Las cámaras de videovigilancia aguardan permisos y el arco detector de metales llegará en unos días

La Voz

FERROL

20 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El plan de vigilancia contratado por el gobierno local continúa su camino hacia el blindaje de su sede. Hace un par de semanas se instalaron cámaras perimetrales de videovigilancia que por el momento no han comenzado a funcionar. Se aguardan trámites que garanticen su funcionamiento dentro de los términos que establece la ley: instaladas en un punto fijo, sin que puedan girar y con el edificio siempre en su campo de visión. En total son cinco: tres instaladas en el exterior y dos en un pasillo. Un cartel advertirá a los visitantes de que el Concello se convertirá en una zona videovigilada.

Otra medida inminente es la colocación de un arco detector de metales por el que deberán pasar todos los usuarios que acudan al Concello a realizar sus gestiones. Según la concejala Sandra Ríos, se instalará la próxima semana y complementará la actividad del vigilante de seguridad que ahora se encarga de anotar la identidad, número de DNI y departamento al que se dirige de todos los visitantes.

Puertas antipánico

La instalación de alarmas, puertas antipánico -que abran hacia fuera y sustituyan a las antiguas de madera- o la limitación de la utilización de los accesos, reservando uno de ellos para funcionarios, quedarán para próximas actuaciones.

El contrato suscrito con una unión temporal de empresas en la que está integrada la compañía Prosegur, incluye todos estos aspectos y asciende a 440.000 euros. El servicio se adjudicó por un plazo de un año, aunque podrá ser prorrogado.

Con todo ello, la edil de Seguridade Cidadá considera que el Concello de Ferrol se pone a la altura de los servicios existentes en la mayor parte de los edificios de administraciones públicas de la ciudad y en otros existentes en otros municipios de menor entidad. «Supondrá mayor modernidad dentro de esta cultura de prevención y vigilancia» que, dice, está desarrollando el gobierno local.