La apertura de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao al mercado de los gaseros de más de 140.000 metros cúbicos ofrece un nuevo abanico de posibilidades y sinergias económicas.
¿Proporciona ventajas disponer de un astillero especializado en reparaciones de gaseros?
Sí. En el mercado marítimo prima el ahorro de costes logísticos y un gasero, en la actualidad, puede completar un ciclo completo sin salir de la ría de Ferrol. En otras palabras, un buque de estas características tiene la posibilidad de descargar su mercancía en Reganosa, hacer reparaciones en Navantia y volver a cargar en la planta de Mugardos para zarpar hacia otro trayecto. El auge de este mercado por el accidente de Fukushima ha provocado que el coste diario del flete haya pasado de 30.000 a 100.000 dólares. Urge ahorrar en logística.
¿Elimina este mercado la necesidad de un dique flotante en Navantia?
No. Al contrario. Refuerza su necesidad. Aunque la llegada de buques a la ría de más de 140.000 metros cúbicos incrementará la carga de trabajo para Reparaciones -son 150 barcos-, la demandada infraestructura se hace todavía más necesaria para dar respuesta al creciente gigantismo de los buques mercantes. Tanto en gaseros como en petroleros o portacontenedores, por poner algunos ejemplos. Está en juego, además, el liderazgo mundial de Reparaciones en la ría en el sector de los metaneros. La mayor parte de los mercantes que se están construyendo en la actualidad para el transporte de gas no podrían ser reparados en la ría. De hecho, los 35 Q-Flex existentes hoy solo podrían repararse en las instalaciones de Navantia para tareas que se puedan hacer a flote. En seco, el astillero tendría que disponer del mencionado dique flotante para poder atender sus necesidades.
¿Qué supone la situación para la Autoridad Portuaria?
Desde el punto de vista estricto de los tráficos portuarios, un mayor movimiento. Este año está programado que Reganosa haya trasegado un total de 1,8 millones de toneladas de gas natural. Es una cifra muy destacada, tomando en consideración que la programación del Puerto es cerrar el 2011, en total, con once millones de toneladas. Con la apertura del nuevo mercado de los metaneros hasta la clase Q-Flex se prevé que esa cantidad, esos 1,8 millones de toneladas, se puedan superar ya el próximo ejercicio. Se fortalecerá, de este modo, otro pilar de crecimiento para el mercado marítimo.