En libertad el supuesto autor del atropello de los dos jóvenes que viajaban en patinete en Murcia

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Imagen de archivo de patinetes eléctricos.
Imagen de archivo de patinetes eléctricos. MONICA IRAGO

Sonia, una de las víctimas del arrollamiento, usó sus últimas fuerzas para arrastrarse hasta Iván, el otro afectado, y fundirse en un abrazo antes de caer en coma inducido

27 ago 2024 . Actualizado a las 13:03 h.

 En la madrugada del domingo, un trágico incidente cambió para siempre la vida de dos jóvenes, Iván y Sonia, de 17 y 16 años, en la pedanía murciana de Rincón de Beniscornia. Mientras circulaban en un patinete, una furgoneta los arrolló brutalmente, arrojándolos contra el bordillo y dejándolos inconscientes. Lo que sucedió después, según testigos, fue desgarrador: los encontraron abrazados, un gesto que se dio justo antes de que la oscuridad del coma los envolviera. Sonia, herida de gravedad, usó sus últimas fuerzas para arrastrarse hacia Iván y aferrarse a él en un abrazo, así lo relato una de las familiares de las víctimas.

El reloj marcaba las 1.22 cuando un vecino, testigo de la tragedia, alertó al 112. Mientras las sirenas rompían el silencio de la noche, el conductor de la furgoneta, en lugar de detenerse a socorrerlos, huyó dejando a los jóvenes a su suerte. Ambos fueron trasladados de urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen de la Arrixaca, con un diagnóstico sombrío: traumatismo craneoencefálico grave. «A Iván lo operaron este domingo y le quitaron un trozo de cráneo porque tenía una parte del cerebro presionado», relata el padre de la joven, Miguel Limiñana. «Parece que él se está llevando la peor parte», recalca.

«Llamamos al teléfono de Iván y nos lo cogió la Policía». «Nos dijeron que habían tenido un accidente y estaban gravísimos. Que los habían dejado tirados en la carretera desangrándose a los dos», cuenta conmocionado Miguel.

La Policía, que no tardó en movilizarse, logró dar con la furgoneta en la pedanía de Nonduermas gracias a un trozo del guardabarros y del faro que quedó en la escena. El vehículo, una Peugeot Partner blanca, presentaba daños que coincidían con el atropello: un golpe en el lado izquierdo del paragolpes delantero.

A pesar de la huida, el propietario, un vecino de La Ñora de 48 años, decidió entregarse horas después, acompañado de su abogado. Este lunes, el conductor ha pasado a disposición judicial y, tras su declaración, ha quedado en libertad con cargos, una decisión que ha provocado una mezcla de incredulidad y dolor en los familiares de las víctimas. 

Este lunes, el Juzgado de Instrucción número 4 de Murcia, en funciones de guardia, decidió que el presunto autor del atropello quede en libertad con cargos, bajo la obligación de comparecer periódicamente y la prohibición de salir del territorio nacional. A este hombre se le investiga por los delitos de «lesiones imprudentes» y «omisión del deber de socorro». Mientras tanto, en la UCI, los dos jóvenes en estado crítico,luchan por sus vidas.