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Una deuda creciente y ocho pagas atrasadas en el año de crac cameral

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

La Cámara había regresado el pasado año desde Punta Arnela a su sede en A Magdalena.
La Cámara había regresado el pasado año desde Punta Arnela a su sede en A Magdalena. josé pardo< / span>

La dimisión en bloque de la mayoría del pleno marcó el inicio del cierre

29 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha pasado justo un año desde que la mayoría del pleno de la corporación de la Cámara de Comercio decidió renunciar en bloque y dejar la entidad en manos de la Xunta, ante la imposibilidad de hacer frente a la devolución del préstamo superior a un millón de euros concedido por el Ministerio de Industria para construir lo que iba a convertirse en una nueva sede empresarial en el puerto exterior. Lejos de despejarse el futuro del organismo, enfila ya su disolución.

Doce meses después, las deudas que acumula la Cámara siguen sin cuantificarse oficialmente, pero superan los tres millones de euros, y abarcan a distintas administraciones, Seguridad Social, Hacienda y proveedores. A la mitad de los trabajadores, ocho en total, se les adeudan ocho nóminas -incluyendo la paga extra del verano- y se desconoce cuándo podrán percibir las cantidades atrasadas.

Los que se han mantenido en activo desde que el pleno abandonase sus funciones han padecido una situación laboral crítica -sin teléfono, ni internet ni servicio de limpieza y con amenazas de corte de suministro eléctrico-, que fue objeto de denuncia ante la Inspección de Trabajo.

Desde febrero de este mismo año una comisión gestora formada por siete representantes de la administración autonómica ha asumido su timón, pero con el objetivo de «devolver la gobernabilidad» a los empresarios de la comarca, a través de una convocatoria de elecciones tendente a renovar los miembros del pleno. Pero el proceso se reveló un fracaso, ya que no se presentaron candidaturas, lo que cercenó cualquier posibilidad de funcionamiento autónomo. Las escasas perspectivas de solución del crac económico de la entidad retrajo el escaso interés mostrado por los empresarios de la comarca por ponerse al frente, e hizo desistir a la Asociación de Empresarios Ferrolterra (AEF) de presentar una candidatura.

Esto coincidió con la nueva ley de acompañamiento a los presupuestos de la Xunta, en la que se recoge la posibilidad de disolución de las Cámaras de Comercio en las que no haya candidatos para los comicios y, consecuentemente, para constituir un pleno.

Las cuentas sin cerrar

La comisión gestora aún no ha cerrado las cuentas del pasado año, por lo que el agujero económico real aún se desconoce. Una vez que entre en vigor la nueva ley, lo que está previsto para el próximo enero, se activará el proceso de cierre. Se nombrará un administrador que será el encargado de liquidar la Cámara ferrolana, con más de cien años de trayectoria.

Talleres formativos

Mientras, en este último mes que resta hasta que ese procedimiento se active, se han celebrado algunas jornadas en la sede local, en colaboración con otras Cámaras, acercando programas de comercio a los empresarios de la comarca. Pero nadie duda ya de que el crac de la entidad cameral ferrolana la llevará en un futuro inmediato a ser pasado.

el aniversario de la dimisión de la corporación la mayor crisis de la entidad