Feijoo dice que Vox no midió su decisión: «Se han pasado de frenada y han descarrilado»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, este viernes, durante la rueda de prensa en la sede de Génova.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, este viernes, durante la rueda de prensa en la sede de Génova. BORJA SÁNCHEZ-TRILOO / EFE

El líder del PP critica a Abascal por aspirar a hacer oposición al PP, en lugar de a los socialistas

13 jul 2024 . Actualizado a las 16:23 h.

«No han medido la decisión, se han pasado de frenada y han descarrilado». Ese es el diagnóstico que hizo este viernes el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, sobre la decisión del líder de Vox, Santiago Abascal, de romper los pactos de Gobierno en cinco comunidades en las que gobernaban en coalición con el PP. Un movimiento político que calificó de «disparatado». Según explicó, el «volantazo» de Vox exigía al PP que fuese «irresponsable e insolidario». Feijoo indicó que en su partido no están dispuestos a «tragar con cualquier cosa». Y, por ello, agradeció los «servicios prestados» de los miembros de Vox, sobre los que aseguró que con la inmensa mayoría de ellos «se ha trabajado con absoluta normalidad».

Un día después de que Vox rompiera los gobiernos de coalición de Castilla y León, Extremadura, Aragón, Murcia y Comunidad Valenciana, y de que retirara su apoyo al Gobierno monocolor del PP en Baleares, Feijoo respondió que a él no le va a imponer «chantajes nadie» porque está «a disposición» de su país «para que cambie el Gobierno». «En medio de tanto caos», dijo, los españoles» se merecen que alguien levante «la bandera de la responsabilidad y del sentido común». «El problema de Vox parece ser que es el PP, y yo mismo. Es su decisión, suerte con ella», dijo Feijoo, que aseguró que su preocupación «no es el señor Abascal, sino un presidente del Gobierno obsesionado con el poder estéril»

El líder del PP dirigió sus ataques contra Vox advirtiendo de que se trata de un movimiento que beneficia a Pedro Sánchez. «Vox parece que aspira a ser siempre oposición. Formalmente, al PSOE, pero activamente, al PP», señaló sobre las críticas que le lanzó Abascal. 

Abascal amplía el desafío

Feijoo pretende conservar la gobernabilidad en las autonomías afectadas con el apoyo parlamentario puntual de esos mismos socios que han roto las coaliciones. Pidió a los parlamentarios de Vox que «no entorpezcan la gobernabilidad en las comunidades autónomas, ni tampoco el cambio político en España». «Porque el cambio político es imparable», dijo, «lo quieran» los dirigentes de Vox «o no».

Santiago Abascal reconoció este viernes la existencia de «debates y «diferentes posiciones» en la ejecutiva de Vox, pero explicó que la decisión se tomó «por mayoría» y de forma «colectiva». Advirtió además al PP con romper en los más de cien ayuntamientos que comparten si «colaboran activamente» en el reparto de menores migrantes no acompañados.

La decisión de Vox se tradujo en una intensa jornada de acontecimientos políticos. Los cuatro vicepresidentes de gobierno autonómicos presentaron su dimisión, aunque los consejeros de las comunidades afectadas no lo hicieron y fueron destituidos. Las excepciones fueron Extremadura, donde la presidenta, María Guardiola, ratificó en su cargo al único consejero de Vox, Ignacio Higuero, y Castilla y León, donde los tres consejeros de Vox pretendían seguir en el cargo. Finalmente, el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, destituyó a dos de ellos y solo ratificó en el puesto a Gonzalo Santonja, que seguirá en el Gobierno del PP.

El Gobierno insta a los populares a romper también en los ayuntamientos y pactar la ley de extranjería

El Gobierno celebró la salida de Vox de los cinco gobiernos autonómicos en los que gobernaba con el PP y emplazó a los populares a dar ahora un paso y romper las políticas aprobadas con la formación de Santiago Abascal, así como a aceptar el reparto de menores migrantes por ley.

«España es hoy un país mejor, y, por tanto, no puedo ocultar mi alegría y mi felicidad. Bien está lo que bien acaba», dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el jueves en una rueda de prensa en Washington.

La postura de Sánchez fue replicada este viernes por otros integrantes de su Gobierno como el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que instó al PP a romper los acuerdos con Vox en ayuntamientos, derogar las leyes pactadas y aprobar el reparto de menores migrantes por ley si quiere «romper amarras definitivamente con la ultraderecha».

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; la vicepresidenta primera del Gobierno y número dos del PSOE, María Jesús Montero; así como el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, insistieron en estas peticiones.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aseguró que los socialistas harán una oposición «constructiva» y «responsable» en los cinco gobiernos autonómicos, en los que Vox ha roto con el PP, dejando en minoría a los populares. En representación de Sumar, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, instó a Feijoo a aprovechar esta «gran oportunidad» y a pactar con el Gobierno la reforma de la ley de extranjería, mientras que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, consideró que la salida de Vox indica que hay un «desmoronamiento» del bloque de la derecha en España. En Castilla y León, el líder regional del PSOE, Luis Tudanca, ofreció también estabilidad al gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, con pactos puntuales, pero siempre y cuando el PP rompa con las políticas implantadas con Vox.