El PP afea en el Senado la falta de Presupuestos, y busca forzar su debate y derrota parlamentaria

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alicia García durante una sesión parlamentaria en el Senado.
Alicia García durante una sesión parlamentaria en el Senado. Rodrigo Jimenez | EFE

El partido de Feijoo quiere aprovechar sus pactos territoriales con Vox para ofrecer una imagen de estabilidad frente al PSOE

22 abr 2025 . Actualizado a las 21:12 h.

El Partido Popular vuelve a poner contra las cuerdas al Gobierno en el Senado. Este martes, la formación de Alberto Núñez Feijoo presentó en la Cámara Alta una moción para que el Ejecutivo presente ante el Congreso y someta a debate, aunque ya sin apenas tiempo, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año. Un ejercicio que, entre otras cosas, obligará al resto de grupos políticos a pronunciarse sobre su posición alrededor de las cuentas públicas y a medir la confianza de estos en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Los populares, que tienen mayoría absoluta en esta cámara territorial, consideran que «presentar los Presupuestos es una obligación recogida en la carta magna, y no hacerlo es el capricho de dos autócratas como Sánchez y [la ministra de Hacienda, María Jesús] Montero», según citó la portavoz popular Alicia García, en el texto que deberán refrendar el resto de partidos con representación en la Cámara Alta. El principal partido de la oposición señaló, además, que la «parálisis e inestabilidad» del Ejecutivo deviene del inmovilismo de este para no presentar las cuentas.

Este órdago busca aprovechar el progreso negociador de la dupla PP-Vox en las autonomías. María Guardiola, presidenta de Extremadura, fue la primera en cerrar un trato con el partido ultraderechista. Hace un mes, le siguió Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, y las negociaciones en Murcia también van bien, según el jefe del partido de Abascal en la región, José Ángel Antelo. La marcha parece que será uniforme en otros territorios, y los partidos de la oposición quieren arrojar una imagen de estabilidad frente a la división del PSOE con sus socios.

Y precisamente ese cisma lo intentó evidenciar la senadora García cuando citó en el documento que los Presupuestos del 2022, los vigentes, se aprobaron cuando el PSOE gobernaba con Unidas Podemos y no con Sumar. El cambio de coyuntura económica y política, consideran en el PP, necesita una «respuesta». Y la respuesta está en unas palabras del propio Sánchez en el 2018. «Decía que un Gobierno sin cuentas es como un coche sin gasolina. Hoy ni da explicaciones, ni hay transparencia ni hay autocrítica», recordó García, que además agregó que el Ejecutivo se encuentra en un estado de «rebeldía» parlamentaria.

Lejanía presupuestaria

Aunque el PP presione, lo cierto es que no queda demasiado tiempo para llegar a aprobar los PGE para este año. Las cuentas deberían estar para principios de mayo hechas, negociadas y aprobadas. Sánchez aseguró hoy desde la Moncloa que «el Gobierno de España está comprometido en la presentación de los Presupuestos. Estamos trabajando discretamente con los Grupos parlamentarios para poder presentarlos».

Pero no va a ser fácil. De momento, Sánchez ya tiene el desacuerdo de Sumar en la cuestión presupuestaria. La coordinadora general del movimiento, Lara Hernández, avisó en marzo de que «la obligación del Gobierno es siempre intentar que haya Presupuestos Generales», y la brecha se ha ampliado desde entonces. Sobre todo porque unas cuentas estatales son la oportunidad perfecta para la coalición de dejar impronta en gastos sociales y evitar la subida de los militares, algo que persigue Yolanda Díaz, pero que el PSOE debe esquivar dadas las presiones de Bruselas.

Los partidos independentistas suponen también un obstáculo. Desde Junts ya alertaron de que sin una inversión de 50.000 millones de euros en infraestructuras para Cataluña —cuatro veces lo destinado al Estado—, Carles Puigdemont no se sentaría a negociar las cuentas. Perdido el voto clave de Junts por esta exigencia imposible de cumplir, el 2025 sería, a nivel económico, otra prórroga del 2023.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, también postuló que, de no aprobarse un concierto económico para Cataluña antes del 30 de junio, los republicanos ni siquiera se sentarán a negociar los PGE del 2026. En el seno del partido, consideran que Sánchez no ha cumplido con sus compromisos y estarían incluso dispuestos a dejar caer las cuentas del Gobierno catalán para que el descalabro del PSOE sea mayor.

El diputado del BNG, Néstor Rego, ya avisó de que presentar las cuentas era «un compromiso con las fuerzas que apoyamos la investidura». Y el PNV, aunque dijo que el PSOE podría gobernar sin presupuestos, valoró que sería hacerlo «de mala manera».