Turull desinfla las amenazas de Puigdemont y aleja la ruptura con el PSOE
ESPAÑA

Confía en que la gestión del Gobierno lleve a la UE a reconocer la oficialidad del catalán
29 may 2025 . Actualizado a las 09:30 h.Junts da por bueno los esfuerzos del Gobierno para conseguir la oficialidad del catalán en la UE, aunque hayan servido de poco. Su secretario general, Jordi Turull, se deshizo ayer en buenas palabras hacia el PSOE, como hacía tiempo no pasaba, justo el día después del revés europeo a sus demandas lingüísticas. «Por fin ha habido la implicación que se tenía que dar», señaló el número dos de Carles Puigdemont en declaraciones a TV3. Turull admitió que «en esta reunión nos habría gustado que se hubiera resuelto, pero hay que recordar que era la primera vez que iba al apartado de votaciones, que se ha pospuesto y no se ha retirado». Ahora confía en que las gestiones de la diplomacia española acaben dando sus frutos. Según el dirigente secesionista, tras lo sucedido en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, «estamos más cerca» del reconocimiento del catalán, el gallego y el vasco en las instituciones europeas.
Sin embargo, los posconvergentes se resisten a dar por descontado el sostén de sus siete diputados al Ejecutivo de Pedro Sánchez, porque la implicación de los socialistas en el asunto de las lenguas cooficiales «llega tarde», y la relación con el PSOE «continúa en números rojos». En este sentido, Turull emplazó al Gobierno a desbloquear la delegación de competencias en inmigración, atascada por falta de mayoría en el Congreso, y a hacer efectiva la ley de amnistía para el expresidente de la Generalitat y el resto de los líderes del procés. La esperada reunión entre Sánchez y Puigdemont, que los separatistas llevan meses reclamando, ya no es tan importante para Junts.
Críticas de Rufián
En cambio, y como quien no quiere la cosa, en Esquerra sí hubo críticas al Ejecutivo socialista. El portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, lo responsabilizó del varapalo lingüístico y cuestionó su influencia entre los socios europeos. «El ministro Albares pesa lo mismo que yo en Europa; muy poco», dijo el republicano con su habitual socarronería. El titular de Exteriores, José Manuel Albares, le respondió en la sesión de control en el Congreso que «no ayuda que se siembren dudas» sobre el compromiso «irrenunciable e irreversible» del Gobierno en esta cuestión. Incluso llegó a pedir a Feijoo un pacto de Estado que permita «unir fuerzas» por la cooficialidad de las lenguas. El ministro no se mordió la lengua cuando fue interrogado en la emisora catalana RAC1 por las «maniobras» del PP para impedir el reconocimiento: «Me parece escandaloso y me indigna profundamente».
Pese al impostado optimismo, al Gobierno no le será fácil doblegar las resistencias de al menos siete países (entre ellos, los que mandan, Alemania, Francia e Italia), que no ven con buenos ojos incrementar el listado lingüístico de una Europa tan diversa como compleja, donde pesan infinitamente más sus asuntos internos o los grandes retos globales, llámense Trump, Gaza o Ucrania.
ERC coloca a un peón en Red Eléctrica para enfado de Junts
x. g.
Albert Castellanos, ex alto cargo de Esquerra, afín a Oriol Junqueras, se sentará en el consejo de administración de Redeia, la matriz de Red Eléctrica de España, controlada con un 20 % por el Estado a través de la SEPI. La propuesta deberá ser avalada por la junta general de accionistas el 30 de junio, apenas dos meses después del gran apagón que dejó España a dos velas.
Licenciado en Economía por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Castellanos fue nombrado por Junqueras director general de Promoción Económica de la Generalitat en el 2016 y secretario de Hacienda un año después. Más tarde, fue secretario de Empresa y Competitividad con Pere Aragonès en el último Ejecutivo independentista. A su vez, preside la Asamblea de las Regiones de Europa desde junio del 2023. El fichaje de Castellanos choca con las palabras del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien en más de una intervención aprovechó para recriminar a los políticos de Junts: «Meten a los amiguitos en empresas españolas». Ahora los de Carles Puigdemont podrían decir otro tanto. Ambos partidos llevan tiempo intentando recolocar a los suyos para ganar influencia. Y los dos lograron representantes en RTVE y Renfe.
La entrada de Castellanos, que recibirá alrededor de 200.000 euros al año, causó tal malestar en el consejo que llevó a la presidenta de la Comisión de Nombramientos, Socorro Fernández Larrea, a dimitir.