El presidente de la CHJ no vio «relevantes» los datos del Poyo hasta casi las siete de la tarde

Redacción LA VOZ

ESPAÑA

Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, antes de su declaración como testigo.
Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, antes de su declaración como testigo. Ana Escobar | EFE

Miguel Polo remarca que urgió dos veces a enviar la alerta y que Pradas desconocía si tenía competencias para dar órdenes

20 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, aseguró ayer ante la jueza que no hubo ningún apagón informativo por parte de la institución que preside, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, y que no informó de la gran crecida del caudal del barranco del Poyo hasta las 18.43 horas porque, en ese momento, no lo consideró relevante.

La propia jueza ya estimó en un auto que esas horas, las comprendidas entre las seis y las ocho de la tarde, eran las más críticas y donde se registraron la mayoría de las 229 muertes por las riadas. Al declarar como testigo, Polo estaba obligado a decir la verdad y a responder a las preguntas de todas las partes. El fiscal, según publica Europa Press, le preguntó el motivo por el que, a partir de las cinco de la tarde, cuando arranca el Cecopi; no informó sobre la crecida del barranco del Poyo. El presidente de la CHJ destacó que el sistema de información automático de la CHJ «tiene la limitación que tiene y tiene el alcance que tiene», y el dato que les daba el sensor «era congruente con todo lo que estaba pasando».

Polo remarcó que el sistema de información hidrológica «no dejó de dar información en todo momento» y explicó que no tenían la información de que al mismo tiempo ya estaban entrando 2.000 metros cúbicos por el barranco de la Horteta y casi la misma cantidad por el barranco de Gallego. Todo ello, unido a que el Poyo «continúa llevando agua, genera la catástrofe».

Más pendiente de presas y ríos

Fuentes presentes en la declaración señalaron que Polo ha admitido que la tarde del 29 de octubre estuvo más pendiente de presas y grandes cauces que de barrancos y que no consideró relevante informar sobre la crecida de ramblas como la del Poyo. Fueron conscientes realmente de la situación en este barranco «tarde, bien metida la noche», dijo Polo, según destacan fuentes presentes en la declaración.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja vivió la declaración más larga desde el inicio de la causa: ocho horas de comparecencia, con un receso para comer, en las que también retrató la actuación de la entonces consejera de Interior, Salomé Pradas —imputada junto al que era secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso—. El presidente de la CHJ señaló que no entendió las «demoras» en alertar a la población, a la que finalmente le llegó el Es-Alert a las 20.11 horas, cuando él lo llevaba pidiendo desde las cinco y media de la tarde. Además, destacó también que, cuando Pradas proponía medidas, «ella misma dudaba de si estaba capacitada para tomarlas».

Polo insistió en mandar el mensaje de alerta por la situación de la presa de Forata, de la que sí advirtió nada más comenzó la reunión. Aclaró que nunca dijo que el embalse fuera a colapsar, sino que había riesgo de vertido por coronación. El PP fija en este punto la justificación de su actuación el día de la dana. Distintos altos cargos, desde el propio Mazón a varios consejeros, defienden que no tomaron más medidas porque solo tenían constancia del riesgo de colapso de esta presa, vinculada a un río Magro que se desbordó por completo asolando municipios como Utiel y Algemesí, entre otros. La oposición al Ejecutivo autonómico rechaza el argumento de los populares, al aludir a otras previsiones como la de la Aemet, que a las siete de la mañana ya notificó de un riesgo extremo.

El presidente de la CHJ añadió que, tras el receso de una hora, se vivieron momentos difíciles cuando los asistentes reconectados comprobaron que no se había mandado todavía el mensaje de alerta. La tensión se desató «porque no se tomaban decisiones», puntualizó. Por otro lado, aseguró que a partir de las once de la noche el presidente valenciano, Carlos Mazón, «tomó las riendas» de la reunión dirigiendo los turnos de palabra.