Puigdemont arenga a Junts para intentar frenar el auge de Aliança en Cataluña
ESPAÑA
El expresidente insta al independentismo a «no sucumbir a las modas»
20 oct 2025 . Actualizado a las 21:19 h.La irrupción en el espectro ideológico independentista de Aliança Catalana está provocando un maremoto de imprevisibles consecuencias en el ya de por sí hiperventilado tablero político catalán. Prueba del desconcierto que reina en Junts, el expresidente de la Generalitat lanzó ayer una encendida defensa de los valores que, a su juicio, encarna su formación política. «A veces hay la tentación de sucumbir a las modas y hay gente que lo hace», en alusión al meteórico ascenso que la formación de Sílvia Orriols protagoniza en las encuestas a costa del tradicional electorado nacionalista. «Pero alguien tiene que quedar en el país, que tenga esta mirada de estado, esta mirada larga de la construcción de la nación, que no se acaba nunca y que es permanente; esta es la vocación de Junts», sentenció el prófugo de Waterloo en un acto en Cardona (Lérida), en el que participó por videoconferencia.
Los sondeos vaticinan un auténtico batacazo para los posconvergentes. Si hoy se celebraran elecciones en Cataluña, podrían ceder a los de Orriols hasta 14 diputados, de los 35 que tiene actualmente en el Parlamento autonómico. Con Aliança pisándole los talones, Puigdemont arengó a los suyos, instándoles a «hacer política desde el rigor, con compromiso, sin rehuir debates complejos, sin buscar efectos especiales que puedan resolver la primera de las preocupaciones de la ciudadanía», el acceso a la vivienda.
Por su parte, su número dos, Jordi Turull, cargó contra la Generalitat socialista de Salvador Illa, «un gobierno incapaz de hacer una mínima propuesta con cara y ojos, un gobierno ligado de pies y manos por el PSOE o por sus socios del tripartito». Frente al PSC, dijo, «Junts es el único partido que puede ofrecer el liderazgo y sentido común que Cataluña necesita».
Junts inauguró este domingo en Cardona su nueva fundación, Fundem La República, que debía regentar la expresidenta del partido y del Parlamento catalán Laura Borràs, condenada por corrupción y a la espera del indulto del Gobierno. Sin embargo, Borràs ejerce oficialmente el cargo de directora académica, un cargo creado para sortear el Código Civil catalán, que impide que una persona condenada por prevaricación y falsedad documental pueda presidir una fundación.