Salomé Pradas: «¿Cómo íbamos a estar esperando a Mazón, si no sabíamos si iba a venir?»

La Voz

ESPAÑA

Salomé Pradas, durante la entrevista en «Salvados».
Salomé Pradas, durante la entrevista en «Salvados». La Sexta | Europa Press

La exconsejera de Interior de la Generalitat valenciana lamenta que cuando le trasladaron que la población afectada podía llegar a 80.000 personas quiso comunicárselo al presidente «y no pudo». Cree que su mayor error fue «no haberle dicho a Mazón que viniera inmediatamente» y el de él «no haber estado allí».

01 dic 2025 . Actualizado a las 13:34 h.

La exconsejera de Interior de la Generalitat Salomé Pradas asegura que el Es-Alert que se envió a las 20.11 horas del 29 de octubre del 2024, el día de la trágica dana, no se retrasó «en absoluto» por el entonces presidente, Carlos Mazón. «Al señor Mazón no lo esperé para nada, ni esperé instrucción alguna de él. Además, es que era absurdo: si no me cogía las llamadas, ¿cómo íbamos a estar esperando allí a una persona que ni siquiera en esos momentos sabía si iba a venir?». Así se lo pregunta Pradas, investigada en la causa sobre la gestión de la trágica barrancada que arrasó gran parte de la provincia de Valencia y costó la vida a 229 personas, en una entrevista concedida al programa Salvados de La Sexta que recoge Europa Press.

La exresponsable autonómica de Emergencias ha defendido que el mensaje masivo a los móviles -de cuya posibilidad dice enterarse minutos antes de la siete de la tarde del 29O- «siguió el procedimiento que tenía que seguir». «Debate incluido, gestión del envío, sin esperar a que el señor Mazón atendiese mis llamadas. Es que además está constatado, se puede comprobar, lo han dicho los técnicos, pero al señor Mazón no lo esperé para nada, ni esperé instrucción alguna de él», ha remarcado.

Sobre la conversación que mantuvo Pradas con Mazón por teléfono a las 20.10 -un minuto antes del envío del mensaje a la población-, la exconsejera ha manifestado que él la llamó para decirle que estaba yendo al Cecopi y a las 20.18 volvió a hacerlo y, en ese momento, ella le explicó dónde tenía que dirigirse para llegar a la sala donde se había celebrado el Cecopi.

A lo largo de la entrevista, la exconsejera relata las diferentes llamadas que mantuvo con el presidente y hace notar que en la causa ella no ha hablado de los wasaps. En este sentido, dice que el último intercambio de mensajería debió ser en torno a las 14.00 porque a partir de ahí el jefe de Gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca, le dijo que le fuera informando a él. Ha asegurado que se enteró de que Mazón estaba comiendo con la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro el 8 de noviembre, «como todos los valencianos», e, interrogada de cómo se sintió al saberlo, ha declarado que «no podía creérselo».

Cuando es interrogada por si, con la información que le fue proporcionando a Mazón a lo largo de aquella tarde, este debía haber abandonado El Ventorro, ha contestado: «Lo ha dicho él, no lo digo yo. Él ha dicho que debería haber cambiado su agenda y haber ido a Utiel y yo opino lo mismo». Es más, ha afirmado que ella lo hubiera hecho de ese modo si hubiera ocupado el cargo de presidenta. «Yo en su piel hubiera cancelado la agenda, evidentemente», ha remachado.

Ha agregado que a posteriori ha pensado sobre el hecho de que ella quería trasladar a su superior lo que estaba ocurriendo, ya que «creía que era importante que si nos informaban de una posible rotura de presa o que si íbamos a lanzar un Es-Alert, que lo supiera el presidente de la Generalitat. Reflexionándolo después, sí que he concluido que hubiera sido necesario que el señor Mazón, como máximo representante institucional de la Generalitat, hubiera estado allí con nosotros».

«A las siete y diez, cuando ya se había iniciado el debate, cuando ya la CHJ dijo que podíamos pasar incluso a nivel 3 de presa, que eso era rotura casi inmediata y que ya me informaron de que la población afectada podía ser 80.000 personas, por responsabilidad yo quise comunicárselo a mi presidente y no pude», ha lamentado, al tiempo que ha expresado su convencimiento que Mazón «se activa» tras la llamada de las 19.43, cuando Pradas le hace saber que la situación es «muy grave y que se va a enviar ese mensaje».

También ofrece la exconsejera su explicación de la llamada que hizo Mazón al alcalde de Cullera, Jordi Mayor, en la que el primer edil apreció en el presidente un tono nada preocupado. Según Pradas, en una comunicación previa el entonces presidente de la Generalitat preguntó hasta dónde discurría el río Magro y ella le dijo que en esa población.

«Versiones y contraversiones»

Asimismo, ha confesado que de «las versiones y contraversiones» que ha escuchado, la que «más dolor» le ha producido a sido la que el exjefe del Consell dio ante la Comisión de Investigación del Congreso, en especial cuando dijo que no escuchó sus llamadas porque pudo llevar el móvil en la mochila. «Me generó gran dolor, ¿sabe? Pensé inmediatamente en las víctimas, porque fue el peor momento de la tarde. Yo quería informarle sobre todo por la presa de Forata y por la decisión de lanzar el Es-alert. No le quería pedir ni opinión ni valoración, nada paró el Es-Alert por parte del señor Mazón porque yo no pude informarle en el momento ni en el momento en que ya se había decidido porque no me cogía el teléfono», rememora.

Ha explicado la tardanza de la remisión del mensaje masivo a los móviles en el debate que mantuvieron el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, -que, como ella, era partidario de lanzarlo- y el jefe del Consorcio de Bomberos, José Miguel Basset, y también en la gestión del propio envío. Por otro lado, ha cargado contra la CHJ y Aemet por, según ha reprochado, «no dar información en tiempo real», y ha negado que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, le diera el aviso por teléfono de la caída de un puente en Picanya, que la representante del Ejecutivo central creyó en aquel momento que era Paiporta.

Sobre si se sentía capacitada para ser la responsable de las Emergencias ha opinado que «nunca se requiere una experiencia concreta a un político para ser el representante institucional de un área» y ha expresado su confianza en el equipo técnico -que ha alabado- del anterior ejecutivo del Botànic. Más crítica ha sido con la situación que se encontró en la Conselleria tras el paso de Vox y ha criticado un protocolo de actuación «obsoleto», que todavía hablaba de «faxes y SMS».

Un año después de la tragedia, Pradas dice que «empatiza mucho con las víctimas», no porque «nos hiciera falta el señor Mazón allí, sino por la forma en cómo se ha contado y cuándo se contó». Y ha aseverado: «A mí nunca me ha hablado tampoco de eso. A mí nunca me ha relatado qué es lo que hizo esa tarde con detalle. Y solo una vez sí que tuve la fuerza para decirle que si no era por mí que lo hiciera por las víctimas y que lo contase».

Pradas ha dicho que no le afeó aquel día a Mazón su actitud y lo ha justificado en que es «una persona muy pragmática» y en ese momento intentó «mantener la mente fría». «No tuve ningún enfrentamiento directo con el señor Mazón hasta después de ser cesada. Ahí es donde quizás fui un poco más egoísta, por decirlo de alguna forma», ha narrado Pradas, que ha contado que para anunciarle su destitución, Mazón la citó en su casa.

Ha especificado que hizo una llamada telefónica «en la que se armó de valor» al escuchar algunas falsedades que creía que Mazón estaba diciendo en entrevistas, como que ella no le había informado del envío del Es-Alert. Finalmente, la exconsejera, que llora en diversos momentos de la entrevista, pide «disculpas a los familiares por no haber podido hacer más». Admite que su mayor error aquel día fue «no haberle dicho al señor Mazón que viniera inmediatamente allí, simplemente porque creía, y con el tiempo es lo que más he pensado, que debería haber estado allí». Y, por parte de Mazón, se muestra convencida de que su principal error fue «no haber estado allí».