La empresa Neira Ortegal, especializada en reformas y decoración, está pasando un momento difícil. La crisis del sector de la construcción pasa factura también a este gigante de la comarca que hace unos días presentó en el registro de la delegación provincial de Traballo una propuesta de regulación de empleo en la que propone la extinción de un total de 19 puestos, lo que equivale a una cuarta parte de la plantilla.
Según confirmaron desde la Consellería de Traballo e Benestar, el expediente regulador se encuentra en el período de consultas, que es un plazo de quince días naturales desde que la empresa plantea el ERE hasta que la Xunta dictamina si lo aprueba o no, a fin de que los afectados puedan exponer sus argumentos.
Precisamente por eso, habrá que esperar a que los técnicos de la Administración autonómica determinen si prosperará o no el expediente. Aunque todo apunta a que la empresa podría llegar en los próximos días a un acuerdo menos lesivo con los trabajadores. De hecho, el comité de Neira Ortegal negocia una salida que no implique la extinción de empleos.
En un primer momento, la compañía planteaba una reducción de plantilla de 25 sobre sus 80 operarios. No obstante, algunos trabajadores negociaron su marcha por anticipado, con la consiguiente indemnización por parte de la empresa. Por eso, la solicitud formal de Neira se reduce ahora a 19 despidos.
Al parecer, la empresa lleva aproximadamente un año con problemas de liquidez debido al desplome de la construcción. Por ese motivo, plantean el ERE para poder hacer frente a sus obligaciones y facilitar que la compañía salga adelante en plena crisis.
Neira Ortegal es fruto de la fusión de las empresas Almacenes Neira, asentada naturalmente en la carretera de Catabois, y Ortegal Baño. En el año 2006 se asentó en el polígono industrial de Río do Pozo en una nave de nueva construcción para cuya edificación, que costó cerca de los tres millones de euros, optaron a ayudas del Plan Ferrol.
Actualmente, mantiene sus instalaciones en el polígono naronés como central logística, además de los establecimientos del Ortegal y de la carretera de Catabois, desde donde abren sus puertas al consumidor común.
No obstante, una parte importante de su negocio corresponde a los equipamientos derivados de nuevas edificaciones residenciales. Un mercado, este último, que se vio frenado de cuajo debido al parón inmobiliario y del sector de la construcción. Pese a todo, la empresa ha ido capeando el temporal todos estos meses antes de plantear el expediente regulador.