El Tribunal Constitucional desiste de frenar el recurso de la Audiencia de Sevilla al TJUE por el caso de los ERE
ESPAÑA

Conde-Pumpido recuerda que en 40 años nunca se presentó una cuestión prejudicial después de una sentencia firme
08 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Cándido Conde-Pumpido, admitió ayer que le «preocupa muchísimo» que se cuestione la legitimidad de la corte de garantías desde la política y desde el Supremo, lamentando que se amenace a sus magistrados, incluso por la vía penal, por la respuesta dada al desafío planteado por el tribunal que juzgó los ERE andaluces. La Audiencia de Sevilla busca paralizar la ejecución de la sentencia del TC, que anuló las condenas de los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, entre otros, con su consulta al Tribunal Europeo de Justicia (TJUE) sobre si el máximo intérprete de la carta magna se «extralimitó» en sus funciones. «Me preocupa muchísimo, porque cuestionar al TC es cuestionar la Constitución, cuestionar la legitimidad para poder dictar sentencias que sometan a los poderes públicos es de alguna manera cuestionar también el sistema democrático, manifestó Conde-Pumpido, en un acto en el Ateneo de Madrid.
Su inquietud no será obstáculo para que la corte de garantías dé vía libre a que la Audiencia de Sevilla presente una cuestión prejudicial ante el TJUE. Un asunto que será debatido por el Pleno del TC a partir de mañana como «una cosa interna», por lo que lamentó que se haya «trasladado» el asunto al debate público en una especie de «juicio paralelo», en alusión al bloque conservador.
Conde-Pumpido explicó que desde el TC no tienen intención de interferir en lo que decida la Audiencia de Sevilla: «Respetamos la autonomía de cualquier órgano jurisdiccional», afirmó, aunque eso no quita para que convoque un debate interno en el tribunal que preside porque es un «asunto novedoso y tenemos la obligación de reflexionar sobre ello». Sobre este extremo, precisó que en los 40 años que España lleva en la UE «siempre» se han presentando las cuestiones prejudiciales «antes de dictar sentencia» y «nunca» después de una sentencia firme.