Llarena pide explicaciones a los Mossos y a Marlaska por la fuga de Puigdemont
ESPAÑA
El expresidente dice en redes que está en Waterloo y critica el dispositivo policial
13 ago 2024 . Actualizado a las 12:24 h.El juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, quiere saber por qué los Mossos fallaron tan estrepitosamente en su intento de arrestar a Carles Puigdemont la mañana del jueves en Barcelona. Sabían el día, la hora y el lugar, pero de manera incomprensible el expresidente de la Generalitat fue capaz de burlar a las decenas de agentes allí presentes, muchos de paisano, y huir en coche hacia la autopista AP-7 en dirección a Francia, según relató ayer en RAC-1 el secretario general de Junts, Jordi Turull, que lo acompañó en la escapada.
En concreto, Llarena quiere conocer los «elementos que determinaron el fracaso» de la operación, para lo que ha pedido informes a los mandos de la policía autonómica y del Ministerio del Interior. En sendas providencias, el magistrado del Tribunal Supremo pregunta al cuerpo policial y al departamento de Fernando Grande-Marlaska cuál era el operativo inicialmente aprobado y dispuesto para su detección en frontera, así como las órdenes posteriores cursadas para su captura tras la fuga. También el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña reclamó al comisario jefe, Eduard Sallent, «información precisa» sobre el plan diseñado para capturar al líder del 1-O.
Las dependencias del TSJC se encuentran a unos pocos metros del lugar donde Puigdemont se dirigió a los suyos desde un atril a las nueve de la mañana, tal como anunció en la víspera, y escapó por la parte de atrás del escenario, con un sombrero en la cabeza, camuflado entre seguidores también con la cabeza tapada y que actuaron como barrera humana.
«Caza de brujas»
Este viernes de noche, Puigdemont reapareció, pero solo en la red X, con un extenso texto diciendo que está en Waterloo y criticando la operación policial. Arremete contra la «deplorable» «rueda de prensa del consejero de Interior y del jefe de los Mossos». Habla de «caza de brujas» contra personas que estuvieron a su lado en Barcelona, y dice que «la ola de represión» emprendida «por el consejero Elena y el comisario jefe de los Mossos es digna de Marlaska o de Zoido». Describe de «delirante» la operación policial y sobre la detención de agentes asegura que se les «castiga por su compromiso cívico». Añade que nunca quiso entregarse ni facilitar su detención porque le parece inaceptable que se le esté «persiguiendo por razones políticas». Y concluye diciendo que si le hubiesen concedido los escoltas que «le corresponden» sabrían en todo momento dónde estaba.
Ahora, el juez del Supremo deberá determinar si la huida fue por un error policial o si hubo connivencia de los cuerpos policiales. El consejero de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, lo negó, exculpando a los Mossos, cuyo «objetivo principal» era, según dijo, asegurar que el pleno de investidura se llevara a cabo «con total normalidad». Elena dijo de quien fue máxima autoridad de Cataluña que el Ejecutivo no esperaba «un comportamiento tan impropio». Para el comisario jefe, Eduard Sallent, «no fueron los Mossos quienes hicieron el ridículo».