Las fuerzas de seguridad liberaron el año pasado a casi 1.800 personas esclavizadas en España
ESPAÑA

Policía y Guardia Civil rescataron un 22% más de víctimas de trata de seres humanos que en el 2022, en 419 operaciones contra 110 bandas con 976 detenidos
16 abr 2025 . Actualizado a las 13:12 h.Unidades de Policía Nacional y Guardia Civil liberaron el año pasado a casi 1.800 personas esclavizadas por organizaciones criminales que se enriquecen con su explotación sexual, laboral o forzándolas a delinquir o a ejercer la mendicidad. El despliegue permitió un aumento del 22 % en la cifra de rescatados, entre ellos 32 menores. Es el dato principal del balance de las operaciones desencadenadas en España contra el negocio mafioso de la trata de seres humanos, elaborado por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado del Ministerio del Interior.
Las 1.794 víctimas rescatadas de prostíbulos, carreteras, pisos o de insanos talleres o almacenes son los y las esclavas del siglo XXI, muchas de ellas prácticamente secuestradas por organizaciones que las introdujeron de forma clandestina en España y las retienen y explotan hasta que devuelvan la abultada deuda que tienen contraída, que crece día a día, lo que hace casi imposible saldarla alguna vez. Entre las liberadas hay dos mujeres y seis niñas de Bulgaria, Rumanía, Marruecos, España, Gambia y Afganistán vendidas a redes de trata con el objetivo de destinarlas a matrimonios forzados, rescates que se saldaron con 21 traficantes detenidos.
Son las víctimas de una actividad criminal de tal magnitud que es la más lucrativa tras el tráfico de drogas, con unos ingresos similares a los del mercado ilegal de armas. El término esclavo no es una exageración. Es la denominación que dan a esta lacra los propios jueces y policías. Los rescatados de las garras de 110 organizaciones criminales no solo eran espoliadas en la prostitución, también eran explotados en negocios clandestinos, en el campo, en la delincuencia, la mendicidad de semáforos, esquinas y supermercados, o vendidos para matrimonios forzados. En estas redadas se arrestó a 976 de quienes se enriquecían vejándolos, despojándoles de todo derecho y usándolos como meras mercancías.
De los burdeles, parques o calles fueron liberadas 632 víctimas. La práctica totalidad son mujeres (entre ellas dieciséis niñas), procedentes de capas muy vulnerables de la sociedad española, pero sobre todo de Colombia, Venezuela, Rumanía y Paraguay. En estas 188 operaciones se detuvo a 525 miembros de 77 grupos delictivos. Cáritas estima que hasta el 90 % de las mujeres que ejercen la prostitución en España no lo hacen de forma voluntaria y que al menos el 80 % son extranjeras, buena parte en situación irregular. La mayoría de las oenegés mantienen que trata con fines de explotación sexual y prostitución en España son prácticamente sinónimos.
Estas liberaciones, en cualquier caso, son solo la punta del iceberg de una polémica actividad que el Congreso, a propuesta del PSOE, ha debatido prohibir en España en las dos últimas legislaturas sin alcanzar un acuerdo para hacerlo. Una forma de explotación alimentada por una sociedad, la española, la tercera del mundo con más personas que recurren a prostitutas según la ONU, y por una potente industria en la que, al menos hasta que el Parlamento decida lo contrario, no es delito regentar uno de los cientos y miles de prostíbulos o chulear a estas mujeres. Las estimaciones policiales, más bien conservadoras, apuntan a que en España puede haber entre 40.000 y 45.000 mujeres prostituidas, de países entre los que además de los anteriores destaca Nigeria. Una actividad clandestina que podría mover unos 20.000 millones de euros muy negros al año.
Los explotadores son españoles
La otra mitad de las liberaciones del 2024 fueron casi todos esclavos laborales. En concreto, hubo 1.151 rescatados. En esta variante, la mayoría son hombres, entre ellos dieciséis niños, llevados a la fuerza o con engaños a sótanos, infraviviendas, barracones, naves u otros locales donde los hacinan y les obligan a trabajar en jornadas eternas, sin medidas de seguridad ni derechos. Buena parte de los rescatados por las fuerzas de seguridad en las 33 operaciones con 425 detenidos tienen entre 23 y 27 años y proceden de Colombia, India, Pakistán, Marruecos y Senegal. Por contra, los traficantes y explotadores son mayoritariamente españoles de mediana edad.
Las fuerzas de seguridad realizaron también dos operaciones para desarticular sendas bandas de tratantes que habían captado a tres mujeres colombianas a las que obligaban a cuidar plantaciones clandestinas de marihuana destinada al tráfico de drogas. Las redadas se saldaron con cinco detenciones, cuatro españoles y un albanés.