Miguel Ángel Rodríguez dice que se vio obligado a filtrar que había negociaciones con la Fiscalía por el novio de Ayuso

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

El jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, en la segunda jornada del juicio al fiscal general del Estado
El jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, en la segunda jornada del juicio al fiscal general del Estado Fernando Sánchez | EUROPA PRESS

El jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid asegura que un mes antes de que se diera la noticia sobre la investigación al empresario, la prensa ya le preguntaba

04 nov 2025 . Actualizado a las 21:28 h.

Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha sostenido este martes que se vio en la «obligación» de filtrar a la prensa el contenido del correo donde supuestamente se revelaba la existencia de negociaciones entre la defensa del novio de la mandataria regional, Alberto González Amador (implicado en un caso de fraude fiscal), y la Fiscalía, al tiempo que ha reconocido que dedujo que (las negociaciones) se frenaron por «órdenes de arriba».

Así se ha pronunciado en la segunda sesión del juicio que se celebra contra Álvaro García Ortiz en el Tribunal Supremo por, supuestamente, haber filtrado la noche del 13 de marzo del 2024 a la Ser el correo electrónico que Carlos Neira, abogado de González Amador en la causa por delitos fiscales, envió el 2 de febrero de ese año a la Fiscalía ofreciendo que su cliente reconociera dichos ilícitos a cambio de llegar un acuerdo con el que evitara la cárcel.

Rodríguez ha contado que el propio González Amador le informó de que Hacienda le estaba haciendo una inspección, en el marco de un viaje a París en el 2022, indicando que desde entonces siguió el tema de manera informal. Como ya dijera durante la instrucción, ha ratificado que el día 13 de marzo el propio González Amador le reenvió un mensaje de Neira donde este le decía que todo seguía en pie junto a un pantallazo del correo del 12 de marzo del 2024 en el que el fiscal Julián Salto le decía que estaban abiertos a pactar.

Rodríguez ha sostenido que se vio en «la obligación» de «publicar ese email», difundiéndolo en un chat de prensa, para «desmentir» una noticia de La Sexta que aseguraba que la iniciativa de pacto había partido de la defensa de González Amador. Esa noticia, publicada a las 22.10 del 13 de marzo, salió después de que El Mundo informara ese mismo día a las 21.29 en sentido contrario, diciendo que había sido la Fiscalía quien buscó el acuerdo.

El jefe de gabinete ha explicado que en ese momento solo tenía ese pantallazo del correo electrónico de 12 de marzo, afirmando que desconocía que había uno anterior del 2 de febrero que reflejaba que fue el abogado de González Amador quien ofreció que su cliente confesara a cambio de eludir la cárcel. «Es el correo que yo recibí y me pareció oportuno enviarlo», ha apostillado.

Interrogado sobre por qué difundió esa información acompañada de un texto que decía que el acuerdo, supuestamente ofrecido por Fiscalía, se había parado por «órdenes de arriba», ha admitido que no lo sabía pero que era una deducción «lógica». «Si todavía no se ha llegado al acuerdo, alguien lo ha parado. ¿O de repente se les ha olvidado? Y solo se podía parar por arriba. La deducción es lógica. ¿Quién lo va a parar?, ¿por abajo?», ha planteado.

«No. No tengo ninguna fuente»

En este punto, la defensa ha insistido en preguntarle si tenía «algún tipo de prueba». Rodríguez ha insistido en que «el ministerio fiscal es un órgano jerárquico». Disconforme con la respuesta, la abogada del Estado ha rescatado un tuit que publicó el testigo en el que manifestaba que la misma Fiscalía decía que había «órdenes de arriba». «¿Esto lo ha sacado de algún sitio?», ha insistido. «No. No tengo ninguna fuente. Es un mensaje sin apoyo. Yo soy periodista o trabajo en política. No soy un notario que necesite una compulsa. La compulsa ante notario la puso Lobato», ha dicho, en referencia al exlíder de los socialistas de Madrid.

Ante esta contestación, Consuelo Castro, la abogada del Estado gallega que defiende García Ortiz,  le ha preguntado si era consciente de la gravedad de sus «imputaciones». Rodríguez ha rebatido que «un mensaje de Twitter no es una imputación».

La defensa ha recalcado que «muchos» de los periodistas que comparecieron como testigos a lo largo de la investigación aseguraron que daban validez a las manifestaciones de Rodríguez porque era una «fuente oficial». Y ha preguntado al testigo si era consciente de ello, a lo que este ha contestado: «Creo que Miguel Ángel Rodríguez está por encima del puesto político que ocupe. Siento esta soberbia».

Asimismo, ha asegurado que antes de que eldiario publicara el 12 de marzo a las 6.01 que existía una investigación fiscal contra González Amador la prensa ya lo sabía. En este punto, ha aprovechado para calificar de «agresivos» y «activistas» a los periodistas de medios «izquierdistas».

Así, ha expuesto que no solo un redactor de El Mundo le pidió el contacto de González Amador, sino «todos los periodistas que cubrían tribunales». «Un mes pidiéndome el contacto, como mínimo», ha detallado. No obstante, ha negado que fuera la fuente de El Mundo, al que ha dado el crédito de haber sido el primer medio en informar sobre la existencia de negociaciones de conformidad entre la defensa y la Fiscalía.

En esta línea, ha negado que él fuera el primero en desvelar que existían conversaciones de conformidad. «Yo no desvelo nada que no estén comentando los periodistas», ha dicho, para luego insistir en que tampoco consideraba que la firma de un fiscal -que constaba en ese pantallazo del correo de 12 de marzo- pudiera considerarse como un dato personal.

Con todo, ha reconocido haber enviado mensajes a varios periodistas diciendo que se había prohibido negociar la conformidad con González Amador. «Eso venía contándolo desde hace días, pero no di a conocer el correo» hasta la noche del 13 de marzo, ha dicho.

La condición de novio de Ayuso, «indisoluble» 

En el marco del interrogatorio, la Abogacía del Estado le ha preguntado si sabía que González Amador era objeto de una inspección fiscal porque era un ciudadano particular «o porque era el novio» de la presidenta madrileña. A esto, el testigo ha contestado que era «indisoluble una cosa o la otra». No obstante, ha precisado: «La presidenta nunca me ha comentado nada. Se ha mantenido al margen».

La defensa también le ha preguntado a Rodríguez por la «campaña» que a su juicio se llevó a cabo desde la Comunidad de Madrid para calificar de «turbio» el caso que se investigaba en Fiscalía sobre González Amador. «¿Utilizan el mismo mensaje?», ha preguntado Castro.

«Es evidente que la presidenta y todo el equipo pensamos lo mismo y a veces decimos casi lo mismo. Si usted tiene a 22 ministros insultando todo el día y el presidente del Gobierno insultando desde el Congreso y a todo el aparato del Estado, seguro que pensaría lo mismo que yo», ha contestado.

«No era una inspección normal»

En este sentido, Rodríguez ha explicado que se reunió con los abogados de González Amador la mañana del 14 de marzo, al considerar que era «un asunto delicado» que no se podría tratar como otro cualquiera. «Cuidado con el terreno que pisáis. Esto no es una inspección normal», ha dicho que trasladó a los letrados.

Al ser preguntado si formaba parte de sus funciones como jefe de gabinete de Díaz Ayuso reunirse con el equipo jurídico de González Amador, Rodríguez ha contestado afirmativamente: «Forma parte de mis funciones todo lo que atañe a la reputación de la presidenta». Así, ha reiterado que él mismo pidió la reunión para alertar de que «esto» no era «una cosa técnica»: «Son políticos que no tienen escrúpulos».

Según el cargo de la Comunidad de Madrid, González Amador está «sufriendo un daño profesional irreparable» y «se está cometiendo una injusticia con un español». A su juicio, todo lo sucedido respecto a la pareja de Díaz Ayuso es «turbio y feo».

Así, ha ratificado los mensajes que publicó en la red social X en los que manifestó que la investigación a González Amador respondía a «una trama corrupta de Hacienda y Fiscalía». Y ha insistido en que «todo el aparato del Estado» ha trabajado en contra de «una rival política». A su juicio, este caso no hubiera tenido importancia de no ser por Díaz Ayuso: «No es el caso Maxwell», en referencia al nombre de la empresa señalada en el presunto fraude fiscal.