Medio centenar de vecinos de Castro exigen cambios en las obras del vial de Cedeira

Luís A. Núñez NARÓN/LA VOZ.

FERROL

01 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Al menos con cincuenta alegaciones se encontrará la Xunta de Galicia el próximo día 23, fecha límite para que los afectados por las expropiaciones de la carretera de Cedeira muestren sus quejas por los conductos oficiales contra un proyecto que, a priori, ha cogido a la parroquia con el pie cambiado, sin siquiera esperarlo y con un efecto que consideran en exceso dañino para sus propiedades.

Se trata del plan autonómico de mejora del trazado de la vía AC-566 (Narón-Cedeira), entre el tramo de As Lagoas y Campo do Hospital (Valdoviño). Un recorrido de aproximadamente ocho kilómetros que tocará del orden de doscientas propiedades mediante una resolución aprobada por el Gobierno gallego el pasado 13 de julio y publicada el día 23 que inicia el proceso expropiatorio con el anuncio público de la lista de afectados.

El anuncio pasó desapercibido en la parroquia, señalaban ayer vecinos de la zona, hasta el pasado lunes, cuando La Voz publicó una información en la que se explicaba el alto impacto de ese proyecto sobre las propiedades a lo largo del trazado. Entonces, la inquietud fue creciendo entre el vecindario hasta tal punto de organizar una reunión, el pasado viernes, para desarrollar su contraataque.

Si bien las fincas afectadas rondan los dos centenares, son unos cincuenta vecinos los que se llevan la peor parte con la pérdida de terrenos para ampliar el trazado de la AC-566. Pero el embudo se cierra aún más en el caso de aquellos que sufrirán las obras directamente en sus casas o que tendrán que abandonarlas porque van a ser expropiadas. En ese sentido, según explicaron fuentes de la parroquia, dos viviendas van a ser demolidas siguiendo el proyecto y otras tres casas se quedarán completamente aisladas entre los espacios habilitados para la circulación de los coches.

Y es que el punto más conflictivo de esa obra es la construcción de una rotonda bajo el puente de la AG-64 (la autovía Ferrol-Vilalba) que irá acompañada de carriles de incorporación y salida de la citada vía rápida, la única que había quedado incompleta (únicamente existe un carril de entrada desde la carretera de Cedeira en dirección a As Pontes) cuando se construyó ese primer tramo de la autovía.

En la reunión del pasado viernes, contaron con la presencia de los concejales de Urbanismo, Manuel Ramos, y Obras y Vías Públicas, Ángel Perfecto Castro. Pero «no nos trajeron ninguna solución», señalaban fuentes del vecindario enormemente inquietas por la que se les viene encima. Lo único que lograron es que se comprometiesen a que un técnico del Concello revise el proyecto.

Mientras tanto, los afectados se están organizando para plantear las alegaciones precisas en colaboración con la asociación de vecinos de Castro y, en el caso de no ser escuchados por la Xunta, elevar sus protestas a otros cauces.