La carta de Vilaplana ahonda más en las contradicciones de Mazón

Carlos Peralta
C. Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Ana Escobar | EFE

La periodista estima que la comida de trabajó acabó pasadas las 18.30 horas

20 sep 2025 . Actualizado a las 20:09 h.

¿Dónde estuvo y qué hizo el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, la fatídica tarde del 29 de octubre? Han pasado casi once meses de la trágica dana que arrasó la provincia de Valencia y provocó 229 fallecidos. El paso del tiempo, sin embargo, no ha disipado las dudas sobre la actuación del líder autonómico en las peores horas de las riadas. 

Salida del restaurante

La carta de Maribel Vilaplana. Maribel Vilaplana, la periodista que comió aquel día con Mazón en un restaurante de Valencia capital, publicó el pasado 5 de septiembre una carta abierta. La misiva aportaba un dato novedoso: Vilaplana asegura ahora que salió del establecimiento «entre las 18.30 y las 18.45 horas». El escrito supone un cambio con respecto a la anterior versión de la propia profesional de la comunicación. El 21 de noviembre, ni un mes después de la tragedia, Efe publicó —basándose en el entorno de Vilaplana— que la comida se alargó entre las 15.00 y las 17.45 horas. 

La afirmación supone una nueva contradicción a las distintas versiones del Gobierno valenciano. Pocos días después de las riadas, fuentes del Ejecutivo autonómico aseguraron que el presidente autonómico llegó al palacio de la Generalitat a las seis de la tarde desde donde «continuó siendo informado puntualmente» de la situación. 

Llegada al Cecopi

Las cámaras de vigilancia. Ese mismo 9 de noviembre, fuentes de la Generalitat situaron a las siete de la tarde la hora de llegada de Mazón al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). En ocasiones sucesivas, el propio presidente destacó que llegó al lugar del operativo pasadas las siete de la tarde. Hasta finales de febrero, cuando volvió a retrasar la hora de acceso. «Llegué a las 20.28 horas. Evidentemente, las 20.28 son después de las 19.30, es un hecho fáctico, ¿no?», aseguró a los periodistas. Pocos días después, la Generalitat aportó una prueba visual: la entrada del presidente al Cecopi, grabada por las cámaras de seguridad. 

La maniobra del Ejecutivo autonómico coincidió con un avance clave en la investigación del juicio de la dana, que se desarrolla en el Juzgado de Instrucción número tres de Catarroja. Este es uno de los municipios más afectados por la dana, con 25 fallecidos. La jueza, Nuria Ruiz Tobarra, describe lo ocurrido como «un infierno real de destrucción, muerte y finalmente oscuridad» en el que la mayoría de fallecidos, muchos de ellos de avanzada edad, murieron entre las 18.30 y las 20.00 horas. Es decir, once minutos antes del envío masivo del aviso del sistema Es-Alert.

El enésimo giro de timón de Mazón, pese a que supone exponer a las claras que mintió anteriormente, le sirve para justificar que no estuvo presente durante la gestión del envío del mensaje de alerta a los móviles.  

Sus comunicaciones

Las llamadas de Pradas. La Generalitat insiste en que el presidente estuvo en todo momento al tanto de las novedades de la emergencia. De hecho, el Gobierno valenciano aprovechó la carta de Vilaplana para fortalecer su argumento. Susana Camarero es la vicepresidenta primera de la Generalitat. El 18 de noviembre —aún como número tres, y no dos, del Gobierno valenciano— remarcó que Mazón estuvo «perfectamente localizado» el día de la dana. A raíz de la misiva pública, remarcó que «se comprueba que era cierta la versión del president».

 La entonces consejera de Interior —responsable, por tanto, de las emergencias— era Salomé Pradas, imputada junto al que era secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso. La jueza instructora le pidió el listado de llamadas de su móvil el 29 de octubre. Este documento, que llegó al juzgado en abril y fue publicado por El Diario, desvela seis llamadas de Pradas a Mazón. No hubo ni siquiera un intento entre las 18.37 horas, cuando dialogaron durante siete minutos, y las 19.45 horas. Su contacto se recupera a las ocho y diez, un minuto antes del envío de la alerta. Un cuarto de hora después saludaría al personal de seguridad al entrar al Cecopi. Hablaron en cuatro ocasiones durante la estancia de Mazón en el local. Vilaplana explica en su carta que «en un momento determinado de la comida, el presidente empezó a recibir llamadas que interrumpieron nuestra conversación de manera continuada». Eso sí, matiza su actitud: «Nunca me trasladó ninguna inquietud al respecto».  

El vídeo mudo de «Á punt»

La labor de Pradas. RTVE publicó un vídeo, grabado por la televisión pública valenciana Á Punt a modo de recurso, en el que se escucha a Pradas en el Cecopi dar indicaciones sobre el texto del Es-Alert. Fuentes de su entorno remarcan que las imágenes demuestran que estuvo «al pie del cañón», aunque en abril, en su declaración en sede judicial, se refiriera a los expertos en emergencias —Pradas es abogada de formación— como los responsables de la gestión. «En esa sala había más de cien años de experiencia en materia de emergencias», dijo entonces. En las imágenes se ve a otro operador de cámara grabando imágenes, que resultó ser un trabajador de una productora contratada por la Generalitat. La jueza requirió ambos vídeos al Ejecutivo valenciano y a la televisión pública autonómica.

 No es la única novedad de una semana que trastoca meses después la credibilidad del Gobierno autonómico. La jueza invitó a Mazón por segunda vez a declarar de forma voluntaria —solo puede imputarle el Tribunal Superior de Justicia, al ser aforado— y citó como testigo a Camarero y al secretario autonómico, Ignacio Grande. La número dos del Gobierno estuvo conectada telemáticamente al Cecopi, pero dejó la reunión para acudir a un acto.

UNA TARDE Y MUCHAS INCÓGNITAS

La comida de trabajo. Fuentes de la Generalitat remarcaron en un primer momento que acabó a las cinco, mientras Vilaplana sitúa el final de la misma casi a las siete.

«Ninguna inquietud». La periodista remarcó que el presidente recibió múltiples llamadas. Pero añadió que no le transmitió ninguna preocupación.

Llegada al Cecopi. En un primer lugar, la Generalitat la situó a las siete de la tarde. En febrero aclararon con imágenes de las cámaras que fue a las 20.18 horas.