El ajustado resultado de las encuestas muestra a un Touriño más enérgico, que, además de advertir al BNG, también atacó al PP
23 feb 2009 . Actualizado a las 09:29 h.Empieza la cuenta atrás y las encuestas han hablado. Y han dicho que a los socialistas les salen las cuentas para seguir en la Xunta pero que no han conseguido rentabilizar electoralmente los cerca de cuatro años que han estado al frente del Gobierno. Con estas expectativas, los simpatizantes del PSOE vieron ayer un Emilio Pérez Touriño más enérgico, más contundente, pero, sobre todo, más crítico. En la jornada en la que se materializó el cambio en la estrategia socialista respecto al BNG, poniendo fin al pacto tácito de no agresión, Touriño dedicó buena parte de su discurso a atacar al PP.
Lo hizo por la mañana en Noia, donde fue recibido fuera del Teatro Noelia por una concentración de vecinos que protestaban por el impacto de la nueva variante y dentro del auditorio con gritos de «guapo». Y lo repitió, con un guión prácticamente calcado, por la tarde en Monforte, un concello gobernado por el BNG en el que los socialistas hicieron una demostración de fuerza y abarrotaron el pabellón del Instituto Río Cabe.
Touriño tomó como excusa el carnaval e instó a Feijoo a cambiar el disfraz de 009 (en alusión a las vallas publicitarias) por el de l Fugitivo . «Escapou para non facer o debate, porque lle temblan as pernas». También acusó al PP de travestismo porque «non van ao debate e din que a culpa é miña; están cargados de tramas e de loitas internas polo poder, e din que a culpa é do ministro Bermejo».
Sin abandonar el carnaval, apuntó al amplio fondo de armario de los populares, sobre los que advirtió que se disfrazan de gente moderna y tolerante, cuando su proyecto lo definió el presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar: «En Galicia, se non eres do PP, fastídiate, fastídiate».
No olvidó el candidato socialista aludir a la crisis para advertir, con sorna, que lo más probable es que los populares no se acuerden de los trabajadores. «Pero ao mellor é peor que se acorden deles, porque será para baixar os salarios e para conxelar as pensións».
Recordó que para luchar contra la crisis invertirá en obra pública, con lo que creará unos 40.000 empleos, pero también tuvo tiempo para recordar la ley de dependencia. La norma, cuya aplicación dependía de la parte nacionalista del Gobierno, fue una de las iniciativas más de la legislatura que acaba de terminar, ya que apenas llegó a ponerse en marcha para una pequeña parte de los afectados. Por ello, Touriño se comprometió ayer a aplicar la ley para las 50.000 personas que están a la espera.
Pero si hubo un tema recurrente, tanto en el líder socialista como en otros candidatos que lo acompañaron a lo largo del día de ayer, es el miedo a una alta abstención. «Non temos que estar con este pánico a perder», intentó animar desde el estrado el alcalde socialista de Noia, Rafael Guerrero. «Hai unha marea silenciosa para gañar o 1-M». «Pídovos o voso voto para que o presidente da Xunta teña máis forza», señaló José Manuel Lage, número 6 por A Coruña.
Pero el que más claro dibujó el panorama fue Ricardo Varela, cabeza de lista por Lugo. «Non nos podemos confiar. O electorado progresista está demasiado confiado en que imos gañar e eso non é bo». «Fraga dixo que había que buscar os votos debaixo das pedras pero eu espero que cando levante a pedra xa teña pasado por alí un socialista», concluyó.
