RTVE aprobará hoy que España se retire del festival de Eurovisión del 2026 si participa Tel Aviv
16 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El pulso del presidente del Gobierno contra Israel se ha convertido en un asunto de inquietud nacional. Tras las protestas propalestinas que reventaron el final de La Vuelta, Pedro Sánchez no se quiso dar por satisfecho y exigió ayer más aislamiento para Tel Aviv en las grandes competiciones internacionales, deportivas o musicales, como se hizo con Rusia a raíz de su invasión de Ucrania. Un manifiesto que puso en pie de guerra a la oposición, a los cuerpos policiales y al propio Israel, que acusó al líder de los socialistas de «antisemita» por «instigar a la violencia».
Gaza copa ya una parte importante de la agenda del Ejecutivo, cuyas primeras medidas de inicio de curso se orientan a poner presión sobre Israel en todas las instancias. Por ello, Sánchez señaló que es intención de su Gobierno que «hasta que no cese la barbarie, ni Rusia ni Israel deben estar en ninguna competición internacional más», e invitó a la retirada de España de Eurovisión, como han hecho los Países Bajos o Irlanda, y a más boicots deportivos. No mencionó, no obstante, nada sobre las cargas policiales contra manifestantes.
En el Gobierno tienen claro que Israel utiliza las plataformas de gran público para «blanquear» sus acciones en Gaza. Por ello, los socios integrantes de Sumar y la misma coalición se unieron a la iniciativa del presidente «mientras se está perpetuando un genocidio en Palestina», como dijo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. En IU, llamaron a una «ruptura de relaciones» con Israel e impedirle la participación en el Mobile World Congress de Barcelona, el cual Tel Aviv ha pedido boicotear como represalia.
Sin embargo, las simpatías se acabaron ahí. Para el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijoo, lo acontecido en el evento deportivo fue «violencia política», y le pidió poner fin al «circo» formado en torno a la cuestión palestina. «Sánchez es responsable de unos actos de violencia que deberían avergonzar a cualquiera que se preocupe por nuestro país», adujo. El expresidente José María Aznar fue más allá y dijo que el dirigente socialista es «un animador de la kale borroka, un animador de la violencia» y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, argumentó que se azuzaron las manifestaciones para evitar que se hable de que «su hermano se sienta en el banquillo esta semana».
En Podemos y Vox tampoco estaban contentos. Los de Abascal porque creen que el Gobierno se ha «batasunizado», y los morados por las cargas policiales contra manifestantes, que se saldaron con dos detenidos. El sindicato policial Jupol pidió las dimisiones de Sánchez, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, «tras el desastre operativo» que dejó a 22 agentes heridos.
Repercusión internacional
Internacionalmente, el boicot a La Vuelta le trajo pocas alegrías a Sánchez. En Tel Aviv lo ven como un «antisemita» y un «mentiroso», según dijo el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar. Y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, también socialdemócrata, declaró sobre el jefe del Ejecutivo: «Mi colega español aplaudió ayer a los gamberros. No estoy nada de acuerdo. En su lugar quiero aplaudir a los atletas y a todos los que no estropean nada para el resto». Lo hizo además con elogios al ganador, su compatriota Jonas Vingegaard.
Finalizada la prueba ciclista en España, el Ejecutivo da el pistoletazo para unirse a las movilizaciones europeas con el fin de ausentarse de Eurovisión si Israel concursa en el certamen. El presidente de RTVE, José Pablo López, anunció que hoy llevará al Consejo de Administración la retirada de España del concurso si participa Israel, propuesta que previsiblemente se aprobará. Hasta ahora, cuatro países han hecho lo mismo: los Países Bajos, Irlanda, Eslovenia e Islandia. Estas retiradas provocaron que en la organización del festival musical se inicien contactos para estudiar la viabilidad de la participación israelí del 2026, aunque el director, Martin Green, aseguró hace días: «Todavía estamos consultando con todos los miembros de la UER [Unión Europea de Radiodifusión] para recopilar opiniones».
El consejero delegado de la radio pública israelí, Golan Yochpaz, dijo que «no hay razón para que Israel no siga siendo una parte importante de este evento cultural, que no puede volverse político» y que su país no se retirará.