«Ahora podremos destinar más fondos a actividades de prevención»

BEATRIZ ANTÓN / I.V. FERROL / LA VOZ

FERROL

Sari Alabau fue elegida presidenta de Asfedro hace tres años
Sari Alabau fue elegida presidenta de Asfedro hace tres años CESAR TOIMIL

Sari Alabau, presidenta de Asfedro,  celebra estos días la declaración de la asociación como «entidad de utilidad pública», lo que abre la puerta a más donativos y subvenciones

21 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Sari Alabau (Valencia, 1944) es estos días la cara de la felicidad. Hace ahora justo un año que accedió a la presidencia de la Asociación de Drogodependencias de Ferrol (Asfedro) y la celebración de ese primer aniversario al frente de la entidad ha coincidido con la mejor de las noticias posibles. Tras dos años de espera, la Xunta acaba de declarar la «utilidad pública» de la asociación.

-¿Qué significa esta declaración para ustedes?

-¡Pues ya te puedes imaginar! Esto supone un gran espaldarazo a nuestra trayectoria y el reconocimiento oficial de que lo que hace Asfedro es prestar un servicio importantísimo, serio y necesario para la sociedad.

-¿Qué supondrá a nivel práctico? ¿Tendrá ventajas?

-Para la captación de socios y donativos será muy importante, ya que, a partir de ahora, cualquier persona física o jurídica que colabore económicamente con Asfedro tendrá derecho a una desgravación fiscal en la declaración de la renta. Además, la asociación tendrá más puntos para acceder a subvenciones de distintas administraciones y organismos y eso nos permitirá aumentar los fondos destinados al área de prevención, para la que ahora tenemos un presupuesto muy reducido. De la Consellería de Sanidade recibimos cada año 844.000 euros, pero esa cantidad la tenemos que dedicar en su totalidad a la actividad asistencial, mientras que para prevención solo nos queda lo que aportan los concellos y alguna que otra ayuda puntual de la Xunta.

-¿Por qué es tan importante redoblar los esfuerzos en esa parte de la prevención?

-Porque, desgraciadamente, la adicción a las drogas sigue siendo un problema muy importante. Los últimos estudios nos indican que hay un repunte en su consumo, pero es que ahora, además, también nos encontramos con jóvenes dependientes del móvil y del juego, dos adicciones que consiguen minar la voluntad de las personas, al igual que hacen las drogas convencionales.Los jóvenes deben saber a lo que se enfrentan, porque una persona informada es una persona libre para elegir.

-¿Qué actividades desarrollan en este campo?

-Además de organizar charlas en institutos, contamos con el programa Educando no lecer, que consiste en informar sobre los riesgos que entrañan las drogas en eventos y fiestas que reúnen a muchos jóvenes. Con este programa ya estuvimos en el Festival de Ortigueira y este verano queremos llevarlo al Resurrection Fest de Viveiro. Además, hemos firmado un convenio con Navantia, para poner en marcha un programa de prevención en el ámbito laboral, y también estamos en conversaciones con la Universidade da Coruña para poner en marcha una oficina de información en el campus.

-¿Cuáles son los retos en cuanto a infraestructuras?

-El edificio de la comunidad terapéutica de O Confurco necesita un tejado nuevo y un ascensor. Y el centro asistencial de Caranza también necesita reformas, porque no reúne las condiciones de accesibilidad, aunque nosotros pensamos que lo mejor sería trasladarlo al Hospital Naval, donde están los servicios del área de salud mental, y así lo hemos solicitado a la Xunta. Existe un cierto estigma social sobre quienes acuden a Caranza a pedir ayuda y de esta forma pensamos que se acabaría con eso. Si la atención al drogopendiente todavía no está integrada en el sistema público de salud, al menos que estos pacientes puedan tener acceso a unas instalaciones dignas, como cualquier otra persona y no como si fuese un paciente de segunda categoría.