencida de «cumplir con la palabra dada» a la ciudadanía para construir «un Gobierno de progreso», apoyada en PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin.

La reelección de María Chivite como primera mujer presidenta que revalida la confianza ciudadana y lidera dos gobiernos conlleva, ha dicho, «un mensaje de posición política muy claro: apostamos por las mujeres, por el liderazgo de las mujeres, por el empoderamiento, por la visibilidad; en definitiva, por la igualdad».

En el turno de réplica, el líder de UPN, Javier Esparza, ha pronosticado que la socialista María Chivite va a presidir «un Gobierno de retroceso para Navarra», que «nace roto», respaldado por un acuerdo generalista.

La representante de EH Bildu en el Parlamento de Navarra, Laura Aznal, mostró su desconfianza hacia el Gobierno de María Chivite criticando su falta de ambición y la falta de contenido en las negociaciones, si bien ha aclarado que actuarán «con responsabilidad» para «cerrar la puerta a la derecha», una estrategia que también seguirán en la formación del nuevo Ejecutivo central tras el 23J.

La portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, ha respondido a la candidata socialista a la Presidencia que «queda trasladar la ambición del acuerdo a los ayuntamientos» y «estamos a tiempo». 

Por su parte, el portavoz del PPN, Javier García, no ha apreciado «nada nuevo» en el discurso de Chivite, lo que le hace avanzar que el suyo será «un gobierno continuista en las concesiones a los aberzales».

Por su parte, la portavoz de Contigo Navarra, Begoña Alfaro, ha mostrado su confianza en que «la clara mayoría de progreso trabajará para que esa profundización en transformaciones sociales sea una realidad», si bien ha reconocido que les hubiera gustado alcanzar un acuerdo de Gobierno «mucho más ambicioso».

Para cerrar el turno de réplica, la portavoz de Vox, Maite Nosti, ha criticado que la ambición de poder de la candidata socialista es «desmedida» y que ha pasado por encima del partido que ha ganado las elecciones, que es «UPN, le guste o no».

Ya por la tarde, Chivite ha respondido a los grupos de forma conjunta en una intervención de menos de un cuarto de hora, dando paso al segundo turno de réplica de los grupos. En estos turnos, los mensajes han ido en la misma línea que por la mañana.

Chivite ha cerrado el debate investidura con el compromiso de hacer que la Comunidad Foral «siga siendo el mejor lugar para vivir, convivir y avanzar». La votación, mediante papeletas, se ha celebrado a las 17.20, la misma hora a la que se celebrará este martes la segunda, en la que está previsto que la candidata socialista logre la mayoría simple necesaria para volver a dirigir el Ejecutivo.

Murcia y Ceuta, los flecos por cerrar en la hoja de ruta hacia la investidura

El adelanto electoral pergeñado por Pedro Sánchez tras los calamitosos resultados del 28M exigía que el PP se retratase en sus pactos con Vox para constituir los parlamentos autonómicos durante la campaña de las generales. Pero casi ochenta días después y en medio de los contactos nacionales para recabar apoyos de cara a una investidura, aún quedan cabos sueltos en Murcia —donde el bloqueo amenaza una repetición electoral— y Ceuta, nuevo campo de batalla entre PP y PSOE tras el no de los socialistas a un gobierno de coalición.

Tras la fallida investidura de Fernando López Miras en julio, el 7 de septiembre es la fecha límite para que PP y Vox alcancen un acuerdo antes de que se disuelva la asamblea regional de Murcia y se convoquen nuevos comicios. Sería una situación inédita, ya que, de no llegar a un pacto, esta será la primera comunidad en la que se repiten unas elecciones autonómicas.

La propuesta del partido de Santiago Abascal de ofrecer su apoyo sin condiciones a nivel nacional a Alberto Núñez Feijoo para respaldar «una mayoría constitucional» no ha contribuido a acercar posturas en esta comunidad. La crisis interna en el partido derivada de la renuncia de su hasta ahora portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, y de quien iba a ocupar su escaño, Juan Luis Steegmann, ha reforzado la posición de López Miras, quien necesita al menos la abstención de Vox para superar la investidura.

El otro territorio en discordia es Ceuta, donde el fallido gobierno de coalición entre PP y PSOE ha abierto una nueva guerra entre los dos principales partidos. Como ciudad autónoma, sus elecciones se rigen por la misma legislación que los ayuntamientos, lo que supone, en la práctica, que sin mayoría absoluta se convierte en alcalde-presidente la fuerza más votada, aunque gobernando en minoría. El 17 de junio fue investido el popular Juan Vivas como cabeza de la lista más votada en mayo. Una circunstancia que ya se dio en 2019 —con la abstención del PSOE— y volvió a repetirse en julio —de nuevo con la abstención socialista y, esta vez, de los apoyos de Vox— Vivas quería un acuerdo de gobierno con el PSOE, que ha sido vetado desde Ferraz.