Leire Díez niega en el Senado trabajar para Ferraz: «No soy fontanera, soy periodista»
ESPAÑA

Afirma en la comisión de investigación del caso Koldo que su relación con Santos Cerdán era la de «cualquier militante»
08 sep 2025 . Actualizado a las 16:06 h.«No soy fontanera, soy periodista». Leire Díez no quiso callar en el Senado a pesar de tener derecho a acogerse a su derecho a guardar silencio para no complicar su situación procesal. La exmilitante socialista ante la comisión del investigación del caso Koldo negó hasta la saciedad ser, tal y como sostiene la oposición, una pieza fundamental en las «cloacas» de Ferraz. Como viene sosteniendo desde que el pasado mayo salieran a la luz los audios de la reunión en la que se le escuchaba maniobrando contra fiscales, jueces y agentes incómodos para el PSOE, rechazó haber trabajado para Santos Cerdán y se presentó como «cualquier militante» socialista más. Eso sí, interesada periodísticamente en escribir varios libre para destapar la guerra sucia del Estado.
Díez fue tajante al hablar de su relación con el exsecretario de Organización del PSOE ahora en prisión. Aunque reconoció haberse visto con Santos Cerdán en Ferraz, alegó que fue siempre en encuentros con otras personas o en actos público. En esa línea insistió en que jamás ha tenido una relación «política», «personal» o tan siquiera de «colaboración oficiosa» con quien hasta la pasada primavera fue la mano derecha de Pedro Sánchez en el PSOE.
La conocida como fontanera de Ferraz está ya imputada por supuestas maniobras contra fiscales, jueces y agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil responsables de las investigaciones más delicadas para el PSOE. Por eso, cualquier cosa que diga en sede parlamentaria puede empeorar su situación procesal con vistas a su declaración como investigada el próximo 11 de noviembre ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, Arturo Zamarriego, quien le acusa de cohecho y tráfico de influencias.
En cualquier caso, y así lo admiten incluso responsables del PP en la Cámara Alta, no interesa mucho lo que pudiera decir Díez sobre el objeto teórico de esta comisión de investigación: la trama corrupta cebada con comisiones a cambio de obra pública que supuestamente dirigía Santos Cerdán y en la que tuvieron participación activa, entre otros, José Luis Ábalos, su asesor de Koldo García o el empresario Víctor de Aldama.
Y es que los populares han encajado con calzador la comparecencia de la fontanera en la comisión sobre el caso Ábalos-Cerdán-Koldo, con la conexión remota de que la imputación de Díez, entre otros motivos, se debe a la reunión en el despacho del abogado de cabecera del PSOE, Jacobo Teijelo, en la que ella y el empresario Javier Pérez Dolset conspiraban con el empresario Alejandro Hamlyn para trata de acabar con la carrera del teniente coronel Antonio Balas, el mando de la Guardia Civil que dirige el Departamento de Delincuencia Económica y Anticorrupción, la sección más compleja y amplia de la UCO y que está al frente de, entre otras, la investigación del caso que salpica a los dos exdirigentes socialistas.
Con este pretexto, en realidad, en el PP quiere explotar una doble veta que les abre la exposición pública de la fontanera. La primera es la supuesta «financiación irregular» del PSOE. Este mismo domingo, el vicesecretario de Política Autonómica, Local y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, admitió el interés del PP para que este lunes la «fontanera del sanchismo» aclare si hubo «financiación ilegal». «Las cañerías huelen mal y están atascadas de corrupción», apuntó Bendodo, quien insistió en que Díez debe arrojar luz sobre «ese olor a presunta financiación irregular del PSOE, que cada vez huele peor». En esa línea, los populares quieren exprimir los numerosos indicios de la presunta relación que la exmilitante socialista mantuvo con Santos Cerdán, que se intensificó solo unos días después de que en el 2024 Díez abandonara la dirección de Filatelia y Relaciones Institucionales de Correos.
La comparecencia de Díez tiene lugar solo unos días después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional haya encargado a la UCO un informe sobre la trascendencia penal del pendrive que la fontanera entregó en junio al PSOE con el supuesto fruto de sus indagaciones «periodísticas» luego de que fuera apartada del partido a raíz de conocerse la reunión en el despacho de Teijelo.