Uno de los asesinos de Sandra Palo, que violó, atropelló y quemó viva a la joven con discapacidad en 2003, pide la semilibertad

ESPAÑA

El Malaguita era el único mayor de edad de los cuatro hombres que participaron en el secuestro y brutal crimen de la getafense. Condenado a 64 años de cárcel, cumplirá como máximo 30, y ya ha solicitado el tercer grado penitenciario
17 jun 2025 . Actualizado a las 19:43 h.Sandra Palo, joven de 22 años de Getafe, sufría una leve discapacidad intelectual derivada de un accidente de tráfico. No quería sentirse dependiente, y por eso, se formaba en un centro ocupacional en Madrid. Quería llevar una vida normal. Y como haría cualquier otra chica de su edad, el 16 de mayo del 2003, sale a tomar algo con sus compañeros de clase. No tarda en acabar este encuentro con sus amigos. Quiere volver pronto a casa porque la familia, al día siguiente, celebra la Primera Comunión de su hermano. De hecho, para no preocuparles, les llama por teléfono cuando está en la parada de la plaza Elíptica, conocido intercambiador de transportes entre los barrios madrileños de Carabanchel y Usera. En apenas unos minutos estará con sus padres y su hermano, de 9 años, a punto de vivir unas felices horas de celebración. Tristemente para ella, nunca llegará a coger el bus que la lleve con ellos.
Cuatro jóvenes, con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años que viajan en un coche, la ven en la parada. El más mayor, apodado El Malaguita, habría dicho a sus colegas, según recabaron después los investigadores, «quiero liarme con esa». Todos los ocupantes, incluido el conductor, son delincuentes habituales que, pese a su corta edad, acumulan un amplio historial delictivo. Suman 700 denuncias por faltas, robos y vandalismo. Se bajan, amenazan con un cuchillo a Sandra y al amigo que le acompaña, y les obligan a meterse en el vehículo. Pero él no les interesaba, pocos metros después le hacen bajar.
Ella continúa en el interior con sus captores. Viajan en dirección Getafe por la carretera de Toledo, la N-401. A la altura de un descampado detienen el coche. Allí consuman la violación, múltiple y repetida en varias ocasiones. Eso sí, fuera del coche «para no mancharlo de semen», según indicaron en sede judicial. Cuando terminan, Sandra se viste con dificultad y, dolorida, trata de alejarse. Pero la pesadilla no había acabado para ella. El Malaguita no estaba dispuesto a que pudiera reconocerlos y decide subirse de nuevo al automóvil y la atropella. Le pasa por encima 15 veces. Pese al brutal ensañamiento aún está viva. Compran un euro de gasolina en una estación de servicio cercana, le prenden fuego y termina muriendo por la gravedad de las quemaduras. Su cuerpo lo encontraría en una cuneta en Leganés un camionero a la mañana siguiente.

Penas de hasta 64 años de prisión
Los autores del crimen, pese a su intento por destruir pruebas, serían detenidos un mes después. El coche empleado, un Citroën ZX jamás apareció, sospechando los investigadores del caso que lo quemaron y lanzaron por un barranco. Que tres de los cuatro implicados en el crimen fueran menores, les resultó ventajoso penalmente. No pisaron la cárcel. Ramón Santiago Jiménez, Ramón y Juan Ramón Manzano Manzano, Ramoncín, ambos de 17 años en el momento de los hechos, fueron condenados a 17 años de internamiento, de los que cumplieron 15. Menor aún fue la pena para Rafael García Fernández, El Rafita, con solo 14 años al ser detenido. Solo cumplió cuatro años de condena en otro internado. Todos ellos han seguido delinquiendo, entrando y saliendo de prisión por diferentes delitos.
La familia de Sandra impulsó medidas para reformar la Ley del Menor y que las penas fueran mayores en casos como el sufrido por su hija. Llegaron a recoger un millón de firmas que presentaron en el Congreso de los Diputados.
Para el único mayor de edad, de tan solo 18 años, apodado El Malaguita por haber nacido en esa localidad, la pena por los tres delitos de violación y el de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento fue de 64 años. Por la legislación vigente, Francisco Javier Astorga Luque, cumplirá como máximo 30.
Preso «ejemplar» en Herrera de la Mancha
Astorga Luque cumplió inicialmente condena en el penal de Herrera de La Macha, en Ciudad Real. Una de las prisiones con los delincuentes más peligrosos del país. En sus celdas están José Bretón, que asesinó y quemó a sus hijos, Ruth y José; Tony King, autor de las muertes de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, o Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo.
Desde hace un año está en el Centro Penitenciario de Jaén y, según su abogada, María Martín, su comportamiento como preso es «ejemplar». De hecho, lleva años disfrutando de permisos. Cumplida la cuarta parte de la condena (lo hizo hace 6, lleva 22 en prisión) empezó a solicitarlo y se le han concedido 24 ordinarios. En una de esas salidas conoció a una chica, de origen latino, con la que se ha acabado casando. «Está bastante reinsertado, pero es verdad que el tipo de delito es el que es, muy grave, no lo digo porque yo sea su abogada. Muestra arrepentimiento. Estando en Herrera ya presentó escritos de arrepentimiento por lo que hizo; si no, no estaría disfrutando de estos permisos», indica la letrada al diario ABC. De cara a que la valoración de permisos por parte de la Junta de la cárcel le beneficie, se encarga también de un taller de coches en el penal. Y se le han concedido también salidas extraordinarias, excursiones junto a otros presos, a diferentes lugares.
Petición del tercer grado
Ahora, El Malaguita, pretende dar un paso más en su pretensión de reinsertarse en la sociedad. Según varios medios, reclama en los últimos tiempos de forma insistente el tercer grado a través de la Junta de Tratamiento Penitenciario. La Fiscalía, que revisa estos fallos, se lo deniega una y otra vez recordándole la gravedad del crimen que cometió. Otorgarle la semilibertad haría que el preso pudiese hacer vida fuera de la cárcel, teniendo tan solo que regresar para dormir entre semana. «Tengo mucha rabia. Hace un año que está en la cárcel de Jaén y encima se ha casado... ¡Cómo se puede reinsertar un salvaje como este!», se pregunta su madre, María del Mar Bermúdez. En todo caso, en 8 años, al cumplir 30 de condena, el asesino de Sandra Palo quedará en libertad.