Pide a Fomento que complete las obras del tramo Barreiros-San Cibrao
18 feb 2010 . Actualizado a las 12:23 h.Todos los tramos del corredor del norte, el que discurrirá entre Ferrol y San Cibrao, deberán estar en obras el año que viene. Así lo comprometió ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que además recordó que en estos momentos están en obras dos tramos, el correspondiente a la variante de Ortigueira y el que discurre entre Celeiro y San Cibrao, ya en la comarca de A Mariña. El Gobierno autónomo pretende resolver a lo largo de este año las expropiaciones pendientes para despejar el horizonte de este proyecto.
El jefe del Ejecutivo gallego hizo esas declaraciones en la parroquia vilalbesa de Santaballa, en donde tuvo lugar el acto inaugural del último tramo de la autovía Ferrol-Vilalba (AG-64). Los 13 kilómetros que separan Cabreiros (Xermade) de la capital de la Terra Chá entraron en servicio ayer por la mañana, lo que supone conectar Ferrol y su entorno con la autovía del Cantábrico (A-8) a través de una vía de 56 kilómetros de longitud.
Aunque Núñez Feijoo, al igual que las otras autoridades que tomaron la palabra en el acto inaugural, recalcó la importancia de la apertura del último tramo de la AG-64 -«é evidente que hoxe é un día importante», advirtió-, no olvidó la necesidad de completar las infraestructuras pendientes para que tanto Ferrolterra y Ortegal como A Mariña consigan superar carencias que arrastran desde hace décadas.
El presidente de la Xunta aseguró que aún quedan pendientes, además de la conclusión de la vía de alta capacidad Ferrol-San Cibrao, la finalización de la transcantábrica, que actualmente acaba en Barreiros y no tiene más tramos en servicio hasta Vilalba, y la construcción del corredor que discurre entre Barreiros y San Cibrao.
A esa obra se refirió de modo concreto Núñez Feijoo, afirmando que esperaba que el Ministerio de Fomento cumpliese sus objetivos: aunque la autovía abierta ayer colma «aspiracións» y «obrigas», queda por cumplir, dijo, la «antiga» necesidad de unir Ferrol y Ribadeo a través de la costa.
Pero también subrayó las ventajas de la entrada en servicio del último tramo de la AG-64, al permitir circular «de Ferrol ata a Meseta» sin peaje.
La A-8, para el año próximo
Aunque intervino antes, el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, siguió en su discurso un esquema similar al de Núñez Feijoo, destacando la importancia de la obra concluida y reclamando agilidad para acabar otras pendientes. Así, el día de ayer supuso un «fito histórico» para las comunicaciones del norte de Galicia, dijo, si bien lamentó que la transcantábrica esté aún sin acabar. Por ello, Hernández reclamó «celeridade» a Fomento para que los tramos en obras puedan estar listos el año próximo.
La A-8 tiene ahora dos tramos en servicio en A Mariña -Ribadeo-Reinante y Reinante-Barreiros- y tres en la Terra Chá -Vilalba-Regovide, Regovide-Abeledo y Abeledo-Baamonde-, y faltan por abrir unos 50 kilómetros de trazado para completar el recorrido en la comunidad.
Sellado de taludes
Por lo que respecta a la autovía inaugurada ayer, las obras se vieron marcadas en los últimos meses por los problemas derivados del sellado de taludes, lo que obligó a encargar unas obras de emergencia presupuestadas en unos cuatro millones de euros. Estos trabajos tenían como objetivo evitar la contaminación de los ríos Eume, Chamoselo y Trimaz por los arrastres de material procedente de las escorrentías.
El último tramo de la AG-64, construido por las empresas Corsán-Corviam y Sercoysa, contó con un presupuesto total de 44 millones de euros. En el desarrollo de estos trabajos se ha intentado evitar las inundaciones de terreno que suelen presentarse en zonas de la Terra Chá.