Zapatero desafía a sus críticos en el PSOE y rechaza un congreso

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

ELECCIONES GALLEGAS 2009

Asegura que Patxi López apoya las primarias, pero el PSE lo desmiente

26 may 2011 . Actualizado a las 14:14 h.

El PSOE era ayer una olla a presión. El aldabonazo del lendakari Patxi López pidiendo la convocatoria urgente de un congreso para elegir a un nuevo secretario general ha dinamitado el plan diseñado por Zapatero de proceder en unas primarias a una elección tranquila del candidato a las generales sin tocar para nada la dirección del partido y el actual proyecto político. La constatación de que cada vez más dirigentes del PSOE se estaban sumando a las tesis de López obligó al propio Zapatero a salir ayer a la palestra para asegurar que está dispuesto a aguantar el pulso y dejar claro que quien pida un congreso le tendrá enfrente.

«Vamos a ir a un proceso de primarias, que es lo saludable», afirmó Zapatero en los pasillos del Congreso. «Claro que vamos a hacer las cosas como hay que hacerlas. Yo ya he dicho que soy partidario de primarias y va a haber primarias», remachó. Aseguró además que había hablado extensamente por la mañana con el propio Patxi López y que tras esa conversación ambos han estado «completamente de acuerdo». El presidente no aclaró si la celebración de las primarias excluye o no la convocatoria de un congreso urgente.

La rotundidad con la que se expresó Zapatero hizo pensar que había logrado abortar la rebelión de quienes consideran insuficiente responder a la histórica derrota electoral con un mero cambio de candidato. Pero no fue así. Solo unas horas después, el consejero vasco del Interior, Rodolfo Ares, uno de los máximos colaboradores de López en el PSE, insistió en reclamar un congreso. Aunque calificó de «importante» la opinión de Zapatero, añadió que «serán los órganos del partido quienes tendrán que adoptar las decisiones pertinentes».

Cisma en el comité federal

El líder del PSOE no tiene nada claro que en el comité federal no vaya a haber otros barones que se sumen a la petición de un congreso provocando un cisma. Para evitar que su plan de poner en marcha las primarias pueda salir derrotado en ese órgano, lo que lo obligaría de hecho a dimitir de inmediato como secretario general, Zapatero ha convocado mañana a los secretarios generales para acercar posturas antes de ese comité. Ayer, se reunió también con el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, que según algunos dirigentes socialistas está detrás de las propuestas de Patxi López, y con el presidente del Congreso, José Bono. Este último aseguró a la salida de la cita que lo único que espera es que su partido resuelva «con la mayor rapidez» la sucesión de Zapatero para trabajar en los problemas de los ciudadanos. «No nos volvamos neuróticos», concluyó Bono.

Pero además de dañar el liderazgo de Zapatero, la propuesta de López amenaza con dividir a las federaciones. La del PSOE andaluz, la que más militantes tiene, rechaza de plano las tesis del lendakari. Su líder, José Antonio Griñán, se situó junto a Zapatero y en una reunión con los dirigentes andaluces advirtió de que un congreso llevaría a un adelanto electoral.

Mientras, el PP aprovecha la situación para debilitar más al presidente. Durante la sesión de control, Rajoy aseguró que el Gobierno «no inspira confianza ni dentro ni fuera» y eso impide resolver problemas como «el empleo juvenil y otras muchas cosas de la economía española». Pidió por ello a Zapatero que se marche ya «por el interés general de los españoles».