Rull solemniza el inicio de la cuenta atrás para investir un presidente y evitar nuevas elecciones en Cataluña

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Parlamento, Josep Rull, ha constatado que no hay ningún candidato con apoyos para someterse a la investidura
El presidente del Parlamento, Josep Rull, ha constatado que no hay ningún candidato con apoyos para someterse a la investidura DAVID ZORRAKINO / EUROPA PRESS

Se abre un plazo de dos meses para lograr un difícil consenso

26 jun 2024 . Actualizado a las 21:56 h.

El reloj electoral ya corre en Cataluña. Y se parará el próximo 26 de agosto, último día para ungir al próximo presidente de la Generalitat. Si no ocurre así, los catalanes tendrán que volver a las urnas previsiblemente el próximo 13 de octubre. Como era de esperar, el pleno de no investidura celebrado ayer sirvió para poner el contador en marcha. A modo de exposición de motivos, los grupos parlamentarios expusieron sus argumentos ante la situación de bloqueo que sufre Cataluña, con el fantasma de la repetición electoral cada día un poco más cerca. Después, el presidente del Parlamento, Josep Rull, leyó y firmó una resolución que constata la ausencia de candidatos, y que en la práctica funciona como una investidura fallida, ya que activa el plazo de dos meses que estipula el reglamento para investir a un presidente. En cualquier caso, la segunda máxima autoridad de la comunidad (la primera, Pere Aragonès, está en funciones) sigue confiando en un pacto para la investidura que evite las urnas, un escenario «que no sería pertinente». Para facilitar las cosas, en julio y agosto no habrá vacaciones y el Parlamento estará «siempre alerta», recordó en declaraciones a TV3, para convocar un debate de investidura en cuanto un candidato disponga de la mayoría necesaria.

En su intervención en el Parlamento, Salvador Illa, el aspirante del PSC, ganador de las elecciones del 12 de mayo, remarcó que la «única posibilidad» es un pacto «progresista» entre socialistas, Esquerra y los comunes, y se comprometió a negociar «sin prisas y sin pausas» para vencer las resistencias de los independentistas de izquierdas, enrocados en la financiación singular. «O pacto progresista o repetición electoral, no hay más opciones», sentenció. Desde el Congreso de los Diputados, el diputado de ERC Francesc Marc-Álvaro reiteró que «sin soberanía fiscal» no facilitarán «ninguna investidura», a lo que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, contestó que el PSOE «no comparte el modelo de concierto económico o similar». En sentido contrario y fuera de la ecuación, el popular Alejandro Fernández subrayó que el PP solo investirá «a quien se comprometa a poner fin al procés, aquí y en Madrid».

Junts no se rinde

Mientras, en Junts, no tiran la toalla y mantienen la presión sobre Illa. El jefe del grupo parlamentario, Albert Batet, destacó que harán «todo lo posible» para investir a Carles Puigdemont e instó al líder de los socialistas catalanes a no «deslegitimar» la aritmética surgida de las urnas el pasado 12 de mayo. «La realidad es la que es, y vayan con cuidado al deslegitimarla, porque el señor Collboni no ganó las elecciones y es alcalde de Barcelona con los votos del PP y comunes; o Pedro Sánchez no ganó las elecciones y es presidente gracias a los votos indispensables de Junts», advirtió.

Sobre el regreso de Puigdemont a España, la gran baza de los neoconvergentes para presionar a los republicanos y evitar que sus 20 escaños caigan del lado socialista, Josep Rull dio por seguro que el expresidente volverá si hay un debate de investidura «sea cual sea la situación en el ámbito de la amnistía». Es decir, con orden de detención o sin ella. «Puigdemont me ha trasladado personalmente que si hubiese habido un debate de investidura, sea cual sea su situación concreta con la amnistía, él habría venido. Y si hay un debate de investidura, él vendrá sea cual sea la situación», apostilló el presidente de la Mesa.