Felipe VI recuerda en la Italia de la ultraderechista Meloni un «pasado que no debe repetirse»
ESPAÑA
Defiende la necesitad de brindar a los inmigrantes «un trato digno»
11 dic 2024 . Actualizado a las 21:42 h.El segundo día de la visita de los reyes a Italia estuvo protagonizado por el discurso de Felipe VI ante los parlamentarios de la Cámara de Diputados y del Senado reunidos en sesión conjunta en el palacio Montecitorio. Se trata de una ceremonia poco habitual, cuyos únicos precedentes fueron la visita del papa Juan Pablo II en el 2002 y la del rey Juan Carlos en 1988. «Este privilegio se dispensa a muy pocos jefes de Estado extranjeros, y si hoy se me honra con él, es porque España no se tiene en Italia tan solo como país amigo, sino como país hermano», dijo Felipe VI. Tras ser acompañados a ver unos frisos del siglo XVI recientemente restaurados, los reyes fueron recibidos en el hemiciclo con un largo aplauso, y recibieron la tradicional campanilla que el presidente de la Cámara usa para llamar la atención de los parlamentarios como recordatorio de la visita.
El rey comenzó su discurso en italiano, pese a no haber nacido en Roma como su padre, como quiso recordar, y definió la sede del Parlamento como un «espacio histórico de la representación de la soberanía nacional» en el que quedan reflejados «los valores que nos definen», empezando por la democracia. Felipe VI citó en particular los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, y los «complejos e ingentes» retos de seguridad, crisis climática, gestión de la migración y crecimiento económico a los que se enfrenta Europa.
«Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado, en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura, y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia», recalcó en alusión a las dictaduras de Franco y Mussolini. El rey también defendió la necesidad de brindar un «trato digno» a los inmigrantes y una mayor coordinación entre los dos países en esa materia. Este fenómeno es uno de los puntos de fricción entre el Gobierno español y el de la ultra Giorgia Meloni. Su Ejecutivo decidió trasladar a Albania a migrantes llegados a Italia para procesar allí sus solicitudes de asilo y repatriarlos de ser necesario.
Antes de la visita al Parlamento, el rey almorzó precisamente con Meloni, y, junto con la reina, fue recibido en el palacio del Quirinale por el presidente de la República, Sergio Mattarella. Durante la rueda de prensa de los dos jefes de Estado, Mattarella renovó sus condolencias, en nombre de toda Italia, por las víctimas de la dana que asoló Valencia.