Esquerra se planta con los socialistas y no negociará los Presupuestos del 2025
ESPAÑA
Los sectores más izquierdistas de ERC proponen que el partido deje de definirse como únicamente independentista
11 ene 2025 . Actualizado a las 18:24 h.Tras la dura batalla por el liderazgo, que ha partido en dos ERC, la formación republicana abre ahora un nuevo frente, con la redacción de las ponencias políticas, estatutarias y la nueva hoja de ruta soberanista, que se votarán entre el 15 y el 16 de marzo, en la segunda fase del congreso interno. El consejo nacional, celebrado este sábado en Barcelona, aprobó la composición de estas comisiones y ratificó la decisión de la nueva dirección de plantarse ante los socialistas y «no participar en la negociación de los Presupuestos» del 2025.
Esquerra, que invistió a Sánchez y a Illa, aboga ahora por distanciarse del PSC y del PSOE, por su competencia con Junts por el espacio soberanista. Durante su discurso en el consejo nacional del partido, el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, que ha renovado su mandato cuatro años más (lleva desde el 2011), fijó su nueva posición, mucho más tensa con los socialistas, a los que advirtió de que no negociará nada hasta que cumplan los acuerdos suscritos previamente con los republicanos. Especialmente en lo que tiene que ver con el traspaso de Cercanías, que el Govern trata de acelerar, y a la financiación singular, que ni siquiera está aún definida. «Sin soberanía fiscal, es imposible que haya una propuesta presupuestaria que sea la mejor», dijo ante la plana mayor de su partido. «No tenemos la voluntad de llegar a nuevos acuerdos hasta que se cumplan los vigentes», avisó.
La primera consecuencia del nuevo período abierto en ERC es el alejamiento de los socialistas, que ha provocado que los republicanos aparquen ya la entrada en el Gobierno municipal de Jaume Collboni, un pacto que estaba cerrado hace meses por la actual secretaria general.
El consejo nacional puso además en marcha la llamada comisión de la verdad, que recibe el encargo de esclarecer todos los escándalos que han sacudido al partido en los últimos meses, como quién fue el responsable dentro de la formación de las campañas ofensivas contra los Maragall o contra Junqueras y si había una estructura paralela a la dirección y quién la componía.
Es un asunto muy delicado, pues el sector de Junqueras, ganador del congreso, podría escudarse en el resultado de esta comisión para hacer purgas. De momento, no ha hecho demasiadas. Solo ha relevado a Marta Vilalta. Josep Maria Jovè y Teresa Jordà, destacados roviristas, siguen de número uno del grupo republicano en el Parlament y de dos en el Congreso, respectivamente.
Nueva hoja de ruta
Junqueras ha iniciado su nuevo mandato con una cierta prudencia, sabedor de que tiene casi a la mitad del partido en contra. Uno de los dirigentes más próximos al presidente, Joan Tardà, que fue jefe de filas en el Congreso, está siendo uno de los animadores del proceso precongresual, al proponer un cambio en los estatutos, que puede traer cola. Tardà, dirigente del sector más izquierdista, plantea modificar el artículo 2 que afirma que «Esquerra Republicana tiene como objetivo la independencia de los Països Catalans». Su propuesta es que ERC deje de ser exclusivamente independentista y el objetivo sea proclamar una «república catalana», que podría ser independiente o formar parte de una España federal, similar a la idea de Macià. Pesos pesados, como Carme Forcadell, Dolors Bassa o Pilar Vallugera ya se le han tirado a la yugular, aunque hay quien recuerda que ERC no se declaró independentista hasta 1989. Veremos si Junqueras se atreve a cambiar los estatutos, pero el presidente de la formación hace tiempo que aboga por llevar las fronteras ideológicas más allá de sus siglas para sintonizar con sectores soberanistas de los comunes y hasta del PSC.
La otra patata caliente será definir la hoja de ruta soberanista. Y hasta qué punto Junqueras puede articular una nueva, tras ser protagonista de los hechos de octubre de 2017 y la apuesta por la vía unilateral. La nueva dirección republicana no quiere que se le acuse de aparcar el procés y ya pone sobre la mesa una agenda que tiene por objetivo que en 2031, el año del centenario del partido, haya de nuevo una mayoría social en Cataluña a favor de la secesión. La ejecutiva se comprometió este sábado a definir una nueva estrategia con tal de cerrar filas con los sectores más soberanistas.