Sílvia Orriols acentúa su perfil ultra y prohíbe usar el burkini en Ripoll
ESPAÑA

El veto al bañador integral islámico tensa el último pleno del Parlamento catalán, con una reprimenda del presidente Illa
25 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El vestido de baño integral conocido como burkini se ha convertido en tema de conversación recurrente estos días en Cataluña, desde que la ultraderecha xenófoba independentista lo ha prohibido en Ripoll. La controvertida decisión focalizó buena parte del último pleno del Parlamento catalán, antes de las vacaciones de verano, provocando un tenso careo entre el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la alcaldesa de la localidad, Sílvia Orriols, que también es diputada autonómica. «Usted no es digna de representar a Cataluña», le abroncó expeditivo el socialista, después de que la dirigente ultra instara su prohibición en todas las playas y piscinas de la región. «Si siguiéramos sus planteamientos políticos, en Cataluña ni extremeños ni murcianos ni andaluces ni gallegos ni madrileños habrían podido integrarse en nuestro país», le recriminó.
A Orriols, que gobierna el municipio en solitario, no le gustan las prendas islámicas, ni nada que pueda identificarse con la religión o las costumbres de una parte creciente de la población. De manera que ya no es posible nadar vestida en la piscina pública de esta pequeña localidad del Pirineo gerundense. En su perfil de X, la edil apeló a la propia seguridad de las bañistas y recomendó a todos los ayuntamientos catalanes a seguir su ejemplo porque «esto ya pasa de la raya…». En la página web del consistorio se dice textualmente que «por cuestiones de seguridad, la indumentaria del baño ha de ceñirse a lo que contempla el reglamento, de manera que los burkinis que pueden suponer un peligro en caso de emergencia están prohibidos».
La prohibición contraviene la legislación vigente en la comunidad, que contempla su uso en la ley de igualdad de trato y no discriminación de Cataluña aprobada en el 2020. La normativa permite el uso de trajes de baño integrales, incluidos los burkinis, además de la práctica del toples con el objetivo de promover la «libertad individual y la igualdad de género». Orriols ya envió una carta en el 2023 a la Generalitat pidiendo que no se autorizara el uso de bañadores integrales en las piscinas públicas. Sin éxito.