Puigdemont estuvo 11 horas escondido en Barcelona tras su fuga

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

El expresidente de Cataluña Carles Puigdemont, en su breve discurso en Barcelona.
El expresidente de Cataluña Carles Puigdemont, en su breve discurso en Barcelona. Lorena Sopena | REUTERS

Su idea era asistir a la Cámara catalana al pleno de investidura de Illa, pero desistió de su plan inicial al ver el dispositivo policial de los Mossos

02 sep 2024 . Actualizado a las 13:23 h.

Carles Puigdemont, según Junts, no huyó de forma inmediata a Waterloo tras su aparición fugaz en el arco del triunfo de Barcelona. Tampoco lo hizo tras una persecución de película. El secretario general de Junts, Jordi Turull, que acompañó en todo momento al expresidente de la Generalitat, ha asegurado este lunes que Puigdemont permaneció en Barcelona hasta las ocho de la tarde, después de pronunciar un discurso ante cientos de seguidores muy cerca del Parlamento catalán a las 9 de la mañana.

Su idea era asistir a la Cámara catalana al pleno de investidura de Illa, pero desistió de su plan inicial al ver el dispositivo policial de los Mossos, que parecía que querían detener a un «terrorista» o a «Anibal Lechter».

El plan de fuga de Puigdemont se improvisó sobre la marcha y el expresidente de la Generalitat se escondió en dos pisos, entre las 10 de la mañana, tras su discurso y las 8 de la tarde, en que el dirigente nacionalista puso rumbo hacia Waterloo. Salió la capital catalana en coche, justo a la hora en que Salvador Illa fue investido presidente de la Generalitat. Turull no ha revelado la ruta. Sí ha confirmado que el expresidente de la Generalitat llegó a Barcelona el martes 6 de agosto, dos días antes del pleno de investidura de Salvador Illa. Arribó en coche, por la frontera de la AP7 en la Jonquera y se refugió en un piso, de donde no salió hasta el jueves, el día de la investidura, en que hizo su aparición en el arco del triunfo, pronunció un discurso y desapareció.

Abandonó el escenario del arco del triunfo por «motivos de seguridad». No hubo juego de sombreros con el líder de Junts, según Turull, para marcharse. Se montó en un coche y se escondió en un piso para preparar su discurso en el Parlament, como jefe de la oposición. Según el secretario general de Junts, «nadie les persiguió». «Llegamos al piso con normalidad», ha señalado en Rac1. Su idea era esperar en el apartamento hasta la hora de inicio del pleno del Parlament.

Al ver el dispositivo y el riesgo a ser detenido, Puigdemont decidió no acudir a la Cámara catalana. Hacia las 13 horas, tomó la determinación de regresar a Waterloo y evitar ser detenido. A las 14 horas, cambió de piso. Fue de un aparcamiento a otro, en un coche con las ventanas tapadas con unos parasoles. La operación jaula de los Mossos estaba en marcha. «En ese momento puedes hacer dos cosas: o dejarte detener o plantar cara», según Turull

Los Mossos dijeron en un primer momento que tenían localizado a Puigdemont. Pero Turull ha dicho que si lo hubieran tenido localizado le habrían detenido. Todo hubiera sido distinto, según el líder soberanista, si el expresidente hubiera tenido los escoltas que pidió por su condición de expresidente. En ese caso, la Policía catalana habría tenido información de él en todo momento. Junts ha negado que hubiera un pacto con los Mossos y ha señalado que el objetivo de la entrada y fuga de Puigdemont era confrontar contra los jueces del Supremo que no aplican la ley de amnistía. Según el dirigente independentista, el líder nacionalista quiso evitar la imagen de los Mossos deteniéndole.

En clave de política nacional, Turull ha vuelto a amenazar con no apoyar al Gobierno en el Congreso. «Sánchez no tiene el apoyo garantizado», ha asegurado. Cada votación, ha avisado, se cobrará «pieza a pieza». Y ha advertido de que no respaldarán ninguna iniciativa que consolide el café para todos o aumente los agravios a Cataluña. El secretario general de Junts ha vinculado el voto de su partido a las iniciativas que lleve el Gobierno a votación en el Congreso, como los Presupuestos, a avances en el reconocimiento nacional, el referendo y al concierto económico, que deben negociarse en el marco de las reuniones de Ginebra. A su juicio, las declaraciones de la vicepresidenta Montero rebajando el alcance del concierto pactado entre PSC y ERC para investir a Illa es una «enmienda» al acuerdo que suscribieron el PSOE y Junts para investir a Sánchez, lo cual dejaría en papel mojado el apoyo de los junteros a los socialistas.

Sobre el congreso de Junts, Turull ha dado por hecho que Puigdemont se mantendrá en primera línea, a pesar de que dijo que se apartaría si no era investido. Todo apunta a que podría ser elegido presidente del partido.