Para ir a recoger el título de embajador del melindre de Melide me puse un pantalón clarito que no utilizaba desde el verano pasado y me sirvió. Una alegría. Después les contaré algo más de la visita al corazón de Galicia con motivo de mi dulce debut diplomático. Antes les hablo de un ciudadano al que no le sirve ninguna prenda de las que guarda en el armario. «Pasé de 114 kilos a 87 en siete meses. La dieta consistió en realizar seis comidas al día, la mayor parte de ellas de alto contenido en proteínas y bajo contenido en carbohidratos», destaca Raúl Lamoso, que pasó de «gordito» a conseguir varios títulos de culturismo en estos primeros días de mayo, como el primer puesto en el campeonato gallego y norte de España en categoría talla/peso. «No puedes pesar más de lo que mides, en mi caso 1,87 y 87 kilos», explica. También se proclamó campeón absoluto en categoría de culturismo en el mismo certamen celebrado en Narón.
Al campeonato de España
Dice que «hay cosas que siempre hemos querido hacer de jóvenes y, a veces, con la crisis de los 40 se nos da por retomarlas. Yo me compré una moto y una máquina de videojuegos de las de antes, pero me faltaba algo. De joven fui admirador de Arnold Schwarzenegger y por eso, tras pasar un tiempo en el gimnasio decidí ponerme en manos de un preparador profesional, el argelino Nass Yagoub, campeón de España en pesos pesados», relata Raúl. Una hora de carrera por la mañana en ayunas, hora y media de pesas y otra de ejercicio aeróbico por la tarde seis días a la semana fueron modelando el cuerpo del cuarentón. «Ahora que he cumplido este sueño de juventud y me he quitado la espinita mi intención es seguir haciendo deporte y cuidando la alimentación, pero sin llegar a los extremos que exige la competición», destaca. «Sin el apoyo de mi mujer y mi hija, que soportaron mis malos humores y el hecho de no poder ir nunca a comer fuera, hubiese sido imposible. Ella está preocupada por saber qué será lo siguiente que se me dé por hacer o si por fin habré superado la maldita crisis de los 40», comenta. Sí, la crisis le dio fuerte.
La plaza de Melide
La alcaldesa de la localidad, Ángeles Vázquez, se atrevió a decir en su discurso que la plaza del Convento de la localidad es la más bonita de Galicia junto con la del Obradoiro. Chauvinismo al margen, lo cierto es que este espacio en el que conviven iglesia, casa consistorial, edificios tradicionales y, el domingo pasado, puestos de venta de melindres y dulces de la zona es una preciosidad. Los peregrinos que cruzan la plaza le dan un sabor cosmopolita al corazón de Melide. Compartí el honor de ser nombrado embajador del melindre junto con Manuel Andrade, Sonia Otero, Manuel Gago, Churra Costa, José Manuel Míguez, Siro González, Iván Domínguez, Carmen Pita, directora de promoción turística de la Xunta, el conselleiro Francisco Conde y Belén Barros, que recogió el diploma en nombre de su hermana, la actriz Nerea Barros. Me puse morado de rosquillas. Comí más en dos horas que el culturista Lamoso en varios meses.