El Sistema Universitario de Galicia, vive un proceso cuyos objetivos son: analizar los resultados de la implantación del Plan Bolonia; revisar la viabilidad de algunas titulaciones; abrir el mapa a su posible ampliación y abordar el tema de la financiación, que es algo más que un problema y puede convertirse en el ser o no ser de: facultades, escuelas etc. Se trata de buscar la sostenibilidad y la adaptación a las nuevas exigencias de un sistema ordenado, en algunos casos, a golpe de presiones políticas. Los ferrolanos tenemos que prestar una atención permanente a las actuaciones de los diferentes órganos, universitarios o políticos, que pueden hacer sus mayores ajustes con los más débiles, sabiendo que no les van a faltar aliados. Por eso es necesario que nos movilicemos todos, y no hablo sólo de la calle, para exigir un futuro digno para nuestro campus. Mi preocupación nace de un dato objetivo: nunca he visto a las fuerzas vivas de esta comarca incorporar a sus reivindicaciones la de un campus con futuro. Es cierto que hay un dato muy positivo: la colaboración y el entendimiento actuales entre Universidad y Ayuntamiento, en concreto entre el Rector y el Alcalde. Me consta porque éste lo manifiesta siempre que tiene ocasión. Pero la sociedad, los dirigentes de todos los sectores y los medios de comunicación, deben hacer una apuesta decidida por una consolidación y un crecimiento razonable del campus. Hoy por hoy no está en el debate?ni se le espera.