Cristóbal Montoro: del milagro público a la sombra de Rato

P. M. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda Zipi / Efe

El exministro de Hacienda tiene aún a sus espaldas la polémica amnistía fiscal del 2012

17 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«El ministro de Hacienda es el solitario. Es al que todos señalan porque (...) es el que restringe, ordena y al que responsabilizan de los males del país». Tal vez Cristóbal Montoro (Jaen, 150) no se veía venir una imputación cuando ofreció esas declaraciones en una entrevista en el 2013. Justo hacía dos años que Mariano Rajoy le repescó como titular de Hacienda. Uno polémico, por los recortes y ocupar una cartera en la Generalitat tras el referendo del 1-O.

De familia humilde, Montoro se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid en 1973 y, 16 años más tarde, era catedrático de economía. Un ascenso meteórico que trataría de replicar en política.

Pisó por primera vez el Congreso como diputado en 1993, pero aún en calidad de independiente. Aznar ganaría las elecciones de 1996 y designaría como ministro de Economía a Rodrigo Rato —condenado a cuatro años de cárcel el año pasado por delitos económicos— y este a su vez designaría como su número dos a Montoro.

Su desempeño no pasó desapercibido cuando España logró bajar su déficit bajo el 3 %. En su siguiente mandato (2000-2004), Aznar separó las carteras de Economía y Hacienda, y el andaluz se hizo con la segunda. Un momento brillante en el que bajó los tipos del IRPF e ideó pagas para madres trabajadoras. Pero el idilio no duraría.

En el 2001, primer escándalo. La trama alrededor de Gescartera en la que se dilapidaron 50 millones de euros salpicó a su secretario de Hacienda, Enrique Giménez Reyna. Le valió comparecer junto a Rato en la comisión de investigación del Congreso. Ambos esquivaron la bala.

Hizo un alto en la política nacional para ser eurodiputado hasta el 2008. En el 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero vencido, Rajoy le volvió a dar el cargo de Hacienda.

Tan solo un año después, Montoro iniciaría una carrera de polémicas. La primera de todas, conceder una amnistía fiscal para más de 32.000 evasores y 700 altos cargos. A ella se acogerían el extesorero del PP, Luis Bárcenas, hoy en prisión por la Gürtel, y su inseparable Rodrigo Rato. Una amnistía que anuló además el Tribunal Constitucional en el 2017 sin consecuencias políticas para él. Montoro además se vio en el foco con su política de recortes. Fue la época del 21 %, en la que casi todos los tipos impositivos que ajustaba para salir de la crisis topaban en esa cifra. Pero además, tras la aplicación del 155 en el 2017 dirigió la consejería de Economía catalana para enfado independentista.

Con las nuevas revelaciones acerca de sus negocios para cambiar leyes, Montoro se ve más cerca de aquellos pasos que dio junto a Rato: una carrera peligrosa en la que pudo haber aprendido demasiado.