Junts mantiene el no al techo de gasto pese a los gestos de Sánchez y el PSOE
ESPAÑA
Los posconvergentes se sienten cómodos con la estrategia de «ruptura total»
09 dic 2025 . Actualizado a las 23:27 h.Las últimas concesiones del Gobierno a Junts no han hecho mella en los independentistas de Carles Puigdemont, que mantienen la puerta cerrada a cualquier acuerdo con el PSOE. Una prueba de ello es que sus siete diputados en el Congreso, liderados por Míriam Nogueras, volverán a rechazar esta semana el techo de gasto planteado por el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero, requisito previo para la aprobación de los presupuestos generales del Estado. Algo que los exsocios de investidura de Sánchez ya saben lo que es, porque los han hecho en dos ocasiones anteriores. «Lo hicimos una vez, lo hicimos la segunda y si lo vuelven a proponer, lo haremos una tercera», recordó este martes el secretario general del partido, Jordi Turull, en declaraciones a la televisión regional catalana. El número dos de la formación fue incluso más lejos, al tildar de «absoluto escándalo» la propuesta del Gobierno sobre el techo de gasto: «El Estado se lo queda todo cuando los que tienen más necesidades de gasto, por cuestiones de necesidad social, son la Generalitat y los ayuntamientos», dijo el político catalán, que hasta ahora hacía de interlocutor principal (tras Puigdemont, se entiende) en las negociaciones bilaterales con el PSOE.
El Gobierno central acordó la senda de estabilidad a mediados de noviembre, pero fue tumbada en el Congreso con los votos en contra de PP, Vox, UPN y Junts. Los tres primeros lo hicieron con el argumento de que comporta un nuevo aumento del gasto, mientras que los junteros justificaron su rechazo a la propuesta de gasto por el perjuicio que supone para comunidades autónomas y ayuntamientos. La senda de estabilidad incluye los objetivos de déficit y deuda para las administraciones públicas, que tienen que adaptarse a estos para cumplir los compromisos adquiridos con Bruselas.
Los posconvergentes parecen sentirse cómodos con la nueva estrategia de «ruptura total» con los socialistas en la que permanecen instalados desde que la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, la anunciara a principios de noviembre. Turull reiteró una vez más que la legislatura está «en concurso de acreedores» y que Junts quiere «cobrarse» todo lo que le «debe» el Ejecutivo de Sánchez, a quien le recordó que no tiene mayoría en la Cámara Baja y que hoy por hoy no sería investido con los votos de su partido. Aunque también dejó claro que la posibilidad de sumarse a una eventual moción de censura para desalojarlo de la Moncloa no está sobre la mesa de los independentistas. «Con este PP no iremos ni a la esquina», soltó el número dos de Puigdemont.
El PSC presiona
Desde Cataluña, los socialistas del PSC, que gobiernan en la Generalitat, instaron a Junts a apoyar las iniciativas del Gobierno, como la senda de gasto o la condonación de la deuda del FLA a las comunidades autónomas. Sin citarlos, la portavoz del Ejecutivo catalán, Sílvia Paneque, hizo un «llamamiento genérico a los diferentes grupos» para que «más allá de posiciones políticas, valoren votación a votación si perjudica o beneficia los catalanes». Paneque aseguró que «el objetivo de déficit beneficia a las comunidades autónomas en general y a la catalana en particular». Al igual que las cuentas del Estado, los presupuestos de la Generalitat para el 2026 también están en el aire. La negociación con Esquerra y Comunes ni siquiera ha comenzado.