La Guardia Civil investiga la violencia en la protesta por el «sablazo» de la basura en O Morrazo

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Xoán Carlos Gil

Cientos de vecinos de Cangas se echaron a la calle y, por la noche, varias personas lanzaron objetos contra alcaldesas y ediles. Hay un investigado y diez identificados

15 oct 2025 . Actualizado a las 13:50 h.

La Guardia Civil investiga la violencia tras el pleno de la Mancomunidade de O Morrazo en el que se subieron las tasas de recogida de residuos, un 85 % para las viviendas y más de un 300 % en el caso de algunos negocios de hostelería. Los agentes investigan a un vecino de Cangas y han identificado a otros diez, contra los que se va a formular denuncia, por los incidentes del lunes, según recoge Efe. «La Guardia Civil trabaja para identificar, investigar y denunciar a las personas que hayan cometido hechos violentos y eventualmente constitutivos de supuestos delitos», ha manifestado este miércoles el subdelegado del Gobierno en la provincia, Abel Losada. 

La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos (BNG), denunció que su coche sufrió una pedrada de gran tamaño que le fue lanzada mientas entraba en el automóvil, que presenta una abolladura. «Iso é un atentado contra a autoridade», dijo visiblemente nerviosa tas una noche agitada. Ayer culpó a los populares de alentar los incidentes y citó expresamente a su portavoz, Dolores Hermelo. La edila de Bueu, Carmen García, también del BNG, dijo que sufrió el impacto de una piedra «no pescozo», por lo que acudió posteriormente al centro de salud. El hombre investigado por la Guardia Civil, según los primeros indicios, podría ser el responsable de la pedrada del coche contra la alcaldesa. 

«Quiero decir muy claramente que no hay áreas de impunidad y que la investigación llegará, a través de las pruebas que se están recabando, hasta donde tenga que llegar. Revueltas violentas como las producidas en Cangas no son tolerables en un estado de derecho, donde existen canales normalizados de protesta y expresión de la voluntad popular más allá de la algarada callejera», ha expuesto Abel Losada. 

El pleno en el que se aprobó lo que comerciantes y populares bautizaron como «sablazo» congregó a cientos de ciudadanos a las puertas del Concello de Cangas, donde se aprobó el incremento de las tasas. La alcaldesa de este municipio y presidenta de la Mancomunidade, Araceli Gestido (BNG), limitó el aforo por razones de seguridad. La sesión duró desde las 18.00 hasta las 20.00 horas, aproximadamente. Fuera quedaron varios centenares de personas con los ánimos muy caldeados. La Policía Local y la Guardia Civil recomendaron a los ediles que no salieran. El número de concentrados, que proferían gritos, se fue reduciendo a medida que pasaban las horas. A medianoche, resistían unos 50, entre ellos algunos virulentos.

El alcalde de Bueu, Félix Juncal (BNG), se marchó por la puerta de atrás y la alcaldesa de Cangas usó la principal y salió custodiada por agentes con escudos que recibieron el impacto de los huevos que arrojaron algunos de los presentes. «Pasei medo», confesaba ayer Gestido ante dos compañeros de gobierno: la socialista Sagrario Martínez, responsable de Obras y Servicios, y el nacionalista Xoel Malvido, con los que comentó los incidentes que sucedieron al finalizar el pleno. Los policías locales tuvieron que lidiar con el furor de las personas que aguardaban fuera y las autoridades llamaron a la Guardia Civil. Los ciudadanos más soliviantados tiraron contenedores en las puertas del Ayuntamiento e insultaban a los miembros del gobierno de la Mancomunidad.

La exalcaldesa Victoria Portas, concejala de Alternativa dos Veciños, señaló que fue un error no dejar pasar a la gente. La protesta fue transversal, desde el PP a esta formación del histórico Mariano Abalo, que criticó la subida del recibo por «caciquil» y condenó los hechos. A Araceli Gestido, sin embargo, no le sirvió esta condena: «Dixeron nas redes que o tiñamos merecido».

La protesta ciudadana estuvo precedida de una campaña de recogida de firmas por parte de la Federación de Comerciantes e Industriales de O Morrazo, Fecimo. En una semana reunieron 8.000 rúbricas contra la subida de la tasa. La presidenta de este colectivo, Carmen Pereiro, puntualizó ayer: «Nosotros convocamos a la gente para que acudiese al pleno, pero condenamos lo que pasó luego. Una cosa es protestar y negociar y otra es tirar piedras. Ni apoyamos ni estamos de acuerdo con lo que ocurrió». Los comerciantes se van a reunir y presentar alegaciones a la ordenanza y estudiarán si toman alguna decisión más.

El presidente de la Asociación de Restauradores de Cangas, Gustavo Soliño, usó megafonía para hablar al público (siempre con ánimo pacífico) y dijo que «no hicieron pedagogía para explicar la subida, no hubo diálogo social con los afectados». «Esto no fue una manifestación de partidos, sino de malestar, voy a pasar de pagar 300 euros al año a más de 1.000», ejemplifica este hostelero. «La gente está enfadada y con ganas de unión», enfatiza su socia Julia Rey.  

Responsabilizan a Sogama

Los alcaldes de Bueu, Cangas y Moaña justificaron ayer la subida del recibo por los costes que aplica Sogama. Ahora pagan 5 millones al año y les han subido la factura a 7,8.

Los populares aseguran que agotarán todas las vías para intentar frenar o «taxazo do BNG» con alegaciones, presentarán nuevas mociones en los plenos, brindarán asesoramiento a los vecinos y «calquera outra iniciativa política».