Cataluña se debate ahora entre Illa, Puigdemont o repetir elecciones

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

Aragonès e Illa, en un pleno en el Parlament
Aragonès e Illa, en un pleno en el Parlament Toni Albir | EFE

El Parlamento tiene hasta el 25 de agosto para evitar otros comicios

11 jun 2024 . Actualizado a las 21:25 h.

Superada la batalla por el control del Parlamento, a socialistas e independentistas catalanes les toca ahora batirse por la presidencia de la Generalitat. En principio, los pactos para la mesa de la Cámara no condicionan las negociaciones para la investidura, si bien Carles Puigdemont cuenta ahora con el factor campo a su favor. Con las riendas del Parlamento en manos de su compañero de filas Josep Rull, el expresidente catalán tiene casi asegurado su concurso a la investidura, aunque los números no le dan: los 59 votos que suma el bloque independentista quedan lejos de los 68 que precisa para ser proclamado en primera vuelta.

Por su parte, el ganador del 12M, Salvador Illa, solo tiene asegurados los 42 votos de su partido, a los que podría sumar los 6 de los comunes. Para alcanzar la mayoría absoluta, el socialista confía en convencer a Esquerra y evitar un bloqueo que conduciría a nuevas elecciones en octubre y a otro probable descalabro electoral de los republicanos.

El primero, Salvador Illa

La ronda de contactos oficiales con los grupos parlamentarios para designar al primer candidato a la investidura comenzarán la semana que viene. Ayer, Rull no dio pistas sobre a quién llamará primero para someterse al escrutinio del Parlamento. El primer escenario pasaría por el ganador del 12M. «Veo que Illa dice que lo tiene muy claro: que vaya él a la investidura primero y si no sale que lo deje estar», dijo ayer en TV3 el número dos de Junts, Jordi Turull.

Sin embargo, parece improbable que entre hoy y el 25 de junio, fecha límite para el primer debate de investidura, los socialistas tengan tiempo de cerrar un acuerdo con ERC, que ya ha advertido que venderá caros sus votos y exigirá, entre otras cosas, un modelo de financiación singular. Illa podría probar suerte para que no tome la delantera Puigdemont, aunque el primer intento en junio sería fallido. O puede renunciar a presentarse y pedir más tiempo para tejer un acuerdo con los de Rovira y Aragonès.

El turno de Puigdemont

La segunda carpeta que tiene Rull sobre su mesa es la de Puigdemont. Con 35 diputados, el cabeza de lista de Junts obtuvo la segunda plaza el 12M, pero aun así reivindica su derecho a intentar la investidura por disponer de más apoyos potenciales, sumando todas las fuerzas independentistas. Sus opciones son remotas, porque depende de la abstención del PSC, algo que su líder, Salvador Illa, volvió a descartar ayer de forma rotunda.

«Yo no me abstendré», afirmó en catalán, castellano, inglés y francés. «Se lo digo en todos los idiomas, no lo haremos porque los catalanes no han votado esto», sentenció. Si el Parlamento estuviera en manos del PSC, Puigdemont apenas tendría posibilidades, pero con Rull, que recomendó al socialista «prudencia y humildad», todo es posible.

Repetición electoral

El tercer escenario es que ni uno ni otro se postulen en junio. En este caso, Rull puede optar por una fórmula excepcional, pero con un precedente. En el 2020, después de que Quim Torra fuese inhabilitado como presidente de la Generalitat, Roger Torrent, por entonces presidente del Parlamento, puso en marcha un procedimiento para designar un nuevo jefe del Ejecutivo.

Al no haber candidatos, los servicios jurídicos de la Cámara le indicaron una salida. Aprovechó un pleno para oficializar la cuenta atrás hacia la convocatoria automática de elecciones, dando lectura a un comunicado sobre la imposibilidad de investir a un sustituto de Torra. Rull podría hacer lo mismo para activar el reloj: vencidos los dos meses de plazo el 25 de agosto sin investidura, Cataluña se vería abocada a la repetición electoral.