Aragonès renuncia al sueldo de expresidente para dedicarse al negocio familiar

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Quique García | EFE

El exnúmero tres del partido, crítico con Junqueras, compaginará la labor institucional con la empresarial

16 sep 2025 . Actualizado a las 21:16 h.

Pere Aragonès, expresidente de la Generalitat entre mayo del 2021 y agosto del 2024, el primero de Esquerra desde los tiempos de la República, renuncia al sueldo que la ley le permite seguir cobrando durante tres años más para regentar el negocio hotelero de la familia. El republicano, que rebajó su salario un 15% al asumir el cargo, se fue cobrando 136.177 euros brutos al año. «Desde hoy compaginaré la tarea institucional con nuevos retos profesionales y académicos, y por eso renuncio al sueldo de expresidente; un reto que encaro con muchas ganas, toda la energía, y sin servidumbres ni puertas giratorias», anunció este martes a través de una carta publicada en sus redes sociales. Crítico con Oriol Junqueras, el exnúmero tres del partido se retiró de la primera línea política tras la debacle de los republicanos en las elecciones del 12 de mayo del 2024. Más tarde, apoyó la candidatura alternativa comandada por Xavier Godàs en el último congreso de la formación, marcado por la pugna interna entre partidarios y contrarios al exvicepresidente de la Generalitat, principal condenado (en ausencia de Puigdemont) por los hechos del procés.

En la misiva, Aragonès argumenta que hasta ahora no había mantenido «ninguna relación» con la empresa familiar, Golden Hotels, que fundó su padre, «más allá de conversaciones de sobremesa», y que ha tomado esta decisión ahora «por la necesidad de relevo generacional y por circunstancias familiares recientes que han acelerado este paso». La empresa cuenta con ocho establecimientos, cinco en Salou (Tarragona), dos en Tossa de Mar (Gerona) y uno en Pineda de Mar (Barcelona), su localidad natal, donde se encuentran las oficinas centrales. Además, dará clases de historia económica en la Universidad de Vic, mientras desarrolla su tesis doctoral.

El estatuto de los expresidentes

Una ley autonómica aprobada en el último año de gobierno de Jordi Pujol, tras 23 años en el poder (pensada precisamente para él), otorga varias prebendas a los expresidentes de Cataluña: una oficina con personal y medios; una retribución igual al 80% del sueldo que se abonaría como mínimo por una legislatura, y una prestación del 60% al jubilarse. Hasta el 2023, la comunidad se había gastado 53 millones de euros del erario público en sufragar las oficinas y los gastos de los expresidentes de la Generalitat (y del Parlamento), una lista que en los últimos 20 años no ha parado de crecer: Aragonès, Torra, Puigdemont, Mas, Montilla, Maragall... Aunque ninguno cobra actualmente la retribución a la que tienen derecho, sí se abonan los gastos de sus oficinas. Todos menos Pujol, que renunció en el 2014 tanto al salario como a la oficina tras confesar una supuesta herencia en Andorra no declarada al fisco. Y de Maragall, cuya situación es especial al estar aquejado de Alzheimer: disfruta de una asignación que el año pasado alcanzó los 42.350 euros, según el portal de Transparencia de la Generalitat (más 3.600 de su escolta). Aragonès sí mantendrá su oficina del Palacio de Pedralbes, propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, si bien para cobrar la prestación por jubilación aún le quedan más de 20 años (tiene 42).

Más deserciones en Esquerra

Mientras, en Esquerra continúan las deserciones entre los críticos a Junqueras. El diputado Ruben Wagensberg, fugado a Suiza para eludir la acción de la justicia española, renunció ayer a su acta en la cámara autonómica. Como Aragonès, Wagensberg también apoyó la candidatura de Nova Esquerra Nacional, de Xavier Godàs, que disputó a Junqueras la presidencia de la formación en el congreso del año pasado.