Sánchez legitimará el lunes a Zelenski en Kiev y sitúa a España frente a Trump y Putin
ESPAÑA

Avalará contra las amenazas al líder de Ucrania en el tercer aniversario de la invasión, mientras Feijoo le urge a ir al Congreso a explicarse
20 feb 2025 . Actualizado a las 19:39 h.Pedro Sánchez mueve ficha, con un gesto legitimador del hoy acosado Gobierno de Ucrania, que se proyecta tanto en el convulso tablero internacional como en la política nacional. Este lunes 24 de febrero, el día en que se cumplen tres años desde que la tropas de Vladimir Putin invadieran el país vecino, el presidente viajará a Kiev para reunirse con su homólogo, Volodímir Zelenski, y ratificar así el respaldo de España a la resistencia ucraniana frente al expansionismo de Rusia en un momento crítico para esta, después de que Donald Trump haya virado la posición de EE.UU. hacia el entendimiento con el Kremlin para una paz impuesta que prescinde de los invadidos, orilla a Europa y pasa por encima de la OTAN.
«El lunes estaré en Kiev para reafirmar el apoyo de España a la democracia ucraniana y al presidente Zelenski», anunció el propio Sánchez en su cuenta en X, la red social del magnate -Elon Musk- erigido en asesor áulico de Trump y apenas unas horas después de que el reelegido presidente estadounidense propinara un nuevo golpe al escenario mundial haciendo suya la versión rusa que define al presidente de Ucrania como «un dictador» y coaccionándole con que si no se transige con el fin de las hostilidades que negocian a dúo Washington y Moscú, «se va a quedar sin país» en el que permanecer.
Esta será la cuarta ocasión, avanzada esta vez con una anticipación que no se había producido las precedentes por las exigencias de seguridad, en que el jefe del Ejecutivo español se desplazará al territorio en guerra para avalar la causa ucraniana frente al invasor; una cobertura obligada, a su juicio, ante la reactivación de un imperialismo ruso que hostiga a la vieja Europa hoy agrupada en la UE. Sánchez se vio con Zelenski en el país de este al inicio de la contienda bélica, en el primer aniversario de la misma y con motivo de la presidencia española por turno de la Unión en el segundo semestre del 2023. No han sido, no obstante, sus únicos encuentros. Sin ir más lejos, ambos se vieron este enero en la cumbre económica de Davos (Suiza) y el líder socialista recibió al ucraniano en La Moncloa el pasado 27 de mayo.
Pero a nadie se le escapa el vuelco que ha imprimido Trump al contexto de la invasión y que enmarca en una creciente inquietud este cuarto viaje de Sánchez a Kiev. El presidente español asistió el lunes a la cita de urgencia convocada en París por Emmanuel Macron con los principales dirigentes de la UE y sus estados miembros para tratar de componer una imagen de unidad y de activación de la diplomacia europea frente a la solución forzada que buscan forjar Trump y Putin, en una alianza sobrevenida que remueve los cimientos del orden internacional tras la Guerra Fría y la posterior caída del Muro de Berlín. Desde el comienzo de la invasión, el Gobierno de Sánchez ha defendido una «paz justa y duradera» para Ucrania, que respete su integridad territorial y en cuya negociación sean protagonistas tanto Kiev como Bruselas. Tras la cumbre en la capital parisina, que se cerró sin iniciativas concretas, el presidente español advirtió de que no cabe ninguna salida que premie al invasor ni suponga un «cierre en falso» porque esa sería la puerta de entrada para un conflicto «mayor» en unos años.
Una «doble injusticia»
En este trienio ya de guerra en Ucrania, el Gobierno y el principal partido de la oposición no han labrado una suerte de pacto de Estado para afrontar conjuntamente una contienda que, además de las consecuencias humanitarias, sumió a las poblaciones europeas en una severa crisis de inflación. Pero aun sin consenso formal, Sánchez y Feijoo han mantenido su respectivo apoyo a los ucranianos, que el jefe de filas del PP ha reiterado esta semana volviendo a circunscribir la responsabilidad de la guerra a la violación por Rusia del Derecho internacional e incidiendo en que «la causa de Ucrania es la causa de Europa». «Si el agresor gana una guerra hay una doble injusticia: la invasión inicial y una paz injusta», advirtió este jueves en un acto en el que asumió la gravedad del momento histórico.
El líder de los populares aunó posiciones, en una videoconferencia el martes, con sus pares del PPE, a los que apela junto al resto de gobernantes europeos a que «combatan la sensación de que no hay nadie al mando». Pero estas valoraciones compartidas por Sánchez y Feijoo no se traducen en una suavización de la pugna doméstica. El presidente, que viajará a Kiev la víspera de que Junts fuerce en el Congreso un debate y votación sobre la confianza que retiene de sus socios, se ve interpelado por la exigencia de la OTAN para que España, farolillo rojo en este terreno, dedique al menos el 2 % del PIB al gasto en defensa y por unos aliados a su izquierda que se oponen taxativamente.
Este viernes, Feijóo pasó de avisarle de que si quiere su anuencia para algo debe llamarlo a reclamarle que comparezca ya ante el Congreso «para dar seguridad a los españoles, compartir información de que dispone, explicar los riesgos a los que nos enfrentamos, comunicar los compromisos internacionales que España pueda estar asumiendo y manifestar con qué apoyos cuenta para afrontarlos». O lo que es lo mismo: si va a incrementar el presupuesto militar, «cuánto» y «cómo» lo financiará.