ERC no quiere ser menos y exige ahora como Junts la ley de amnistía antes de investir a Sánchez

M. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una imagen de archivo.
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una imagen de archivo. Enric Fontcuberta | Efe

Sumar enfría las expectativas de aprobar ese perdón antes de dos meses mientras Podemos apela a su responsabilidad para apoyar al PSOE aunque Irene Montero no sea ministra

19 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No es ni el feirón de Sada, el de Vilanova da Cerveira ni el Mercat del Encants. Pero se le parece a todos. La negociación para una hipotética investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno tiene los ingredientes de un zoco: hay productos de todo tipo, entiéndanse partidos de todo el arco parlamentario, desde Bildu, Sumar y ERC hasta otros de centroderecha como PNV y Junts. Y cada uno intenta llevarse a casa lo que le interesa por el mejor precio.

La semana pasada, los mercaderes de ERC se conformaban con que Sánchez firmara un compromiso por escrito con un calendario para la aprobación de una ley de amnistía tras la elección del candidato socialista. Pero no quieren ser menos y este lunes se sumaron a los consignatarios de Junts y exigieron que la ley de amnistía esté aprobada antes de la investidura. Como dijo Junts: el apoyo hay que cobrarlo por adelantado. «No renunciamos. Y no decimos que solo nos basta un compromiso», aseguró ayer Marta Vilalta, secretaria general adjunta y portavoz de ERC en RTVE.

Además de la ley de amnistía, los de Oriol Junqueras reclaman reactivar la mesa de diálogo, que pasaría a denominarse de negociación y que debe abordar, según ERC, el referendo; exigen avances en el traspaso de Cercanías y un pacto fiscal para que Cataluña recaude todos los impuestos.

El acuerdo con Junts tiene que basarse en el «diálogo y la convivencia», manifestó el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños. 

Presión de PNV y Bildu

Y si el independentismo catalán maniobra para sacar una buena tajada de su apoyo a Sánchez, Bildu y el PNV no se quieren quedar atrás. Los nacionalistas vascos exigen la agilización de las obras del AVE a Euskadi, la gestión de la Seguridad Social y un nuevo estatuto de autonomía. Esto último no es baladí pues ahí va implícita su reclamación del «derecho a decidir» y el «reconocimiento como nación».

Bildu también ansía su trozo del pastel. Arnaldo Otegi, para quien las negociaciones son una «labor de orfebrería», presiona a Sánchez: «No es muy razonable aspirar a gobernar y no dar nada a cambio», dijo. Y se mostró convencido de que no habrá «gobierno de continuidad» sin las «fuerzas plurinacionales de izquierdas y no tan de izquierdas».

Ante las exigencias de unos y otros sobre la amnistía, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, se mostró convencido de que esa ley saldrá adelante, pero no cuando dicen los secesionistas ya que, admitió, es complicado que esté aprobada antes de una investidura de Sánchez, lo que implicaría que saliese adelante antes de dos meses.  «Los plazos del Congreso son los que son», reconoció.

Y cuando todo apunta a repetición electoral, ERC y el PNV reclamaron a los socialistas que «espabilen» y se «trabajen un poco más» la investidura. La única nota positiva para Sánchez la puso Podemos al decir que no será un escollo. En su pugna con Sumar y sobre si se plantea votar no si Irene Montero no es ministra, su portavoz Pablo Fernández fue tajante: «Creo que todo el mundo es consciente de la responsabilidad y altura de miras que ha tenido Podemos para evitar un gobierno de PP y Vox. Esa responsabilidad la seguiremos teniendo».