La ministra de Hacienda insiste en avalar a su jefe de gabinete pese a su relación con Aldama

P. MEDINA MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. Jesús Hellín | EUROPAPRESS

El PP le afea que no haya denunciado casos de corrupción antes

25 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente puso ayer una piedra en el zapato de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. En un auto, señaló que Hacienda aplazó una deuda de una de las empresas de Víctor de Aldama, implicado en el caso Koldo, tras reunirse este con el jefe de gabinete de la dirigente socialista, Carlos Moreno. Sin embargo, Montero depositó toda su confianza en su mano derecha, ya que ve en el señalamiento otra «estrategia» de «mentiras y barro» del Partido Popular.

Para Montero, su confianza en Moreno es incuestionable. Al preguntarle en la sesión de control del Congreso por si pondría la mano en el fuego por él, respondió que «rotundamente sí», y le preguntó a su vez al vicesecretario de coordinación autonómica de los populares, Elías Bendodo (que le formuló la pregunta) si tiene los mismos estándares acusatorios cuando los presuntos casos de corrupción también afectan a la bancada de los populares.

«Usted es inspector de la Agencia Tributaria, ¿usted no tiene nada que decir del novio de la señora Ayuso? ¿No tiene nada que decir de alguien que se ha declarado delincuente y que presuntamente ha cometido otros delitos tan importantes? ¿No le ha contado al señor Feijoo la realidad que hay detrás de todas las mentiras que está diciendo la señora Ayuso?», se planteó Montero.

Aunque Bendodo insistió en que es «muy grave» el auto del magistrado, y que la titular de Hacienda «no dice ni pío» cuando «se habla de corrupción o de prostitución» en el seno de su partido, rememorando no solo los audios entre Koldo García y su superior, el exministro José Luis Ábalos, sobre unas prostitutas que contrataron, sino también cuando se dieron casos similares en su etapa en la Junta de Andalucía. «Siendo usted consejera de Hacienda, un director general utilizó la tarjeta de la Junta de Andalucía para pagar en un prostíbulo. ¿Y usted qué dijo? Ni pío», agregó Bendodo.

Al órdago también se unió el vicesecretario de hacienda del Grupo Popular, Juan Bravo, que recogió que la ministra no solo ha sido incapaz de «darse cuenta» de lo que «pasaba» en su entorno, sino que, además, denunció falta de compromiso «con los españoles» en forma de Presupuestos Generales para el 2026.

«Está claro que para ustedes la anomalía es la regla, pero, para los españoles, lo que ustedes hacen no es normal. Y por suerte queda un día menos para que España despierte de esta penitencia y pueda recuperar la normalidad», alegó.