Más de 100.000 manifestantes exigen la dimisión de Mazón un mes después de las riadas: «Está incapacitado moral y éticamente»

Redacción LA VOZ

ESPAÑA

Cientos de personas, manifestándose ayer contra Carlos Mazón en el centro de Valencia.
Cientos de personas, manifestándose ayer contra Carlos Mazón en el centro de Valencia. Kai Forsterling | EFE

A la protesta, convocada por 58 entidades, se han adherido otras 158

30 nov 2024 . Actualizado a las 22:50 h.

«No queremos empatía; queremos justicia». Un mes después de la dana que asoló la provincia de Valencia, causó 222 víctimas mortales y dejó cuatro desaparecidos, más de 100.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno, volvieron a salir ayer a las calles de la ciudad del Turia para expresar su indignación por la gestión de la catástrofe y exigir la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Convocada por 58 entidades sociales y respaldada por otras 158, la marcha partió pasadas las seis de la tarde de la plaza del Ayuntamiento bajo el lema «Mazón, dimisión», un dirigente al que consideran «incapacitado moral y éticamente para la reconstrucción». Es la denuncia de una de las portavoces de las organizaciones convocantes, Anna Oliver, quien tachó de «vergüenza» la comparecencia del político popular en la Cámara autonómica sobre la tragedia: «No pidió disculpas, no dio ninguna explicación razonable de lo que había sucedido y solo vendió humo».

Cientos de pancartas y cánticos volvieron a mostrar el enfado y la frustración de los valencianos, muchos venidos desde la zona cero: «Mazón, asesino», «Que no salgan impunes; pedimos que lo paguen en cárcel», «Mazón comía, el pueblo se ahogaba», «No son muertos, son asesinatos».

Otra coportavoz, Alexandra Usó, lamentó que, un mes después de la catástrofe, los pueblos «continúan como si estuviéramos en el tercer mundo» y se quejó de que «no han llegado las ayudas» mientras las personas «están sufriendo». Su compañera, Mar Cardona, criticó la «militarización del Gobierno Civil» y advirtió de que no pararán hasta que tengan «dignidad, justicia y reparación».

La manifestación estuvo encabezada por una trabajadora del 112, una docente, una empresaria damnificada de la localidad de Algemesí, una vecina de Picasent afectada, un vecino de Albal, Josep Maria Tarazona (del Institut d’Estudis Comarcals), un memorialista y profesor a Catarroja, y otra vecina víctima de las riadas.

«Son el gobierno de la destrucción, son el gobierno militarizado, el gobierno que solo está dando dinero a las empresas castigadas y vinculadas a las casos de corrupción. No queremos que ellos dirijan la reconstrucción y el retorno a la normalidad de la gente que está abandonada en pueblos y ciudades», protestó Oliver ante los medios de comunicación. También censuraron al Ejecutivo central, «que tendría que haber presionado de manera contundente e inmediata al Gobierno valenciano ante su inacción».

Un gran lazo negro en señal de duelo, la fotografía de Mazón boca abajo y carteles con los nombres de los municipios castigados por las lluvias torrenciales marcharon en volandas hasta la plaza de la Virgen, ya que tres informes negativos de seguridad habían desaconsejado que la protesta terminase en la plaza Manises, frente al Palau de la Generalitat. Se desplegaron 500 efectivos policiales, aunque no hubo incidentes. Pese a que el recorrido fue más largo que en la anterior manifestación —la del 9 de noviembre, en la que participaron 130.000 personas—, cuando la cabecera llegó al final del recorrido todavía había gente partiendo del punto de inicio.