El caso Salazar de presunto acoso sexual amplía la grieta entre la Moncloa y Ferraz

Redacción LA VOZ

ESPAÑA

Las dirigentes socialistas Rebeca Torró, Diana Morant y Pilar Bernabé, en un acto del partido en Valencia el pasado noviembre.
Las dirigentes socialistas Rebeca Torró, Diana Morant y Pilar Bernabé, en un acto del partido en Valencia el pasado noviembre. Biel Aliño

La reacción de la militancia evidencia la falta de medidas de Torró y Bernabé

09 dic 2025 . Actualizado a las 20:17 h.

Cinco meses. Que Ferraz haya tardado cinco largos meses en ponerse en contacto con las militantes socialistas que denunciaron a su jefe en la Moncloa por acoso sexual está rasgando las costuras de un partido abanderado de la igualdad y el feminismo. «El PSOE ha actuado con absoluta diligencia en estas últimas 24 horas», se justificó la portavoz del Gobierno, titular de Educación y secretaria general de la formación en Aragón, Pilar Alegría, para poner en valor que el Consejo de Ministros cesa este martes a Antonio Hernández, número dos de Francisco Salazar en el complejo presidencial, por «proteger y encubrir» los comportamientos inapropiados de este. «Se subía la bragueta en tu cara [al salir del baño]; escenificaba felaciones y pedía vernos el escote», señalaron las víctimas en las denuncias publicadas por El Diario el pasado 5 de julio.

Ese mismo día, se apartó de sus responsabilidades orgánicas a Salazar, que iba a ser nombrado adjunto a la secretaría de organización, y se anunció que la comisión ejecutiva federal iba a iniciar diligencias «de inmediato», pero el caso se metió en un cajón sin que se diese curso al expediente sancionador. Y lo más grave es que quienes debían responsabilizarse de la gestión de estas denuncias son dos mujeres: Rebeca Torró, secretaria de organización del partido, y Pilar Bernabé, responsable de igualdad de la formación. La primera, que mantenía muy buena relación con Salazar, no forma parte de la comisión antiacoso que se encarga de depurar este tipo de responsabilidades. «Torró mantiene la misma posición de absoluta contundencia y de absoluto rechazo ante cualquier conducta machista, que, desde luego, no tiene cabida dentro de las siglas de nuestro partido», señaló este lunes Alegría, en declaraciones a los medios en Zaragoza.

La segunda, también delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y candidata a la alcaldía de la ciudad del Turia, celebró una reunión telemática de urgencia con las secretarias regionales de igualdad el pasado miércoles para intentar rebajar, sin éxito, la tensión por la mala gestión de esta crisis. Tras esta videoconferencia, de apenas una hora de duración, en la que algunas participantes no pudieron intervenir, varias federaciones reclamaron llevar el caso a la Fiscalía. Una medida por la que apostaron Adriana Lastra, delegada del Gobierno en Asturias, y Andrea Fernández, portavoz de Igualdad en el Congreso, pero que fue descartada el sábado por Pedro Sánchez, quien indicó que le corresponde a las propias denunciantes.

«Se llegará hasta el final»

Como ya hiciera Bernabé el pasado jueves, Alegría pidió perdón a las víctimas. «No hemos trabajado con la celeridad que se requería y pedimos disculpas, especialmente disculpas a las víctimas, que creo que también es importante y, sobre todo, darles a ellas nuestro apoyo y nuestro respaldo hasta las últimas consecuencias», reconoció. La ministra portavoz señaló que el expediente interno abierto a Salazar «llegará hasta el final» y se dará a conocer a las partes «en próximas fechas», aunque no precisó cuándo. «Ese informe sigue todavía en marcha y va a llegar hasta sus últimas consecuencias. No le quepa ninguna duda», añadió. También explicó que el canal habilitado para las denuncias por acoso sexual destapó otros casos, como el del líder del PSOE de Torremolinos, Antonio Navarro, ya suspendido de militancia.

Pese al creciente malestar en amplios sectores de afiliados, la zaragozana insistió en defender que el PSOE tiene 146 años de historia, «trabajando a favor de la igualdad y el feminismo», reivindicó el protocolo y la comisión antiacoso de su partido, y dijo que no va a admitir lecciones de la derecha y la ultraderecha porque «cuando gobiernan, lo primero que hacen es cercenar los derechos de las mujeres».