«Buenas, soy el asesino de los tres hermanos de Morata», reconoce el pakistaní arrestado por el triple crimen

M. S. P. REDACCIÓN | AGENCIAS

ESPAÑA

Confesó que mató a los Gutiérrez por no devolverle un préstamo de 50.000 euros

23 ene 2024 . Actualizado a las 10:03 h.

«Buenas, soy el asesino de los tres hermanos de Morata». El pakistaní Dilawar Hussain Fazal Chouhdary, de 43 años, se entregó el domingo por la tarde en el cuartel de la localidad madrileña del Arganda de Rey y confesó haber matado a Francisca Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso, cuyos cadáveres aparecieron el pasado jueves semicalcinados en su casa de Morata de Tajuña, también en Madrid.

Según su primera versión, el móvil del asesinato fue la «venganza por el dinero prestado y no devuelto de 50.000 euros». El préstamo se habría realizado en el 2022 para gestionar el supuesto cobro de la herencia de uno de los dos falsos militares estadounidenses con los que Amelia y Ángeles creían mantener una relación sentimental por internet, que en realidad era la conocida estafa del amor.

Los atestados e informes de la Guardia Civil revelan que, en realidad, Chouhdary —que desde el principio fue el principal sospechoso y que durante unos meses vivió como inquilino en una de las habitaciones de la casa de Morata— había agredido en dos ocasiones a Amelia por la negativa de esta devolverle el dinero prestado con unos importantes intereses de usura. La primera vez, según los informes policiales, fue el 10 de enero del 2023, cuando propinó a la mujer un «bofetón», si bien ella decidió no presentar denuncia.

La segunda agresión tuvo lugar el 24 de febrero del pasado año, cuando el pakistaní, conocido como El Negro en Morata, «le golpeó con un martillo en la cabeza». Por estos hechos sí que se instruyeron diligencia previas (las 89/2023) en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Arganda. En febrero entró en prisión acusado de un «delito de lesiones con instrumento peligroso», pero el 12 de septiembre fue puesto en libertad tras ser condenado (por una sentencia de conformidad) a dos años cárcel y a la pena de alejamiento de Amelia Gutiérrez.

Desde el inicio de las investigaciones todo apuntaba a Chouhdary. Y no solo por sus agresiones previas, sino por el modo de operar del triple asesinato: los tres hermanos fueron asesinados a golpes con un arma contundente similar a un martillo que no se halló en la vivienda, que estaba cerrada por dentro, lo que apuntaría a que alguien entró con las llaves de la casa.

En las inmediaciones de la escena del crimen los funcionarios encontraron una pistola simulada (de fogueo). La pistola probablemente fue comprada por los hermanos para defenderse, tras conocer que Chouhdary había salido de la cárcel.

Chouhdary fue trasladado este lunes al Acuartelamiento de Rivas Vaciamadrid para su interrogatorio, pero los agentes no tienen ninguna duda de la veracidad de su confesión. Aun así, para cerrar el caso, el juzgado ordenó el pasado 19 de enero el «tráfico completo de conexiones a los repetidores que dan cobertura al lugar en el que sucedieron los hechos» para confirmar la presencia del pakistaní en Morata en fechas recientes y conocer el día exacto del triple asesinato, que todavía se desconoce.

El asesino confeso de los tres hermanos de Morata, Dilawar Hussain
El asesino confeso de los tres hermanos de Morata, Dilawar Hussain

Grandes cantidades de dinero

El pakistaní, no obstante, no fue el único con el que los hermanos tuvieron desavenencias económicas. De hecho, recurrieron a otros prestamistas de la zona a los que también debían grandes cantidades de dinero con la aplicación de intereses de usura.

Según fuentes de la investigación, en todos los casos la que embarcó a los Gutiérrez Ayuso en la vorágine de deudas fue la menor de la familia, la anticuaria Amelia, que tenía una fuerte influencia sobre sus dos hermanos mayores: la maestra jubilada Ángeles (de 70) y Pepe (72), que sufría una minusvalía mental. Los tres siempre habían vivido juntos.

Fue Amelia la que, en el 2015, se enamoró de Edward, un falso militar estadounidense supuestamente destinado a Afganistán, al que, según fuentes de la investigación, llegó a enviar cerca de 400.000 euros durante estos ocho años como respuesta a todo tipo de peticiones, aunque la mayoría eran para desbloquear los trámites sucesorios para cobrar una herencia de siete millones de dólares, que el militar iba a compartir con Amelia. Algunas veces, incluso, la mujer llegó a remitir 30.000 euros de una tacada, como cuando los hermanos vendieron la casa familiar en el distrito de Ciudad Lineal en Madrid.

Amelia, afirman los investigadores, llegó a creer a pies juntillas todas las mentiras del estafador como que en la cumbre de la OTAN de Madrid en el 2022 se había encontrado con Joe Biden y que tenía una estrecha relación con Pedro Sánchez.